Por JAVIER RUBINSTEIN
Director de El Deportivo Magazine y El Deportivo Web
A fines de 2009 surgió la idea de armar un equipo de primera, con la base de cadetes y juveniles formados en la escuela de básquet del polideportivo municipal de Garín. Ya en 2010 se plasmó el proyecto y comenzó la competencia en la “C” de la Liga Porteña, un año más tarde el plantel consiguió el ascenso a la “B” y desde ahí el despegue no paró más.
“En 2011 ganamos todo: Clausura, Copa de Campeones y el ascenso a la ‘A’. Fuimos subcampeones del torneo de verano y de la Copa de Campeones 2012, después ganamos el Apertura y este año el torneo de verano, que finalizó a principios de abril”. Quien cuenta las proezas del equipo a DIA 32 es su creador y entrenador, Gustavo Carrizo, el gran responsable de que Las Cabras se hayan adjudicado un lugar dorado dentro del básquet bonaerense.
Del último certamen participaron 30 equipos de todas las categorías de la Porteña y los garinenses superaron en la final a Gimnasia y Esgrima de Villa del Parque por 74 a 71. Así, consiguieron su quinto campeonato “sobre nueve torneos jugados y siete finales disputadas”. Una campaña consagratoria en sólo cuatro temporadas de existencia.
En los primeros años fueron una grata revelación para el entorno del torneo, pero después se convirtieron en el rival al que todos le quieren ganar. “Sabía que podíamos formar un buen equipo, pero no creí que íbamos a llegar a lo que llegamos y que íbamos a tener tanta repercusión”, confiesa Carrizo.
El entrenador sostiene que no hay secretos en el juego, pero da una pista de los motivos del alto rendimiento que muestran: “Acá lo más importante es que son todos amigos y los jugadores que entran se integran perfectamente al grupo. Hay una buena conversación y eso es fundamental”.
Dentro de ese plantel multicampeón hay dos piezas clave, que juegan al básquet desde chicos y son el alma del equipo: los hermanos Ezequiel y Mariano Ramos Chávez. “Son dos referentes, siempre estuvieron en el polideportivo y se destacan en el equipo que estén. Aportan manejo, control, seguridad, son una fuerza importante dentro de la cancha”, afirma el DT, que los conoce desde pibes y sabe perfectamente lo que pueden dar.
Jonathan Medina, Federico Verde, Marcos Pérez, Alan Gaggino, Matías Pacheco, Martín Ruíz Campos y Alan Villalba son otros de los jugadores con más trayectoria en la escuadra garinense.
El tema de la localía es un asunto a resolver para el equipo. La Liga Porteña exige que el piso de la cancha sea de parqué y las sedes donde juegan son dos, ambas fuera del distrito: Pedro Echagüe (Flores) y 17 de Agosto (Villa Pueyrredón). “Lamentablemente no tenemos la estructura de un club para jugar un torneo oficial, no hay otra alternativa. El Municipio nos manda todas las semanas el micro para trasladarnos. Sería genial poder jugar en el partido de Escobar, hay mucha gente que nos va a ver”, declara Carrizo.
Las Cabras -cuyo nombre se debe a una jugada defensiva que denominaron así- ya ganaron todo lo que había en juego, hoy les queda tratar de repetir esos logros o buscar nuevos rumbos. “Hay que seguir entrenando, concentrados, y tratar de jugar cada vez mejor, es a lo que apuntamos. Si hay relajación de los grandes tengo varios juveniles que están preparados”.
“El torneo de Zárate-Campana tiene otra estructura, igual creo tener equipo para jugarla. Lamentablemente no podemos por el tema del lugar físico, por el radio, pero me gustaría jugarla en algún momento”, sostiene Carrizo, quien este año también armó un conjunto femenino que ya empezó a competir.
Ya en el final de la entrevista, Carrizo reconoce que este equipo es su mayor logro como entrenador. “He trabajado mucho en las inferiores, pero por repercusión y movimiento Las Cabras son un boom”.