Por CIRO D. YACUZZI
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Para este año que acaba de comenzar, el Municipio de Escobar prevé disponer de una caja de 531 millones de pesos. Con esa suma -en realidad, una proyección de la Secretaría de Economía- deberá hacer frente a sus múltiples gastos: desde los salarios de sus más de dos mil empleados hasta el costosísimo servicio de recolección de residuos, pasando por las obras públicas, el mantenimiento del sistema de salud, la reparación de luminarias, el financiamiento del Concejo Deliberante y la cancelación de deudas.
La asignación de partidas, aunque a priori resulta un dato relativo porque puede ser modificada por decreto del Ejecutivo en el transcurso del ejercicio, representa, no obstante, una especie de boceto más o menos concreto de lo que será la gestión de gobierno durante el período entrante.
Desde ese enfoque, la primera conclusión que deja el nuevo Presupuesto Municipal es que 2014 no será ni por asomo un año de grandes realizaciones. El grueso del dinero está destinado a mantener la estructura burocrática actual y garantizar la prestación de los servicios básicos. Austeridad y racionalización en el gasto público parecen ser la consigna oficial para los próximos doce meses, donde la ausencia de elecciones permitirá ajustar el cinturón sin demasiado (o directamente nulo) costo político.
La fuente de los recursos
La recaudación tributaria propia será la principal fuente de los 531 millones que el Municipio calcula disponer este año. Por todas las tasas, derechos y demás ingresos por ventanilla, la Comuna estima juntar un total de $296 millones. Es decir que casi el 56% de los recursos serán de origen genuino.
De ese monto, unos 66 millones provendrán del cobro de la tasa por servicios generales (ex ABL: Alumbrado, Barrido y Limpieza). La cifra sería mucho mayor si no fuera porque la mitad de los contribuyentes no cumplen con el pago de este tributo, especialmente quienes viven en countries y barrios cerrados, que encabezan la lista de evasores con una altísima incidencia. A su vez, por la de inspección de seguridad e higiene a industrias y comercios, cuyo índice de cobrabilidad bordea el 80%, ingresarían cerca de 75 millones.
Otras gabelas que aportarán sumas significativas a las arcas municipales son la de protección ambiental -más conocida como “tasa verde”-, con $10 millones, y el flamante canon por la carga de combustibles, que generaría un importe anual del orden de los 4 millones de pesos.
En tanto, los aportes provinciales tendrán una participación de 41% en la torta de recursos escobarenses: $218 millones, correspondientes a fondos que el Estado bonaerense comparte por ley con los 135 municipios de acuerdo a un cociente relacionado a la cantidad de habitantes de cada distrito y otros indicadores.
La cifra, y su impacto en el Presupuesto Municipal, echan por tierra las críticas que muchas veces se hacen a la supuestamente escasa asistencia económica de la Provincia a las comunas, principalmente a aquellas que no le son afines políticamente. En todo caso, Escobar podrá no recibir ayudas especiales, pero aún así la masa de dinero que le llegará desde La Plata no es para nada despreciable ni muchísimo menos.
En un tercer y muy relegado escalón se encuentran los envíos que el Municipio espera de la Nación. Apenas $3,4 millones (un 0,6% de los 531 millones totales), que también corresponden a programas y fines específicos. En este ítem, vale aclarar, no se contemplan aquellos desembolsos que el gobierno central haga por cuenta directa. Ejemplos: la construcción del Hospital del Bicentenario que se está llevando a cabo en Garín a través del PAMI, o el plan de 274 viviendas sociales en Maquinista Savio.
Por lo pronto, desde 2008 que en el Presupuesto Municipal no era tan baja la participación de Nación, al menos en los cálculos previos. Tras varios años de romance, la ruptura de Sandro Guzmán con el kirchnerismo terminó dejándole a Escobar una cuenta bastante cara por pagar.
Las partes del león
Solamente dos partidas absorberán más del 68% de los 531 millones que el Municipio administraría durante 2014. Podrá parecer una desproporción, pero es pura realidad. El gasto más fuerte será en el pago de haberes a los 2.378 empleados -contando funcionarios y al intendente-, que implicará la friolera de $265 millones (49,9%).
La otra parte del león se la llevarán Covelia y Panizza, las empresas contratadas por la Comuna para la recolección de residuos y ramas. Por todo concepto -es decir, incluyendo el barrido de calles y la disposición final-, percibirán $98.352.000, el equivalente al 18,5% del Presupuesto.
