Por CIRO D. YACUZZI
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Venimos transitando el tramo final de una campaña electoral que ha ofrecido distintos matices. A nivel nacional, en el último mes la pulseada entre los principales candidatos se caracterizó infinitamente más por acusaciones cruzadas de todo tipo y factor que por la presentación de propuestas concretas. La disputa por la gobernación, en cambio, quedó relegada a un segundo plano, eclipsada por la contienda presidencial. Mientras que en Escobar las aguas están bastante serenas en comparación a elecciones anteriores, aunque la discusión pública sobre cómo llevar a cabo la gestión municipal a partir del 10 de diciembre no alcanzó la dimensión que debiera tener.
Antes de entrar en el tema central de la nota, un somero pantallazo. Es cierto que la implementación de las elecciones primarias ha alterado el proceso de definición de los comicios. El hecho de que haya existido una votación previa a la del domingo 25 hace que cada uno de los candidatos arranque esta nueva carrera desde una determinada posición, esa en la que lo ubica el aval recibido en los comicios del domingo 9 de agosto y que acota bastante el margen para sorpresas.
Si se da la lógica, Daniel Scioli se impondrá a Mauricio Macri -la duda es si podrá evitar el ballotage-, Aníbal Fernández a María Eugenia Vidal y Ariel Sujarchuk a Leandro Costa. Esto no es ningún misterio para nadie y es difícil imaginar que pueda ocurrir algún evento que modifique las proyecciones, teniendo en cuenta los porcentajes con los que llegan de las PASO unos y otros y que no existen encuestas que permitan inferir un cambio significativo de ese escenario.
En el orden local, el número de candidatos a intendente será el menor desde el regreso de la democracia, en 1983. Apenas cinco. Pero lo que está en juego no es solo quién toma las riendas del Municipio antes de fin de año. También se definirá la renovación de la mitad del Concejo Deliberante: doce bancas que, según cómo se repartan, marcarán la relación de fuerzas entre el oficialismo y los distintos sectores de la oposición.
Actualmente, solo tres espacios políticos tienen representación parlamentaria en el distrito: el Frente para la Victoria, el Frente Renovador y Cambiemos. Los tres buscarán no solo no resignar su número de concejales sino aumentarlo. En tanto, para Progresistas y el Frente de Izquierda el gran desafío de estas elecciones es lograr al menos un lugar en el HCD, aunque para eso deberán duplicar su caudal de las primarias. Es decir, llegar al piso del 8,33% de los votos.
Compromiso público
Ahora bien. Gane quien gane, la pregunta que se impone es qué pasará con el partido de Escobar en los próximos cuatros años. Abriendo las primeras páginas de la agenda local surgen no menos de una docena de temas medulares, necesidades básicas y deudas pendientes: agua corriente y cloacas, urbanismo, infraestructura, tránsito, salud pública, gestión de residuos, mantenimiento vial, seguridad, medio ambiente, educación, turismo, inundaciones y vivienda, por citar algunos, en orden aleatorio de importancia.
¿Permitirá el próximo intendente que las urbanizaciones privadas sigan avanzando indiscriminadamente sobre los humedales? ¿Se consumará la eterna promesa de finalizar la obra y poner en funcionamiento el Hospital del Bicentenario de Garín? ¿Finalizará la construcción de las 274 viviendas sociales en Maquinista Savio? ¿Se potenciará el capital turístico existente en las riberas del Paraná y el Luján? ¿Tendrá Escobar, por fin, un desarrollo universitario? ¿Continuará operando el tan temido puerto regasificador? ¿Se tomarán medidas para evitar que medio distrito quede bajo el agua en cada temporal? En definitiva, a qué se compromete realmente cada candidato.
Para ayudar a orientar la decisión de quienes aún se encuentran indecisos, pero también para que obre como compromiso público, DIA 32 publica en esta edición las plataformas electorales de las cinco fuerzas que pugnarán en los venideros comicios locales. Vale decir, lo que en ellas aparece es su compromiso ante la sociedad y lo que se les podrá exigir que hagan. No solo a quien asuma el gobierno, también a quienes tengan el rol de controlar y proponer desde el Concejo Deliberante en la nueva etapa política que iniciará el partido de Escobar cuando Sandro Guzmán le ceda el sillón de Lambertuchi a quien la gente elija para sucederlo al frente del Municipio.
