Cuando todo hacía pensar que en 2020 se interrumpiría la continuidad de Escobar Vibra, finalmente los protocolos actuales para los eventos culturales al aire libre permitieron la realización de la cuarta edición del certamen de bandas y solistas.
Al igual que el año pasado, la competencia convocó a artistas de todas las localidades e incluyó la categoría Sub18, llamada “Desde Acá”, que va por su tercera edición.
Teniendo en cuenta las adversidades consecuentes de la pandemia, en un año donde la actividad musical en vivo fue casi nula, la inscripción al concurso marcó un nuevo hito, con casi un centenar de interesados en participar.
Finalmente fueron 53 los artistas seleccionados, quienes entre noviembre y diciembre pasaron por el escenario montado en el parque Papa Francisco, en Ingeniero Maschwitz, con todos los protocolos correspondientes, tanto para el cuidado del público como de los artistas y demás involucrados en el espectáculo.
Rock, jazz, pop, melódico, trap, romántico, indie, instrumental y reggae, entre otros géneros, sonaron a lo largo de cinco encuentros donde quedó demostrado no sólo la gran cantidad de grupos y solistas (emergentes y otros con más trayectoria) sino también la calidad artística que abunda en el terreno local.
Escobar Vibra también se posicionó como un certamen que está lejos de tener un objetivo competitivo. El espíritu de camaradería entre los artistas y con el público presente lo convierte en el evento musical más esperado en la agenda anual.
Fomentar e impulsar entre los artistas y la sociedad la práctica de la cultura musical como expresión auténtica de nuestra identidad; promover la formación de bandas y solistas en las instituciones educativas; estimular el área artística en el desarrollo de la juventud, ayudando a valorar la sana competencia, la disciplina, la participación y el compañerismo; e impulsar la producción local (canciones de propia autoría, producciones discográficas y audiovisuales), son los pilares que fundaron el certamen en 2017.
En esta edición, el jurado estuvo integrado por Barbarita Palacios (solista, integrante de la banda de Gustavo Santaolalla, ganadora de un Premio Gardel), Matías Morán (músico, director de Orquesta La Kalimba, representante de la Secretaría de Cultura) y Martín Pozzo (periodista, director de revista La Negra y conductor del programa Generación E).
Los tres tuvieron la ardua tarea de puntualizar en cada artista ejes como la calidad musical, la interpretación, la originalidad, la presencia escénica, la relación con los espectadores y algunos aspectos comunicacionales. El público fue “el cuarto jurado” a través de sus aplausos y arengas.
La gran final
El último encuentro de Escobar Vibra fue el sábado 19. Con el espacio de mesas y sillas colmado por el público desde el comienzo, los finalistas de las dos categorías tuvieron un breve set sobre el escenario.
Por la categoría “Desde Acá” se presentaron Pateando Rock, Hidden, Candela Cano y Axolote, en tanto que Victoria Arancibia no pudo participar por un contacto estrecho con Covid-19. Entre los adultos compitieron Gran Desorden, Florencia Sol Safóns, Energy Roots y Tirando Dados. Por algunos casos de coronavirus en sus integrantes, Chayco también se perdió la gran final.
Entre los adolescentes, la solista pop Candela Cano obtuvo el tercer lugar (ganó una orden de compra en accesorios/instrumentos musicales), mientras que la agrupación de k-pop Hidden recibió el premio de 10 horas de grabación, mezcla y masterización correspondiente al segundo puesto.
Los ganadores de 20 horas de grabación, mezcla y mastering fueron Pateando Rock, el trío rockero conformado por Marcos Tomás Cerdeiro (guitarra y voz), Matías Lucchiari (batería) y Ezequiel Benitez (bajo y coros).
Por su parte, la banda de reggae Energy Roots subió al tercer puesto del podio (ganó una orden de compra en accesorios/instrumentos musicales), mientras que Tirando Dados (rock and roll) se acreditó el segundo lugar en la categoría principal, asegurándose la realización integral de un videoclip.
El merecido primer puesto (30 horas de grabación, mezcla y mastering) quedó en manos de Gran Desorden, agrupación de garage rock, con tintes punk y de rock and roll, conformado por Bárbara García (guitarra y voz), Pablo Calocero (bajo), Manuel Gonzales (guitarra) y Juan Zaragoza (batería).
Con la presencia del intendente Ariel Sujarchuk y del secretario de Cultura, Pablo Ramos, los galardonados recibieron su diploma con las ovaciones merecidas.
El cierre de lujo lo tuvo al reconocido solista pop Leo García dando un enérgico show, donde repasó sus hits (Morrisey, Reírme más, La isla del sol) y tuvo un sentido homenaje a Gustavo Cerati, uno de sus padrinos artísticos (versionó Prófugos, de Soda Stereo), y a Sergio Denis.
Con distanciamiento social y respetando los protocolos, la cultura no se detuvo en la pandemia. Y el Escobar Vibra demostró que la música autóctona goza de muy buena salud.