Escobarense por elección desde 2011, Jorge Velázquez (46) logró ingresar al selecto grupo de nueve corredores argentinos que el 30 de septiembre competirá en la Spartathlon de Atenas. La posibilidad se le abrió por sus buenas performances en distintas pruebas de más de 100 kilómetros. Lo que siguió para poder entrar fue enviar la documentación requerida e ir cumpliendo uno a uno todos los requisitos de la organización.
La exigencia en suelo griego será máxima: “La carrera tiene un tiempo máximo para terminarla de 36 horas y cuenta con 75 puntos de control. Esto significa que tiene horarios de cierre que, en caso de no llegar a tiempo, te sacan de la competencia. No se para, no importa si caminás, corrés o te arrastrás, pero parar no es nunca la salida. Es considerada la ultramaratón más dura por las condiciones, altimetría y complejidad del circuito”, le cuenta Velázquez a DIA 32, transmitiendo las características del enorme desafío que tendrá por delante.
El recorrido es de 246 kilómetros: desde Atenas hasta Esparta. Según las estadísticas de esta ultramaratón, apenas el 40% logra terminarla.
¿Cómo hace un ser humano para estar un máximo de 36 horas corriendo, sin poder parar y bajo un desgaste físico agobiante? Velázquez tiene una estrategia calculada al detalle para no fracasar en el intento: “Tenés que levantarte con muchas ganas de correr. El convencimiento de querer hacerlo, un buen plan de entrenamiento y una alimentación sana son fundamentales”, asegura. También destaca que “el aliento de los otros competidores ayuda mucho. Siempre he reconocido una alta solidaridad entre los ultramaratonistas, más allá de las diferencias”.
Este atleta ya tiene sus “batallas” en correr casi infinitamente, algo que no es nuevo para él. Compite en maratones desde 2006 y en ultramaratones desde hace cinco años. Además, participó de pruebas en circuitos cerrados durante 24 horas, completando alrededor de 190 extenuantes kilómetros, pero siempre en el país.
Mientras entrena diariamente de cara a su gran objetivo, Velázquez rememora sus más lucidas carreras: el tercer puesto en el Iº Campeonato Argentino de Ultramaratón que se hizo en La Plata y la quinta posición en la Copa Argentina de 100 kilómetros que se realizó en Carlos Casares.
El escobarense también fue noticia cuando participó del Desafío Eco Solidario “Pinamar-Mar del Plata” (120 km), donde apadrinó a la Escuela Nº22 de Islas, que recibió una ayuda económica para mejorar sus instalaciones. Además, el año pasado fue parte de una prueba de 74 kilómetros denominada “Sí a la Vida”, en la que se reclamó el cese de actividades del puerto regasificador que funciona en el Paraná de las Palmas. Ese recorrido fue hasta el Congreso Nacional, donde entregó un petitorio para que el buque deje de operar.
Recientemente, el pasado sábado 30 de julio, fue el único ultramaratonista de Escobar que participó de la prueba Zárate-Baradero, otro evento solidario en el que dijo presente corriendo los 80 kilómetros entre una ciudad y otra.
Su pasión por andar a las corridas viene de muy chico. “Iba y volvía del colegio, con el uniforme y la mochila, al trote. Una vez mi viejo me vio desde el colectivo y me dijo: ¡van a creer que te robaste algo! Tenía 10 años y el running recién comenzaba tímidamente, era el año ‘80”, recuerda. Sus primeros 10 kilómetros los corrió con 13 años. “De ahí en más, siempre que tenía oportunidad corría, casi siempre solo”, cuenta el profesor de Educación Física y entrenador de atletismo, que también practicó rug-by, triatlón y pentatlón.
Jorge Velázquez: un verdadero todoterreno que en Atenas, donde nacieron los Juegos Olímpicos, intentará concretar una hazaña digna de un verdadero gladiador. A base de entrenamiento, constancia y fortaleza mental buscará nada menos que terminar la prueba atlética más dura del mundo.