El hospital del Bicentenario de Garín sigue dando que hablar. Hace diez años se iniciaba su construcción, con la promesa de que en 2013 estaría funcionando. Pero ni siquiera la emergencia sanitaria por la pandemia de coronavirus hizo posible que ese proyecto se concrete de una buena vez. Sin embargo, en las últimas semanas surgieron algunas novedades.
DIA 32 publicó en junio un informe titulado El monumento al abandono. Entre otras averiguaciones, esta revista envió un pedido de información a PAMI, el organismo que tiene a su cargo la ejecución del proyecto de este Hospital del Bicentenario, uno de los siete que en 2008 anunció la entonces presidenta Cristina Fernández de Kirchner, de los cuales cinco están funcionando.
La respuesta de PAMI llegó después del cierre y la publicación del artículo. Fue el 30 de junio, con la firma del gerente de Administración, Santiago Corvalán Olivera, quien echó luz sobre algunas cuestiones. Por ejemplo, por qué no se priorizó terminar la obra y poner en marcha este nuevo hospital, ante la mayor demanda de atención médica y la emergencia sanitaria por el Covid-19.
Sobre este interrogante, el funcionario explicó que “se entendió conveniente direccionar todos los esfuerzos de gestión de infraestructura hospitalaria hacia aquellos efectores de salud en los cuales sus condiciones de avance de obra, infraestructura, instalaciones y servicios ya existentes tornaban conveniente y ventajoso realizar intervenciones que den resultados inmediatos para afrontar la emergencia sanitaria”.
Corvalán Olivera también precisó que la construcción del edificio para el futuro hospital se encuentra en un 62% de ejecución. Este solo dato contrasta con la extendida versión del 90%, que en los últimos años se escuchó de boca de más de un funcionario local.
El documento que el instituto de previsión social le envió a DIA 32 detalla la progresión anual de la obra, que se inició en septiembre de 2011. Ese primer año fue de 3,3%, en 2012 avanzó a 20,2% y en 2013 escaló a 49,8%. En 2014 apenas pasó a 54,7% y en 2015 llegó al 62,2% actual. Durante la presidencia de Mauricio Macri y la gobernación de María Eugenia Vidal la construcción estuvo paralizada. Y así sigue hasta hoy.
Una de las trabas para la puesta en funcionamiento del hospital es que tampoco está terminada la readecuación del arroyo Bedoya, que pasa por al lado del predio. Este proyecto, cuyo costo estimado es de casi $100 millones, comenzó en 2015 y teóricamente tenía que finalizar en 2020, pero apenas está en un 40%, según información del Ministerio de Obras Públicas de la Nación.
Otro obstáculo es la falta de las obras complementarias que el Municipio se había comprometido a realizar en 2010, durante la primera intendencia de Sandro Guzmán. En el marco del convenio suscripto para este proyecto, el Ejecutivo asumió la responsabilidad de instalar cloacas, una red de agua corriente, una planta depuradora, gas natural e iluminación. Pero no lo hizo.
“La Municipalidad de Escobar no ejecutó ni cumplió las obligaciones a su cargo, circunstancia que incidió de manera directa en el normal desarrollo de las obras”, argumentaron desde PAMI en agosto de 2018, cuando el Concejo Deliberante elevó un pedido de informes al organismo. También señalaron que “la mayoría de las obras complementarias son imprescindibles para la finalización del proyecto, la continuidad de la obra y el funcionamiento del hospital”.
En una conferencia de prensa que dio el viernes 30, el intendente Ariel Sujarchuk fue consultado sobre este tema y renovó la promesa. “Seguimos gestionando incansablemente su apertura. La obra se va a hacer, se va a terminar. Está entre los presupuestos que tiene PAMI y la voy a reclamar”, aseguró. Ver para creer.