Los pugilistas con mayor futuro en Escobar se entrenan con Antonio Verón en AFUG. DIA 32 habló con ellos para que los amantes de los guantes los conozcan antes de que sean famosos.

El gancho de izquierda entra perfecto en la mandíbula. Los boxeadores más prometedores de la zona y este cronista de DIA 32 observan la pelea entre un automovilista y un motociclista por problemas en el tránsito, ubicados en una de las mesas del buffet-bar de la Asociación de Fomento Unión Garín (AFUG). Afuera, las piñas continúan. Adentro se habla de boxeo, el deporte, el que ellos practican.

Damián “Chino” Verón está en la cresta de la ola. Vive en Benavídez, pero representa a Garín. Es joven, tiene 20 años, y pisa los cuadriláteros desde los 14. Pertenece al peso welter: está en 66,500 kilos. El “Chino” es un boxeador muy fino y con la cabeza fría para resolver problemas cuando la pelea se pone más caliente.

Actualmente es la máxima promesa del gimnasio. Motivos no le faltan: el sábado 11 de julio ganó su primera pelea como profesional en la Federación Argentina de Box (FAB), luego de 52 combates como amateur, ante un pupilo del “Kojak” Silva, Jesús Burgos.

“Por suerte me sentí cómodo”, afirma el “Chino” con total humildad. En el profesionalismo se pelea sin protector cabezal, con otro vendaje y en asaltos más largos, es por eso que la pelea fue diferente. El marco del debut fue atípico. Se produjo en la FAB, sin público, por temor a la propagación de la gripe A.

“Teníamos ganas de ir con un colectivo a alentarlo pero no se pudo, lo esperamos por la televisión pero no la pasaron porque fue temprano”, se lamenta Víctor Cayun, un muchacho que entrena en el gimnasio y tiene un lavadero que le permite ayudarlo económicamente.

Este ingreso al profesionalismo le permitirá al joven boxeador ganar algún dinero. Por el momento los montos oscilan entre 120 y 200 pesos por round; eso se negocia, es variable. Depende de la pelea que se organice. Sabe que para ganar económicamente deberá dejar todo adentro y afuera del ring, por eso entrena todos los días, varios de ellos en doble turno.

Guantes que asoman

Jonatan Ojeda tiene pinta de rockero. Calza una gorra de The Clash y dice que tiene ganas de llegar al profesionalismo. “Me faltarán unas quince peleas”, se ilusiona. A pesar de sus 26 años, la proyección es buena. “Es un peleador que va al frente”, destaca su entrenador, que lo quiere llevar despacio para dar el gran salto.

Ojeda empezó a pelear “de grande”, a los 24, y tuvo que dejar un año por un accidente automovilístico que sufrió. Es de Matheu, pero también representa a Garín a través de AFUG. Se entrena las tres veces a la semana que está abierto el gimnasio y el resto de los días lo hace por su cuenta o en el gimnasio de Guillermo Barrios, en su localidad.

Otro de los boxeadores jóvenes que tiene buen futuro en el gimnasio garinense es Víctor Verón -hermano del “Chino”-, que en algún momento supo lo que es estar con la mirada puesta en su boxeo, porque a pesar de tener 21 años tiene bastante experiencia con los guantes. Fue campeón juvenil en 2003 con 15 años, subcampeón en 2004 y llegó a cuartos de final en 2005 en los campeonatos de amateurs que realizaba la FAB. A pesar de esta seguidilla de buenas actuaciones, dejó el boxeo por dos años. El trabajo y un accidente colaboraron para sacarlo de los gimnasios. Ahora está volviendo y pretende llegar al profesionalismo que se le negó anteriormente. Es peso mediano y un peleador.

“Estoy bien, con ganas de volver con todo, la experiencia la tengo, me tengo que poner bien físicamente y hacer peleas amateurs para llegar a lo que quiero”, enfatiza el ex campeón juvenil.

Los hermanos Verón son entrenados por su padre, al igual que Ojeda, y todos guantean en el gimnasio de AFUG. Antonio Verón es el que comanda este proyecto desde 2003, cuando llegó casi resignado de otras experiencias que había tenido como entrenador. “Un muchacho me dijo que iba a hablar con los representantes de este lugar, pero yo creía que no me darían posibilidades, por suerte todo fue diferente”.

Verón padre es un ex boxeador profesional, “peleador y guapo”, con 15 peleas: 6 ganadas, 2 empatadas y el resto con resultados “no positivos”. Durante sus años en actividad -primera parte de la década del ‘90 -tuvo peleas con reconocidos boxeadores, entre ellos Alberto Sicurella, Walter Rodríguez, Alejandro Cuello, Alejandro Martínez y Gustavo Cuello; este último fue quien lo dejó afuera de la posibilidad de pelear por el título Mundo Hispano. “Era una pelea que la llevaba bien, estaba haciendo una buena actuación, ahí se me estaban abriendo las puertas para boxear por el título, pero finalmente me noqueó”. Se retiró en 1996. “Es mejor dejar al boxeo y no que el boxeo te deje a vos”, reflexiona.

Las promesas de Garín se estarán presentando en agosto en la FAB, con rivales a designar.

La entrevista con los pugilistas se termina y la atención se desvía hacia la contienda callejera. Pero ya sin fuerzas, los improvisados boxeadores deciden poner fin a su pelea sin esperar el toque de campana. Ya no hay nada más que ver.

Puertas abiertas

El gimnasio de AFUG se sustenta a partir de los 40 pesos mensuales que pagan los jóvenes, niños y mujeres que concurren. Abre los lunes, miércoles y viernes de 9 a 11 y de 15 a 21. Está abierto para cualquiera que le guste el boxeo y también para las personas a las que simplemente les gusta hacer buena gimnasia, debido a que es muy completa.
Contactos: (011) 15-6484-6870.

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