Por JAVIER RUBINSTEIN
Director de El Deportivo Magazine y El Deportivo Web
A raíz de una charla sobre la guerra de Malvinas que dos oficiales de la Fuerza Aérea Argentina dieron en la Mutual Bomberos surgió la idea de formar un Aeroclub en Escobar. A esa disertación concurrieron unas 200 personas que se mostraron muy interesadas en el aspecto aeronáutico, más allá de interiorizarse en la tristemente recordada instancia bélica ocurrida en el sur argentino.
En Belén de Escobar ya existía un aeródromo, pero solo como lugar de despegue y aterrizaje. Entonces, un grupo de escobarenses encabezado por Pedro Gadda -su primer presidente- logró formar el anhelado club de aviones, cuya fecha de nacimiento es el 23 de septiembre de 1988.
Con mucho esfuerzo y la ayuda de la empresa DIN S.A se construyó el primer hangar en el predio ubicado en la ruta 25, camino al Paraná de las Palmas. Pero con el nuevo siglo esas tierras, prestadas, fueron vendidas para emprendimientos urbanísticos Y los fanáticos de los aviones debieron buscar un nuevo lugar que los reciba.
Así, a través de gestiones con la Municipalidad, consiguieron el campo donde están hoy, en Florencio Parravicini 1890, detrás del barrio parque El Cazador. Allí volvieron a armar el antiguo hangar, construyeron la pista y, de a poco, la casa se fue agrandando. Actualmente cuentan con una confitería propia y cinco galpones para guardar las naves. Un lujo, producto del sacrificio y la unión de los socios y la comisión directiva.
“Gracias a Dios y al esfuerzo de todos, el club sigue creciendo día a día. Y seguimos cumpliendo con uno de nuestros objetivos, que es la formación de nuevos pilotos, ya sea para la actividad profesional como para la deportiva”, recalca a DIA 32 su tesorero, Fernando Giampieri.
Flota propia
La mayoría de los socios fundadores son de Escobar, aunque con el crecimiento inmobiliario en la zona y el avance de internet comenzaron a llegar personas de localidades vecinas, como también de Capital Federal.
“Contamos con dos aeronaves, una es un Cesena 172 cuatriplaza, con el cual realizamos la instrucción, hacemos vuelos de bautismo, traslados, adaptaciones y entrenamiento de pilotos. También travesías, búsquedas y reconocimientos. La otra es una Aeronca Champ, que es un avión de tren convencional biplaza, de uso casi exclusivo para instrucción y entrenamientos”.
El Aeroclub ofrece una instrucción que otorga la licencia de piloto privado de avión. El curso es de 40 horas de vuelo, con instructor, y se puede realizar en un mínimo de 3 meses y un máximo de dos años, “así el alumno puede manejar sus tiempos y administrar su dinero de la forma más conveniente”.
El aspecto social también es clave para la actual dirigencia. “Hicimos contacto con la Dirección de Turismo y estamos recibiendo visitas de colegios, para que los chicos conozcan los aviones más de cerca. También con Entidades de Bien Público, colaborando en los desfiles organizados por la Municipalidad, y con la Policía Distrital, con quien realizamos vuelos de reconocimiento de la zona”, detalla el directivo.
A corto y mediano plazo, la institución tiene trazados varios objetivos. “Queremos construir el hangar exclusivo del Aeroclub, que contará con instalaciones nuevas, aulas y administración para dar las clases teóricas. Y también pensamos prolongar la pista y así ampliar los márgenes de seguridad para la operación de distintos tipos de aeronaves”, adelanta Giampieri.
El club de aviones está abierto para todos, inclusive para aquellos que por nada del mundo sacan los pies de la tierra. “Buscamos tener un lugar donde la familia se divierta, venga a descansar, a aprender y pasarla bien, sin la obligación de tener que volar”. Será cuestión de animarse y probar…
Contactos
Los interesados en ponerse en contacto con el club pueden enviar un mail a info@aeroclubescobar.org.ar. Su página web es www.aeroclubescobar.org.ar.