Desde el 1° de enero entró en vigencia en todo el país la Prestación Básica Universal y Obligatoria (PBU) para los servicios de comunicaciones móviles, telefonía fija, Internet y televisión. Esto significa, en pocas palabras, brindar tarifas más accesibles para que las personas de menos recursos puedan acceder a ellos.
El objetivo de la Casa Rosada es que todos los argentinos estén conectados. “Apuntamos a que ningún ciudadano se quede sin servicio y a que las compañías sigan invirtiendo en un mercado cada vez más grande”, explicó el presidente del Ente Nacional de Comunicaciones (Enacom), Claudio Ambrosini.
Con este plan, la prestación básica para la telefonía móvil es de $150 y cuenta con WhatsApp gratis. En tanto que la conexión fija a Internet ofrece tres opciones, de acuerdo a los clientes totales que tenga cada empresa. La velocidad de banda ancha oscila entre 2 y 10 megas y el valor va de $600 a $700, según el servicio contratado.
Además, los usuarios pueden acceder a descuentos de entre 20% y 30% en la tarifa de TV por cable; depende de la empresa contratada y de la cantidad de abonados que tenga en su nómina.
Esta iniciativa alcanza a un amplio universo: jubilados, pensionados y trabajadores en relación de dependencia que cobren por debajo del salario mínimo, vital y móvil; monotributistas de las categorías más bajas, beneficiarios de asignaciones familiares y planes sociales, y personas desempleadas.
También abarca a clubes de barrio, entidades de bien público y asociaciones de bomberos voluntarios. Para acceder hay que presentar una declaración jurada en la empresa proveedora, que se puede descargar del sitio web del Enacom. Quienes ya tengan contratado el servicio y cumplan con los requisitos también pueden acceder al beneficio.
En agosto de 2019, a través de un Decreto de Necesidad y Urgencia (DNU), el gobierno nacional declaró a la telefonía móvil, internet y la TV como servicios de interés público y esenciales en todo el país. En aquel entonces, se congelaron las tarifas. Ahora se dio un paso más adelante.
“La reglamentación de la PBU es una inequívoca señal de política pública dirigida a sostener la asequibilidad a servicios esenciales para millones de argentinas y argentinos beneficiarios de planes sociales”, afirman desde el organismo de control.
Antes de que el presidente Alberto Fernández impulsara esta propuesta, en el partido de Escobar el intendente Ariel Sujarchuk había intentado algo por el estilo desde el Municipio: un triple play municipal que parecía prometedor, pero duró poco más que un suspiro y naufragó por completo.
Principio y fin
En julio de 2019, Sujarchuk lanzó Conect.ar Escobar, un servicio municipal que ofrecía internet, televisión por cable y telefonía a precios más accesibles que los del mercado.
El proyecto fue uno de los caballitos de batalla del jefe comunal en los meses previos a las elecciones generales, en las que fue reelecto. “Esto es parte del proceso de modernización del Estado Municipal, pero también de consolidar a nuestro distrito a la vanguardia de la innovación tecnológica, educativa y cultural”, anunciaba, entusiasmado.
Con el aval del Concejo Deliberante, el Ejecutivo le dio vida al proyecto asociándose con una empresa llamada Vizion, radicada en Pilar, que se encargaría de proveer el servicio en los domicilios de los abonados.
En la primera etapa únicamente se ofrecían conexiones a internet, con un ancho de banda de 50 megas. Meses después, Conect.ar Escobar ya contaba con un pack de triple play que tenía, además, 70 canales y telefonía IP.
La red de cobertura se inició en Belén de Escobar y, fundamentalmente, Matheu. Más adelante continuó su crecimiento y se expandió a distintas zonas de Garín y Maschwitz. La promoción por el lanzamiento bonificaba los primeros tres meses del paquete e incluía 40 canales con HD y 1.000 minutos gratis para llamadas locales.
Los vecinos podían solicitar la conexión a través de la web de Conect.ar Escobar o en su oficina comercial, instalada en un amplio local de la calle Asborno al 500, donde tiempo atrás funcionó la proveeduría de la Mutual Bomberos.
Todo iba sobre rieles y parecía que el ambicioso proyecto sería un gran acierto. Pero, de un momento al otro, a fines de 2019 el panorama cambió de manera rotunda: el Municipio dejó de darle difusión en sus redes sociales, el sitio web se cayó y un día la oficina comercial amaneció vacía.
Para esa altura, encima, numerosos usuarios ya habían puesto el grito en el cielo ante un servicio que muchas veces no cumplía las expectativas.
Como si fuese un tema menor o sin importancia, oficialmente nunca se informó que pasó. Ante las consultas de DIA 32, la respuesta fue que la Comuna y Vizion rescindieron el contrato “de mutuo acuerdo”.
La versión oficial es que surgieron diferencias entre ambas partes. La discrepancia se habría dado en relación a los números y la expansión de la red. “La empresa no quería avanzar hacia zonas donde hay pocos vecinos y, por ende, una escasa cantidad de futuros clientes”, explicó un vocero del Ejecutivo.
“En las primeras semanas, muchas familias se inscribieron y el servicio caminaba. Sin embargo, la relación entre inversión y cantidad de clientes era dispersa. Por otra parte, hay que tener en cuenta que la cotización del dólar era totalmente distinta al iniciar el proyecto”, ahondó.
El rubro de las telecomunicaciones está muy atado al valor de la divisa estadounidense y eso contrastaba con la intención de brindar una tarifa accesible para los sectores de menores recursos. Así, antes del inicio de la pandemia, ya no quedaban señal ni rastros de Conectar Escobar.
En el Enacom prevén que en los próximos meses poco más de 10 millones de personas podrán accedan a servicios de telecomunicaciones con precios mucho más accesibles de los que maneja el mercado. La telefonía móvil, la TV y la internet son servicios esenciales. Ningún argentino debería ser privado de ellas.