Linda, simpática y buena gente, sobre todo muy buena gente. Tanto que acaba de ser elegida como segunda princesa de la Fiesta Provincial de las Buenas Costumbres y la Amistad, que se realiza desde 2013 en Santa Fe. Se trata de Celeste García (22), la joven de Garín que desde los 15 años acomoda sus horarios de estudio y de trabajo para poder participar en cuanto concurso de belleza se le cruce por el camino, con un fin más altruista y competitivo: “Mi objetivo es divertirme y ayudar a las fiestas”, explica a DIA 32.
Nacida en Tigre, estudiante de Diseño de Indumentaria en la UBA y empleada de comercio, en 2014 fue electa Reina Paisana del 10º Encuentro de Raíces Provincianas, en Garín, donde al año siguiente la designaron “Embajadora Eterna”; y en 2016 estuvo entre las 16 finalistas que aspiraban a convertirse en la nueva Reina Nacional de la Flor. Pero ella no se la cree y deja bien en claro que sus aptitudes van mucho más allá de lo meramente estético.
Sobre su experiencia en la emblemática exposición escobarense, cuenta: “Cuando el jurado me preguntó por qué no me había anotado antes, siendo que era de acá, le respondí que no me sentía preparada mentalmente para afrontar tamaña responsabilidad. Creo que tenés que tener cierto desenvolvimiento y cualidades para poder representar una fiesta tan importante como es la de la Flor”, explica la segunda de tres hermanos e hija de un matrimonio de migrantes chaqueños que desde muy chica le enseñó que “para conseguir las cosas hay que esforzarse y perseverar”.
Un poco por este mandato familiar y otro tanto por su deseo de “conocer otras fiestas”, decidió cruzar los límites de Buenos Aires para aventurarse en otras celebraciones populares. Así fue que en junio pasado participó de la 45° Fiesta Nacional del Zapallo, en Ceres (Santa Fe), y en diciembre se inscribió para competir en la 4° Fiesta Provincial de las Buenas Costumbres y la Amistad, que se desarrolló en la localidad rosarina de Piñero, desde donde se vino con una tiara en la frente.
“No lo esperaba y todavía no caigo, porque es muy difícil ganar algo siendo que una no es de la zona”, expresa, tan orgullosa como humilde. Además, asegura que el evento en el que fue distinguida hace honor a su leitmotiv: “Tiene una temática solidaria y a las postulantes se las juzga más por sus valores que por la lindura y el conocimiento en profundidad de algún tema”, explica sobre esta versión de los muchas veces cuestionados y competitivos concursos femeninos.
“El compañerismo dentro de los concursos existe, al menos de mi parte. Yo les decía a las otras postulantes que se olvidarán de la elección, que la disfrutaran, porque, más allá de ganarte una corona, lo más importante es el recuerdo que uno se lleva. El título pasa en un año, pero los valores quedan”, reflexiona Celeste.