Comenzó a correr en 2015 y en esta temporada lidera su categoría en el campeonato provincial de cuatriciclos. El joven piloto escobarense sueña con el título: “Ojalá se me dé, está en uno cumplir las metas”.

Su hobby por manejar cuatriciclos empezó hace algunos años, cuando andaba en la playa durante las vacaciones familiares y también en las calles del barrio Las Lomas, donde vive. Su padre le regaló el primer cuatri a los 12 y, desde entonces, no se bajó nunca más.

En 2015 empezó a competir. Aunque solo estuvo en tres carreras, sintió la adrenalina de la velocidad y el hecho de medirse contra otros pilotos lo llevó a querer dedicarse a esta actividad. Por eso, a principios de esta temporada Tomás Ribaudo (18) se inscribió para el Campeonato de ATV Cross, que se corre un fin de semana al mes en diferentes circuitos de la provincia. Y así se largó.

“El campeonato se armó muy lindo, somos 140 corredores en distintas categorías. Yo corro en Promocional A, un nivel amateur. Ahí somos 20 pilotos. Tenemos que tener motor y amortiguación standard. Yo uso un Yamaha motor IFZ 450, le pusimos escape y computadora, que le da más caballos de fuerza al motor y es algo que está permitido”, le cuenta el joven escobarense a DIA 32.

Hasta el momento, su desempeño es más que satisfactorio: hizo podio en las cinco carreras que se disputaron en el año, con dos primeros puestos, en Navarro y Bragado. Así, encabeza las posiciones con 9 puntos de ventaja sobre el segundo y 11 sobre el tercero. Quedan dos fechas: la de este mes es en Zárate y la última en Villa Gesell, en noviembre.

“Venimos bien, ojalá se me dé. No podés dejar de entrenar nunca. Hago gimnasio y bici para las piernas, porque casi siempre andas parado. Hay que tener físico sí o sí”, remarca, mostrando su sacrificio para rendir al cien por ciento.

Además, todas las semanas entrena en el circuito de Otamendi, porque en la zona no sobran lugares para probar los vehículos y pulir técnicas de manejo. Los circuitos del Campeonato ATV son diferentes y cada uno cuenta con cualidades propias. “Yo ando bien en las curvas y en los saltos. Lo que hay que hacer es estar siempre muy concentrado, hay presión y somos muchos pilotos, largamos todos juntos y cuando llegás a la primera curva entran dos nada más”, confiesa.

Los choques son muy comunes en este tipo de competencias, donde los corredores están expuestos a caer del vehículo y sufrir lesiones. Ribaudo tuvo sus golpes de novato el año pasado y los explica con sinceridad: “Pasa que era muy loquito, cuando largaba mal iba con todo y me ponía loco. Una vez sufrí una fisura cerca de la cintura”, recuerda. Sin embargo, redobla la apuesta y no se amedrenta: “Siempre hay golpes. Pero la adrenalina que sentís ahí arriba no se compara con nada. Es algo que llevás en la sangre, sino no podés correr”, afirma.

Más allá de cómo termine este campeonato, ya piensa en lo que será la próxima temporada, en la cual planea pasarse a la categoría Pre-Junior, donde se utiliza motor y amortiguación libres, con cuatriciclos más rápidos. “Mi gran objetivo es llegar a correr en Profesional, sé que hay que entrenar mucho, que es un gran sacrificio, pero está en uno cumplir las metas”, sostiene, demostrando una gran madurez a pesar de su corta edad.

Apasionado por los motores, la velocidad y el vértigo, Tomás Ribaudo es una nueva promesa del deporte escobarense, que empieza a hacerse sentir, acelerando a puro entusiasmo.

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