Es decir que lo que se recaude por servicios generales no alcanzará siquiera para afrontar los gastos de la recolección de residuos en Belén de Escobar, Garín e Ingeniero Maschwitz. Indudablemente, el problema de la basura sigue sin encontrar un modelo de gestión económicamente sustentable.
La tercera partida más gruesa del Presupuesto es la destinada al sistema de salud (17%), que incluye a 13 unidades de atención primaria, el Hospital Oftalmológico, el Centro Odontológico, el Centro de Rehabilitación y el Centro de Especialidades Pediátricas. Para el funcionamiento de todos ellos se destinarán $91.700.771, entre salarios, equipamiento, insumos y mejoras.
Las áreas de Cultura, Deportes y Turismo tendrán un presupuesto de $17 millones, en gran parte destinados a los haberes del personal. Lo mismo para la partida de Desarrollo Educativo, que cuenta con $16 millones: en su mayoría son para pagar los sueldos de los profesores del Centro Regional Universitario de la UBA. En tanto, los intereses y gastos de la deuda flotante y consolidada implicarán una erogación de $15.698.319 (2,95%).
Para Desarrollo Sustentable -lo que antes se denominaba simplemente medio ambiente- se asignaron $14 millones, a la vez que el gasto en alumbrado público ascenderá a $12 millones. Igual presupuesto tendrá la Secretaría de Seguridad para mantener el funcionamiento de la Patrulla de Prevención Comunitaria y el Centro de Monitoreo.
Una de las partidas de mayor crecimiento en la comparación con el Presupuesto de 2012 es la de subsidios a instituciones públicas y privadas, que para este año escaló a la voluminosa suma de 9 millones de pesos.
Para el mantenimiento de las redes viales, en tanto, se creó la mencionada tasa especial sobre los combustibles: 10 centavos por litro de nafta o gasoil y 5 centavos por metro cúbico de GNC. Todo lo recaudado por vía de ese cuasi-impuesto -estiman que 4 millones de pesos- será estrictamente destinado a obras en avenidas y calles del distrito.
Sin ayudas especiales de Nación ni de Provincia, la partida destinada a obras públicas adelgazará a proporciones desacostumbradas en los últimos años. Tan solo $3.190.000 para la construcción del polideportivo municipal de Matheu. Las posibilidades de acrecentar ese valor serían a través de un crédito o alguna venta de calles o tierras fiscales.
Del mismo Presupuesto Municipal también beberá el Concejo Deliberante, que se manejará con menos del máximo que tiene permitido por ley. Para las dietas de sus 22 concejales, los haberes del personal y demás gastos contará con $13.405.558.
Finalmente, la Defensoría del Pueblo, cuyos recursos también salen del Presupuesto Municipal, dispondrá de $1.573.955.
En suma, queda claro, que aún si todo sale a pedir del Ejecutivo, 2014 no será un año para descorchar yampéin. A menos que lleguen regalos sorpresa, el gobierno municipal deberá manejarse con austeridad y buen criterio para cumplir sus módicos objetivos.
Gastos superfluos
Durante la sesión del pasado viernes 20, en la que se aprobó el Presupuesto 2014, el concejal macrista Miguel Jobe denunció la existencia de una serie de partidas de menor relevancia pero a la que fueron asignadas sumas por demás significativas. $514 mil para agua potable en bidones, $495 mil en bolsas de residuos, $500 mil en alquiler de camiones, $100 mil en desagotes de pozos ciegos y $69 mil en custodia y vigilancia de la Delegación de Garín. “La verdad que estos gastos sorprenden”, afirmó el concejal del Frente Vecinal. En tanto, el presidente de esa bancada, Leandro Costa, cuestionó por abultada la asignación de una partida de $6,8 millones a la Dirección General de Comunicación Social.
La ruta del olvido
La repavimentación de la avenida San Martín y del camino al Paraná de las Palmas deberá seguir esperando, al menos un año más. Pese a tantos anuncios y a la imperiosa necesidad de esa obra, el Presupuesto de 2014 no contempla ni un centavo para esa partida, que en 2012 fue de 100 millones y en 2013 de 20 millones. Es que la plata iba a ponerla el Ministerio de Planificación Federal, pero si no lo hizo en esos años, menos aún se espera que lo haga ahora que Escobar se salió de la fila del FPV.