Completar esta frase tantas veces oída, de autor anónimo, para definir a los artistas independientes, es casi necesario. En este tipo de teatro se hace difícil para los actores poder cumplir con ensayos y actuaciones, principalmente porque muchos tienen otro trabajo, y “De poetas y de locos” no es la excepción a la regla.
El elenco estable del teatro Girona está integrado por Graciela Abela, Adriana De Angelis, Gonzalo Vásquez, Cintia Furmento, Ornar Cerrota, Marcos Marconi, Victoria Jufre, Florencia Millan, Diego Portillo, Alejandra Tedesco, Martin Barreto, Rubén Marino, Claudia Villegas, Marisa del Prado, Graziella Sureda (directora), Dario Borcosque (musicalización) y Gustavo Silva (asistente de dirección y operación técnica).
“En los talleres de teatro para adultos siempre preparamos la muestra para fin de año. Estábamos buscando material y uno trajo el texto de Venecia, nos gustó, la hicimos en la muestra de 2003 y como tuvo muy buena aceptación pensamos en hacerla como obra. Al año siguiente pedimos y obtuvimos los derechos y se le puso el nombre al grupo. De ahí no paramos más”, explican los actores a DIA 32 sobre los orígenes del elenco.
“Hasta ahora, todo lo que se ha hecho es para adolescentes y adultos, pero para el año que viene también va a ir dirigido a niños. La base de todo surge de los talleres y las muestras, allí se tantea lo que pasa con el público”.
La elección de una dramaturgia corre por cuenta de la directora del grupo, quien para ello tiene en cuenta distintos parámetros: “Cuando enfocamos para el taller y para la muestra es una cosa, pero cuando es para hacer una obra, yo empiezo a buscarle el objetivo para las escuelas, algo con lo que podamos dar un mensaje a los chicos. Todas lo tienen, pero no queremos tener problemas con un colegio porque la temática no sea acorde. Venecia, por ejemplo, la siguen pidiendo, porque es muy simple pero mágica», explica Sureda.
¿Cómo es el proyecto “Escuelas al teatro”?
Se realiza la función y al terminar los chicos preguntan lo que quieren. Después suben a improvisar como si fueran los actores, con luces, sonido, todo. Hay chicos que con esto conocen por primera vez un teatro. Ha pasado que escuelas que no salían nunca, ahora salen todos los años y quieren volver. A nosotros nos hace muy bien, porque puede ser un efecto multiplicador y tal vez se despierta en esos chicos la atracción por el teatro.
Las producciones que se incluyen en este proyecto son Venecia, de Jorge Accame; Estrella Negra -unipersonal de Graziella Sureda-, de Adriana Genta; Lombrices, de Pablo Albarellos; Los árboles mueren de pie, de Alejandro Casona, y en setiembre estrenarán Compañía, de Eduardo Rovner.
Si tuvieran que destacar una cualidad del grupo, ¿cuál sería?
La solidaridad. Cuando hay una muestra, por ejemplo, si estás mal porque te equivocaste todos te consuelan, te apoyan y te hacen sentir que no estás solo, se crea un vínculo muy fuerte entre todos. Cuando actuamos para los colegios llegamos a hacer tres funciones por día y pasamos juntos todo el tiempo, entonces se va formando como una gran familia. Eso se va viviendo ya desde los talleres, es diferente a cuando uno solo se junta para una obra. Alguien nos dice que a su edad encontró el lugar donde “abrir la puerta para ir a jugar”. Es un mundo aparte.
