Sin la parafernalia de otras inauguraciones -por el contrario, en un acto por demás simple e informal-, el pasado sábado 10 a la mañana quedó habilitado el puente que une a las localidades de Ingeniero Maschwitz y Benavídez, una obra estratégica por lo que contribuye a mejorar la conectividad vial.
La flamante estructura está sobre la calle Independencia, que corre paralela a las vías del tren, y cruza el Arroyo Garín. Construida en hormigón, tiene 32 metros de largo y 11 de ancho, un carril en cada sentido y senda peatonal.
A pesar de ser una obra que requirió una inversión diez veces menor, podría decirse que el impacto que tiene para el tránsito vehicular es más importante aún que el del paso bajo nivel de la calle Pablo Podestá, en Belén de Escobar, inaugurado a toda fanfarria el jueves 25 agosto con la presencia del presidente Alberto Fernández.
Un aspecto central de este nuevo puente es que conecta de manera directa a los partidos de Escobar y Tigre, sin necesidad de atravesar la muchas veces caótica autopista Panamericana. Hasta ahora, la única conexión interna entre ambos era a través del cruce ferroviario del Camino de La Bota, de prestaciones muy inferiores al nuevo circuito.
A un lado del arroyo, en el barrio San Lorenzo, se encuentran los colegios Santa Clara de Asís y San Pablo, mientras que del otro están los barrios privados San Benito y San Marco y el centro comercial Vila Terra Center, que antes quedaban aislados por la falta de un acceso vehicular sobre el angosto curso de agua.
Hasta la construcción de este puente, la única forma posible de cruzar el arroyo era a través de una estructura metálica apta para peatones, ciclistas y motos. La misma está entre las vías y el nuevo puente, aunque ahora quedó prácticamente en desuso.
Además de vincular a los sectores mencionados, la habilitación del puente generó un corredor vial de seis kilómetros lineales que vincula a las rutas provinciales 26 y 27 a través de las calles Independencia (del lado de Maschwitz) y Deán Funes (del lado de Benavídez).
Incluso más: haciendo el recorrido desde Benavídez hacia Maschwitz por Independencia se llega hasta la calle Mendoza -desemboca en la Granja Don Benito-, donde está el polo gastronómico. Desde allí se puede continuar por Caseros, cruzar el Arroyo Escobar por el puente La Arenera y tomar la avenida De los Lagos, que después empalma con la casi terminada avenida Libertad hasta la ruta provincial 25, a la altura del barrio parque El Cazador, para ir hasta el río Paraná.
De un extremo a otro, todo ese circuito -en su mayoría, asfaltos nuevos- tiene una extensión de catorce kilómetros. Esa traza permite unir tres rutas provinciales, dos municipios, tres localidades y más de una decena de barrios, sin tener que pasar por la autopista y aliviando otras arterias internas.
Complementariamente a la construcción del puente se hizo una obra indispensable para darle todo este potencial: se pavimentaron 500 metros de la calle Independencia que eran de tierra, 150 metros del segundo carril de Deán Funes y se generó un distribuidor vial sobre la unión de ambas arterias.
Además, se colocaron 90 columnas de luminarias LED sobre el nuevo trayecto asfaltado de Independencia -entre la escuela Santa Clara y el arroyo-, se construyeron una decena de lomos de burro -algo bruscos- para hacer respetar la velocidad máxima de 20km/h y se hizo la puesta en valor de las inmediaciones del arroyo, con esculturas metálicas y parquización.
El proyecto fue licitado en julio del año pasado y requirió una inversión final de $177 millones: el 90% fue aportado por el Municipio, que tuvo a cargo suyo la construcción del puente, mientras que la pavimentación y las luminarias fueron financiadas por el Ministerio de Infraestructura y Servicios Públicos de la provincia de Buenos Aires, a través del programa 6×6.
Regalo de cumpleaños
La inauguración oficial de la obra fue la antesala de los festejos que se realizaron ese mismo día en Ingeniero Maschwitz por el 37° aniversario de la sanción de la ley provincial 10.319, que le otorgó el rango de ciudad.
“No sé si hay una mejor manera de celebrar este aniversario que no sea con la apertura de este puente. No es una casualidad, es la causalidad de pensar siempre en obras que mejoren la vida de las personas”, expresó Ariel Sujarchuk.
El secretario de Economía del Conocimiento e intendente en uso de licencia remarcó que “este puente le va a mejorar la vida a miles de personas, porque incluye y une. Trae seguridad vial, mejora el tránsito interno de ambulancias, bomberos y patrulleros y genera más actividad comercial y desarrollo para la zona”.
Por su parte, el intendente interino, Carlos Ramil, sostuvo que el nuevo puente vial “favorece el tránsito a los colegios de la zona, es una obra estéticamente hermosa, pensada integralmente, en la que se sumaron veredas y luces para que las familias caminen tranquilas”.
La habilitación del puente Independencia tuvo una repercusión amplia y unánimemente favorable en las redes sociales, algo que pocas veces ocurre cuando se trata de acciones de gobierno. Además, se convirtió en una atractiva novedad que impulsó a muchos vecinos a recorrer esta zona.
Antes, sin el puente, ese lugar era una vía muerta. Ahora, se llenó de vida.
“Este puente le va a mejorar la vida a miles de personas, porque incluye y une”, afirmó Ariel Sujarchuk.