Heredó el oficio de su padre y lleva casi cuatro décadas atendiendo clientes en diferentes bares y restaurantes escobarenses . Toda una vida preparando café y sugiriendo platos. “Me gusta el buen trato y las relaciones públicas”, confiesa.
Javier Rubinstein
Es jefe de cardiología del hospital Erill, donde estuvo internado por coronavirus junto a su madre. Ambos lograron recuperarse. “Las terapias intensivas mejoraron mucho en la pandemia”, destaca.
Es el utilero de Deportivo Armenio desde hace 26 años. Es el primero en llegar y el último en irse de cada práctica. Querido y escuchado por todos, afirma: “Esta es mi casa, mi vida”.
Durante diez años fue cocinero y mozo del bar América, hasta que cerró. Fue padre a los 16, perdió a su mujer y rehízo su vida. Vendió café en la Feria Rivadavia y en 2019 abrió su propia panchería. “Esto me cambió la vida, estoy muy feliz”, afirma.
Con compromiso y entusiasmo, cada mes lleva la revista DIA 32 a cientos de hogares escobarenses en su bicicleta, desde el Paraná de las Palmas hasta el barrio Lambertuchi. Un todoterreno infatigable, siempre al pie del cañón.
A los 38 años se dio el gusto de ser campeona sudamericana de wushu kung fu. Por la edad, ya no puede competir, pero da clases en su gimnasio y enseña valores. “Nunca hay que darse por vencida”, afirma.
Con 71 años recién cumplidos y 44 de trayectoria profesional, por su consultorio pasaron generaciones enteras de escobarenses. Además, se mantiene en excelente estado jugando al tenis, su otra pasión.
Varios clubes de Escobar ya pudieron reabrir sus puertas para que los socios vuelvan a practicar actividades. La nueva modalidad es con turnos, en grupos reducidos y al aire libre. Poco a poco, la inactividad va quedando atrás.
La familia Magnani tiene una larga tradición en el rubro, que comenzó hace siete décadas y ya abarca a tres generaciones. “El reconocimiento de la gente es impresionante”, afirman padre e hijo.
Nació en Garín, se formó en Argentinos y Tigre y a los 28 años le llegó la chance de jugar en primera con Patronato. Un trotamundos del fútbol que participó de una hazaña en Uruguay, jugó en Chile y en Grecia y viene de ser ídolo en Alvarado de Mar del Plata.
La pandemia lo obligó a ponerle punto final a su carrera comercial, después de cinco décadas. “Mis hijos me pidieron que disfrute lo que me queda”, confiesa Oscar Pérez.
Se inició en el comercio en la década del ‘80 y sobrevivió a varias crisis, pero ninguna como esta. Por eso, decidió reconvertir el bar Del Polaco con un anexo de verdulería. Presente y pasado de un escobarense de toda la vida, emprendedor y sociable.
Cansado de la rutina y el desgaste laboral, hace cuatro años se fue a vivir a Brasil junto a su esposa y sus tres hijos. Vendió todos sus bienes en Escobar y construyó posadas para turistas en Praia do Rosa. “Creo que no volvemos más”, sostiene, adaptado y feliz.
Tiene 17 años, vive en Loma Verde y esta temporada empezó a competir en el TC Pista, donde debutó con un segundo puesto y ganó la siguiente fecha. “Me gusta ir rápido y aprender en cada carrera”, afirma.
Fue figura y máximo goleador del Stuttgart, que obtuvo el subcampeonato y el ascenso a la primera división alemana. Además, integra la Selección Argentina y sueña sin límites: “Este es mi mejor año, creo que me esperan grandes cosas”, afirma el escobarense, ilusionado.
La cuarentena por el Covid-19 obligó a reformular la manera de hacer actividad física. En Escobar, muchos profesores se reinventaron para seguir en sintonía con sus alumnos y empezaron a dar clases online en diferentes plataformas.
Es el mayor exponente escobarense del periodismo. Trabajó más de 15 años en Clarín y ganó un premio internacional por una investigación sobre coimas policiales. Hoy es editor general de un portal y afirma: “Me motiva darle espacio a los que no tienen lugar”.
Con una historia de vida conmovedora, es un constante hacedor de atletas escobarenses y tiene una ascendencia admirable entre sus alumnos. “Hay que escucharlos, valorarlos y prepararlos para lo que les toque”, confiesa.
En un contexto económico por demás adverso, varias empresas lograron reconvertirse produciendo insumos para enfrentar la pandemia. Así, mantienen las fuentes de trabajo y colaboran en la lucha contra el Covid-19.
Este 2020 estaba lleno de desafíos para muchos deportistas escobarenses, pero todo se vio frustrado por la pandemia. Desde Juegos Olímpicos hasta Parapanamericanos y Fórmula 3.
Vive en Maschwitz, tiene 81 años y en 2019 ganó el Mundial Senior de Croacia en dobles, un logro inédito para el país en esta disciplina. “No imagino mi vida sin el tenis”, asegura, feliz y vital.