Cuando Salvador Dalí le dijo que había soñado con hormigas que pululaban en sus manos, Luis Buñuel recordó su sueño en el que una navaja seccionaba el ojo de una persona. Corría el año 1929 y ninguno de los dos había llegado aún a la fama. Pero la película (muda) que filmaron sobre aquellas imaginarias situaciones marcaría un punto de inflexión en la historia cinematográfica. Con una duración de 17 minutos a puro surrealismo y transgrediendo los esquemas narrativos canónicos, Un perro andaluz se convertiría en el cortometraje más visto e influyente. Ocho décadas después, el género cuenta con miles de adeptos en todo el mundo y hasta tiene un festival anual en Escobar, que este 14 y 15 presentará su séptima edición con varios atractivos.
Por la experiencia acumulada en sus seis concursos anteriores, “Escobar de Película” ha ganado mucho más que un lugar en el calendario oficial del Instituto Nacional de Cine y Artes Audiovisuales (INCAA). Tanto la seriedad de los organizadores como el respaldo de un jurado de reconocidos especialistas -este año, los directores Juan Carlos Desanzo y Pablo Torre, junto al profesor Francisco Acri- han hecho que la pantalla de este certamen atraiga a realizadores de todo el país y del exterior.
Para esta edición se inscribieron 155 obras, de las cuales solo 23 llegaron a formar parte de la grilla que el público podrá ver este sábado 14 en el teatro Seminari a partir de las dos de la tarde, con entrada libre y gratuita. Además, las ganadoras en cada rubro -ficción, documental, animación y extranjera- se volverán a pasar al día siguiente, desde las 18, en la entrega de premios.
Entre las finalistas abundan las ficciones, con 16 títulos, mientras que el segmento internacional estará conformado por seis películas españolas y una canadiense. A nivel local, se inscribieron seis cortometrajes, pero el único que pasó el filtro es un documental sobre el trabajo social del garinense Humberto Delmagro en la ONG “Luz, Esperanza y Pureza”.
“La calidad de los cortometrajes que se presentaron este año es excelente. Ojalá que la gente participe y pueda disfrutarlos”, expresó Juan Carlos Villaba, quien preside la asociación civil que desde 2004 organiza el festival. La cuenta regresiva, ya comenzó.