Es el primer sudamericano en conquistar el título mundial de kick boxing, orgullo que logró en la noche del viernes 17 de julio en la Plaza de Toros de Estepona, Málaga, tras superar al local Francisco Palenzuela por descalificación. No hubiera sido la manera en la que deseaba ganar, pero la increíble y repudiable reacción del español llevó a “Aquiles” a lo más alto y a Palenzuela a lo más bajo: fue descalificado de por vida y no podrá volver a subirse a un ring nunca más. Enrique Cano fue a pelear a España por el título de la International Sport Kick Boxing Association (ISKA), pero la pelea duró menos de un minuto. Tras recibir de Palenzuela un golpe bajo y una patada asesina en la sien, Cano terminó el combate inconsciente y en la cama de un hospital. Así fue la historia en Málaga y “Aquiles” es el nuevo campeón del mundo en el nivel K1 de kick boxing internacional.
“Ya tenemos propuestas para ir a pelear a Miami y otra para un casino en Las Vegas, que nos interesa mucho a nivel económico aunque seria de otra Federación y no de la ISKA”, cuenta el peleador en su gimnasio del centro de Escobar.
El escobarense por adopción (nació en Tigre el 24 de julio de 1973 y desde los 4 vive en esta ciudad) a los 11 años empezó con los deportes de contacto, haciendo taekwondo en el Club Independiente de Escobar con Edmundo Arellano como profesor. “Todo lo aprendí de él, es mi padre y mi amigo”. Después pasó al full contact y así llegó al kick y thai boxing, disciplinas sólo para corajudos, donde vale todo y “se cobra” de lo lindo. Lo entrenan Gastón García y Alejandro Garelli, dos “bastones” para el luchador.
Su primer título llegó recién a los 30 años: el argentino de kick boxing. Se lesionó el rival del campeón y lo llamaron a él, sabiendo que era punto y que no tenía demasiadas chances. “En esos 45 días entrené todo lo que pude, y me quedé con el título por puntos, en fallo unánime en las tres tarjetas. Le gané a Mario ‘El Misil’ Avalos, un reconocido campeón que se vio sorprendido por mí”, recuerda “Aquiles”.
Después de esa pelea conoció a Antonio Brest, promotor de este deporte, quien le consiguió el combate por el título argentino de thai boxing. Cano pidió que sea en Escobar, para que la gente de acá lo conozca. En el polideportivo Luis Monti la pelea duró un asalto, noqueó a su adversario y volvió a demostrar quién era el más fuerte.
Un mes antes de viajar a España, conquistó el sudamericano de thai boeing, en Villa Vallier, ante un uruguayo que sólo soportó dos rounds. “Este deporte me apasiona, yo no correría detrás de una pelota ni cinco minutos, jamás jugué al fútbol y no me gusta verlo. Mis peleas son batallas, sólo perdí dos veces y nunca pensé en dejar después de haber cobrado mucho”, cuenta acerca de su pasión por esta disciplina. “Aquiles” tiene un sueño: “Festejar el título, ya que gané pero terminé en el hospital. Me hubiera gustado que dieran el fallo y me levantaran la mano, no irme en camilla. Mi corazón siente eso. En la primera defensa que haga será mi brazo el que levanten y me sentiré enteramente un campeón”, confiesa en la soledad de su gimnasio, con el ring vado y los cuadros de su conquista colgados en la pared.
Club de peleadores
Cano da clases de kick boxing, muay thai, vale todo MMA y submission grappling (lucha de suelo) en el gimnasio Fighters Club, ubicado en el primer piso de Tapia de Cruz 34 (Galería Avenida). Belén de Escobar. Contacto: kickboxingcano@yahoo.com.ar.