Esto es muy sospechoso. Acá hay gato encerrado”. Entre indignado, resignado e incrédulo, el presidente de la Asociación Vecinal Ruta 26, Javier Coqui, intenta encontrarle explicaciones a uno de los episodios políticos locales que más revuelo generó en 2024, justamente cuando el año expiraba: la aprobación unánime y ultra expeditiva del Concejo Deliberante de Escobar a la instalación de una sala de bingo en Ingeniero Maschwitz.
Una línea temporal de los acontecimientos contribuirá a comprender mejor lo que pasó, con sus singularidades y entretelones. A través del expediente 18.318/24, el presidente del bloque de concejales de Juntos, Leandro Goroyesky, presentó el viernes 6 de diciembre un proyecto de ordenanza para habilitar “la localización de un desarrollo comercial, recreativo y sala de bingo” en la intersección de la ruta provincial 26 y la Colectora Oeste de Panamericana, entre las calles Los Nogales y Pueyrredón. La apetecible superficie, de 10.000 metros cuadrados, ocupa seis parcelas de una manzana.
Doce días después de esa presentación, el miércoles 18, la Comisión de Interpretación y Reglamento del Concejo Deliberante pidió que sea remitido a diversas áreas del gobierno municipal para que emitan su opinión. La devolución fue en tiempo récord: en menos de 48 horas dieron sus dictámenes -favorables- la Secretaría de Planificación e Infraestructura, la Secretaría Legal y Técnica, la Secretaría de Gobierno y la Secretaría General.
Siguiendo el adrenalínico ritmo impuesto por el Ejecutivo, la presidenta del Concejo, Laura Guazzaroni, convocó de apuro una sesión extraordinaria para el viernes 27 a fin de tratar ese expediente y otros de menor relevancia, en el inusual horario de las 9.30 (normalmente son al mediodía). Todo esto cuando ya se daba por iniciado el receso legislativo, tras las votaciones de las ordenanzas impositivas y del Presupuesto 2025.
Así, entre Navidad y Año Nuevo, el Concejo Deliberante se convocó de urgencia para tratar el proyecto de Goroyesky, que se aprobó por unanimidad y con la sugestiva ausencia de cuatro concejales (tres de la oposición). Afuera del recinto, porque solo dejaron ingresar a unos pocos, decenas de vecinos se manifestaron en contra del bingo, entre ellos miembros de la Asamblea Ambientalista de Escobar y de la Asociación de Vecinos Ruta 26. Adentro, el clima estuvo espeso. “Chorros” y “corruptos” fueron algunos de los epítetos que resonaron en la sala de sesiones, sin destinatarios puntuales.
“Acá no puede haber ningún tipo de sospecha, porque no hay cuestiones raras. Acá lo que hay es una inversión privada, dispuesta a poder hacerlo de manera rápida y donde el Municipio y la Provincia van a controlar que se cumplan todos los requerimientos técnicos. Por eso, no tiene que haber temor”, enfatizó el presidente del bloque de Unión por la Patria, Javier Rehl, que cerró la ronda de oradores previa a la votación.
Minutos antes, Goroyesky había argumentado que su proyecto tendrá un impacto positivo en la comunidad. “Estamos hablando de una inversión privada muy importante, de unos 50 millones de dólares. No es solo una sala de bingo, sino un desarrollo integral, con hotelería y locales comerciales, que va a permitir que el distrito crezca y va a generar 450 puestos de trabajo”.
Otros concejales también exaltaron que se verá favorecido el Hospital del Bicentenario de Garín, ya que su asociación cooperadora será la entidad que “apadrinará” el negocio, tal como prevé la ley que regula en la provincia a los salones de juegos de azar. Se estima que, a valore actuales, recibiría unos 25 millones de pesos al mes.
“Gato encerrado”
Para los vecinos que se movilizaron contra la habilitación del bingo, quizás lo más frustrante haya sido la falta de representación política con la que se encontraron. En otras oportunidades, como en 2016, cuando se dio el conflicto por la rezonificación de la ruta 26, habían contado con un férreo acompañamiento del PRO, aunque la ordenanza se aprobó igual. Esta vez, ningún concejal estuvo del lado de ellos.
“Nos enteramos del proyecto pocos días antes y nos movilizamos para tratar de detenerlo. Hicimos bastante ruido, pero lo aprobaron sin inmutarse. Esto es muy sospechoso, acá hay gato encerrado”, manifestó el presidente de la Asociación Vecinal Ruta 26 veinticuatro horas después de la sesión, entrevistado por el periodista Marcelo Bonelli en Radio Mitre.
“¿No tienen otra cosa mejor que poner un bingo ahí? Nosotros no nos oponemos a que se instale un hotel, pero un bingo… Eso ya es demasiado. Un bingo nos trae inseguridad, lavado de dinero, distribución de drogas, promoción de la ludopatía. Es algo nefasto que destruye el tejido social, sobre todo en un pueblo tranquilo como es Maschwitz”, opinó Coqui.
