Cuando el río suena

Por Redacción

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Por HÉCTOR O. SÁNCHEZ
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Dice el dicho popular: “Cuando el río suena, agua trae”. Nunca mejor aplicado que en esta ocasión. Y lo decimos porque hoy nos toca hablar de la Escuela Municipal de Música Popular, que tiene que ver con el “ruido” pero bien entendido, el ruido expresado en la música. Esta rama del arte que provoca tanto placer en el corazón de las personas sensibles o no, pero que además tiene una función social y educativa y que seguramente le hará mucho bien a la comunidad escobarense.

El Instituto Superior Municipal de Formación Docente y Técnica –tal su denominación formal- empezó a funcionar en las últimas semanas de abril y su equipo directivo está encabezado por el profesor Claudio Barrón, quien en una charla distendida nos comentó todos los pormenores de este emprendimiento.

¿Cómo es la propuesta de la carrera?

Hay tres orientaciones: canto, guitarra y piano. Es el mismo plan que se dictaba en Arte Musas, solo que mezclado con una orientación a la música popular. Nosotros no podemos cambiar el plan ni la orientación con respecto a lo que se comenzó allá. La diferencia es que aquí está solo la carrera terciaria.

Esto es algo que no tiene precedentes en la zona. Es una carrera muy difícil de costear, porque es muy larga, son pocos alumnos, muchas materias y muchos profesores. La mayoría no son de acá y hay tareas muy específicas. En forma privada es muy difícil de realizarlo.

¿Cómo es el plan del FOBA?

Dentro del FOBA podés tener varias orientaciones. Nosotros tomamos tres: canto, guitarra y piano, porque la mayoría de los chicos que habían quedado de Arte Musas estaban orientados a estas tres posibilidades. En cada año son 15 materias que se distribuyen en áreas. Todas las materias son comunes, lo que varía es el instrumento. Una vez que se termina el ciclo básico la carrera ya tiene más materias pedagógicas y se achica la parte de materias musicales. Ya ahí es la parte más del profesorado.

¿Cuáles son los requisitos para inscribirse y cómo se conformó la matrícula de este año?

Tenemos alumnos provenientes de diversos institutos. La matrícula está en el orden de los 82 inscriptos, en estos momentos solo se da el ciclo básico (FOBA), que son los primeros tres años, pero la carrera dura 7 años. Entonces, ahora que promocionan los de tercero ya para el año que viene tendríamos que abrir el cuarto.

Los requisitos para poder inscribirse son, en principio, tener el octavo año terminado, o segundo del secundario de ahora, porque en los tres años de ciclo básico se estima que terminan el secundario. Igual, después se te caen chicos que vienen por curiosidad, que no tienen la expectativa de hacer el profesorado, que aún no tienen en claro qué quieren hacer.

Los horarios de cursada son de 18 a 22.30, de lunes a viernes, y los sábados de 10 a 12.

¿Cómo fue la convocatoria de docentes?

En estos momentos somos trece docentes, varios somos de Garín, hay dos de Capital, uno de Saavedra, de Maschwitz y otro de Boulogne, toda gente recibida y de confianza. Algunos vinieron de Arte Musas y los demás los convoque yo. Es un grupo lindo, porque nos conocemos todos. Yo soy profesor recibido hace cinco años y ya estaba ejerciendo en el partido. Trabajo en escuelas hace más de diez años, pero en terciario es la primera vez.

Tener la mayoría de los profesores con título es algo muy importante, están viniendo alumnos de otros partidos justamente por eso. A pesar de que tuvimos muy poca difusión, porque esto de que la mayoría sean titulados muy pocas veces se da en los institutos de arte de la zona.

La problemática del plan es que al ser tan largo y tener un perfil de egresado tan completo, en 7 años egresa muy poca gente, por eso no tenés docentes recibidos. Además, el campo laboral está muy acotado, es la escuela o nada, porque después en la academia trabaja el idóneo. El desgaste que hiciste durante 7 años no se ve reflejado cuando estás compitiendo con una persona que aprendió por ahí de oído a tocar un instrumento.

Acá lo que tenemos claro es que salimos docentes, no como en los conservatorios que casi con el mismo plan salen técnicos en instrumento, músicos para orquesta y docentes.

¿Cuál es el proyecto institucional?

Nuestro proyecto institucional es hacer bajadas a otras instituciones, a escuelas especiales y de isla, a jardines, llevar coros y hacer pequeñas muestras, fuera de la muestra de fin de año que siempre se va a hacer. El tema es sociabilizar todo. Nuestra idea es que el chico que se anota, no deje el secundario (los que están en octavo), que lo hagan en forma paralela.

¿Cómo se encuentran en el espacio que disponen?

En la parte edilicia este año nos arreglamos bien, con cuatro aulas en la Casa de la Cultura. Pero ante la difusión, y cuando tengamos que ir agregando los años siguientes al FOBA, vamos a tener que ir viendo. Tampoco creemos que tenga mucho sentido llenar las aulas de estudiantes de música. Con una mano en el corazón, al principio es todo muy lindo pero después tenes que remarla, porque una cosa es tocar un instrumento y otra hacer el profesorado. El filtro lo vas a tener automáticamente. Tampoco queremos crear falsas expectativas y que el chico después se sienta defraudado. Hacer una carrera y que después no tenga una salida laboral, como pasa en otras áreas, que hay una superpoblación y no tienen dónde ejercer.

¿Cuál es el balance de estos primeros meses?

Lo llevamos bastante bien, a pesar de que lo tuvimos que largar medio de golpe, es algo muy diferente tener que crear un instituto, somos todos profesores y para todos es algo nuevo, algunos nunca estuvimos en un equipo directivo. Existe un manejo de un montón de papeles que es bastante complejo. Lo que percibimos es que los alumnos están contentos, porque hay un buen nivel de docentes y se están haciendo las cosas con muchas ganas. Además, al haber un ambiente muy local se sienten acompañados, hay calidez, los profesores no faltan nunca. Realmente es una oportunidad para aquellos que les gusta esto, que no se da todos los días.