Otra vez sopa con ABSA. Como en cada verano, en diversos barrios y el centro de Belén de Escobar los vecinos debieron soportar sorpresivos y prolongados cortes en el suministro de agua corriente, algunos incluso de hasta una semana, con temperaturas tropicales.
Uno de los casos más graves ocurrió, paradójicamente, durante el fin de semana largo del carnaval. En Stone y una franja del centro de la ciudad los tanques estuvieron secos durante seis cálidos días. La situación se normalizó el miércoles 18, con una lluvia que redujo drásticamente el consumo y permitió recuperar los niveles de presión.
Ese episodio motivó que un grupo de usuarios impulsara una convocatoria que se concretó el viernes 27, en la plaza San Martín, y a la que asistieron algo más de cien vecinos. “Queremos agua”, fue la consigna que sintetizó el reclamo.
Los vecinos también acudieron a la defensora del Pueblo, Rocío Fernández, y al intendente Sandro Guzmán. Entre otras respuestas, obtuvieron que la secretaria de Obras y Servicios Públicos del Municipio, Florencia Lali, intime a la empresa por carta documento a normalizar la prestación del servicio.
El tema también se instaló en el Concejo Deliberante, donde los concejales, en la sesión extraordinaria del jueves 26, aprobaron un proyecto de resolución reclamando a ABSA informes y soluciones inmediatas a esta problemática. “La inversión es nula, el servicio es paupérrimo y el control de la empresa es escandaloso. Está claro que quien tiene la responsabilidad es el gobernador Scioli, ya que el 90% del paquete accionario de ABSA corresponde al Estado provincial”, afirmó el concejal vecinalista Leandro Costa.
Causas del problema
Los vecinos que se manifestaron el 27 coincidieron en puntualizar su preocupación por el avance de las edificaciones en altura, que en los últimos años incrementaron significativamente la demanda del vital elemento en el casco céntrico de la ciudad. Esa es una de las causas del problema, aunque no la única.
La red de agua potable escobarense data de mediados de los ‘70, cuando la población era cuatro veces menor a la actual. Pero las inversiones no han acompañado ni por asomo ese crecimiento. Las pocas perforaciones del centro son reforzadas por los pozos de los barrios periféricos para dar abasto. Y cuando en uno de ellos se corta la luz, el agua no alcanza para todos.
El derroche de muchos usuarios tampoco contribuye a la causa. Según la empresa, el consumo promedio per cápita del recurso debería ser de 90 litros diarios, cuando en la realidad es de 250.
¿Soluciones de fondo?
Como primera medida ante el creciente malestar de los usuarios, Aguas Bonaerenses inició las pruebas de reactivación de una perforación ubicada en la plaza principal con capacidad de inyectar a la red 15 mil litros por hora. El pozo había dejado de funcionar por orden del entonces intendente Luis Patti “para preservar las baldosas”, explicaron desde la empresa.
También se fortaleció el funcionamiento de una bomba del barrio Philips que colabora con el abastecimiento del centro. Pero no mucho más. De nuevas perforaciones, que es lo más necesario, ni miras.
«Vivo a media cuadra de la plaza y hace dos años que el problema es grave. Se bañan dos personas y se acaba el agua”. Marisa, de Escobar centro.
Tengo tan poca presión que no llega ni al tanque, que está a cuatro metros de altura. Estamos a la deriva”. Gastón, del barrio Stone
«Hace dos meses que el agua directamente no sube. Si no hacen inversiones, con todos los edificios nuevos que hay lógicamente vamos a tener este problema”. Jorge, de Escobar centro