“Estamos hablando de una inversión privada de unos 50 millones de dólares, que va a permitir que el distrito crezca y a generar 450 puestos de trabajo”, afirmó el concejal Goroyesky.
En otro pasaje de la entrevista, el vecino señaló que el lugar donde se instalará el bingo “es un barrio residencial, tranquilo, de quintas, donde no hay emprendimientos económicos de este tipo”. Además, cuestionó que está “a 500 metros de un colegio y a 700 de otro, en un lugar donde circulan muchos trabajadores, que es un poco lo que se busca también, que los trabajadores pasen, jueguen y dejen ahí su sueldo”.
Cuando le preguntaron quiénes estarían detrás del proyecto, señaló: “En esto estaría involucrado el intendente Sujarchuk, que actúa como patrón de estancia, (Daniel) Angelici, que maneja todos los bingos de la provincia, con la anuencia de (Cristian) Ritondo. De hecho, este proyecto lo presentó un concejal del PRO que responde directamente a Ritondo”.
A pesar del desaliento por la aprobación del proyecto, los vecinos iniciaron una petición online en la plataforma Change.org para frenar la futura construcción del bingo. Al cierre de esta nota, habían superado las once mil firmas.
Peces gordos
Con el correr de los días, las versiones y especulaciones sobre quiénes serían los verdaderos interesados en el desembarco de una sala de juegos de azar en Maschwitz se fueron convirtiendo en certezas. Varios periodistas y medios nacionales con llegada a principales actores de la política confirmaron las sospechas de los vecinos y permitieron entender el entramado del proyecto, que ya desde su origen en un bloque minoritario y su tratamiento extraordinario con pleno apoyo del oficialismo hizo sospechar al más ingenuo.
Lo primero que se supo es que el apuro estaría dado por la inminente mudanza de Bingo Ramallo, que desde hace varios años opera en el centro de esa ciudad pero, ante el auge de las apuestas online, ya no sería tan redituable. La firma es presidida por Fabio Fernández, un hombre ligado a la vida política del Club Independiente de Avellaneda. En el pasado, la empresa estuvo dirigida por Daniel Angelici -ex presidente de Boca Juniors y hombre de confianza de Mauricio Macri- y por un socio suyo en el mundo del juego, Daniel Darío Matuone, con quien compartió directorio en otras compañías como Desarrollos Maipú SA.
Esta información la publicó el sitio web de La Nación, en un artículo firmado por Federico González del Solar. El periodista también dio por sentado el vínculo entre el autor del proyecto, Leandro Goroyesky, y el jefe de bloque del PRO en la Cámara de Diputados de la Nación, Cristian Ritondo -recientemente denunciado por presunto enriquecimiento ilícito-, y de este último con Angelici y Sujarchuk, quien, por otra parte, mantuvo hasta el momento un absoluto silencio sobre el asunto.
En la provincia de Buenos Aires existen 45 salas de bingo, distribuidas en 32 distritos, que es el máximo autorizado por ley. Las dificultades para crear nuevas son muchas. El traslado de licencias aprobadas, en cambio, es una operatoria más factible y que ya cuenta con antecedentes. Este podría ser uno nuevo. En cualquier caso, no obstante, la última palabra la tendrá el gobernador Axel Kicillof, ya que la autorización final para este tipo de trámites depende del Instituto Provincial de Lotería y Casinos.
Mientras tanto, lo que en una parte de la sociedad de Maschwitz generó indignación, en Ramallo es motivo de una profunda preocupación. La salida del bingo no solo dejaría sin trabajo a un centenar de vecinos de ese municipio, sino que también desfinanciaría a la biblioteca popular José Manuel Estrada, que mensualmente recibe fondos de esa casa de juegos. Por ahora, el establecimiento sigue funcionando con normalidad de jueves a domingo.
Por motivos diametralmente opuestos a los de sus pares escobarenses, los concejales del PRO y la UCR de Ramallo están pidiendo una sesión extraordinaria a fin de aclarar el futuro del bingo. Un negocio que acá atravesó la grieta y convirtió a peronistas, macristas y libertarios en abanderados de las máquinas tragamonedas y la ruleta.
ENCUESTA VIRTUAL
Opiniones divididas en las redes sociales
Más allá de las controvertidas circunstancias en las que se desarrolló el tratamiento y la votación del proyecto, la posible llegada de un bingo a Ingeniero Maschwitz generó en la comunidad niveles de rechazo y aceptación bastante similares. Una encuesta realizada por El Día de Escobar en sus redes sociales, de la que participaron más de 1.800 personas, arrojó como resultado un 40% de votos en contra del proyecto y un 36% de aprobación. A su vez, 17% eligió la opción “No me importa” y el 7% restante dijo no estar informado del tema.