Dicen que para comprender el presente y construir el futuro hay que conocer el pasado. Por eso, DIA 32 recurrió a los calificados historiadores locales Alfredo Melidore y Juan Pablo Beliera, quienes además de contar con varios libros en su haber son editores de las publicaciones mensuales Historiando Escobar y La Cañada de Escobar, respectivamente.
El cuestionario se ciñó a cinco preguntas, bastante globales pero cuyas respuestas permiten ilustrar algunos de los aspectos fundamentales del distrito, incluso muy anteriores a su constitución, cuando estas tierras eran habitadas por indios. No está de más apuntar que las entrevistas se realizaron por separado y sin el ánimo de contrastar opiniones sino de enriquecer el conocimiento de Escobar a través de estas distintas miradas.
Si tuviera que elegir las diez figuras más influyentes o destacadas de Escobar a lo largo de su historia, ¿a quiénes nombraría?
Melidore: Nunca se me ocurrió pensar que en este pueblo puedan destacarse o haberse destacado tan solo diez personas. Sinceramente, creo que, dentro de nuestro rico acervo histórico, deben haber sido muchisimas las figuras que lograron descollar en sus respectivos quehaceres a lo largo de los 132 años de vida que tiene Belén. Tengamos en cuenta, además, que muchos de los logros se debieron a la acción de grupos de vecinos que se juntaban y conformaban comisiones populares para trabajar por el progreso del paraje.
Beliera: Alonso de Escobar, por dar nombre a nuestro partido; don José Antonio Garin, cuyo nombre tomó la estación y el pueblo creado en sus adyacencias; el ingeniero Carlos Maschwitz y el maquinista Francisco Savio, ambos trabajadores del riel, por dar nombre a dos de nuestros pueblos. Eugenia Tapia de Cruz, en cuyas tierras se trazó el pueblo de Belén y quien donó los espacios donde se construyeron la estación ferroviaria, la iglesia parroquial y las dos plazas de la futura ciudad, de las cuales una se perdió. El doctor Benito Villanueva, fundador de la estancia Los Arenales, una de las primeras industrias rurales de importancia de la zona, en cuyas adyacencias creó el pueblo de Maschwitz. Domingo Nazarre, en cuyas tierras se asentó el pueblo, conocido en principio como Villa Matheu. Las familias de Justo y Pedro Nieto y de Pablo, Agustín y Justo Beliera, en cuyos campos se realizaron los primeros loteos que permitieron el crecimiento del pueblo y donaron las tierras donde se habilitó la parada Kilómetro 48, hoy Maquinista Savio. Y don Antonio “Tono” Lambertuchi, primer intendente electo del partido de Escobar en 1960, quien supo formar los cimientos que permitieron el crecimiento del pueblo de Escobar hasta llegar a la realidad actual, partiendo de la creación del parque industrial de Garin. Es lógico que la lista podría ser más extensa, pero la dejo así para respetar la consigna.
¿Qué hecho lo ha apasionado o interesado más en sus investigaciones?
Beliera: En lo personal, el asentamiento efectivo de estas tierras a principios del siglo XVIII y el nacimiento de las primeras familias criollas, vistas desde un punto de vista cuantitativo y genealógico.
Melidore: El hecho que más me ha entusiasmado es la investigación sobre la presencia de cinco vecinos de la zona que participaron en la cruenta e injusta Guerra del Paraguay. Algunos de estos cinco bravos guerreros tal vez hayan ido a pelear obligados, sabiendo de la impopularidad de esa contienda, que sembró de muertes, durante cinco años, a esta parte del continente y, en forma particular, despobló al heroico pueblo guaraní. Así y todo, fueron, pelearon y volvieron para contarla.
¿En cuántas etapas podría dividirse la historia de Escobar, incluso desde antes de su formación como partido?
Melidore: No creo que la historia de nuestro terruño pueda dividirse como si fueran compartimentos estancos. Si bien todas las etapas fueron interesantes, de las primeras hay menos «certezas” y más “hipótesis”, en tanto que de los últimos 132 años (desde el nacimiento de Belén) hay hitos revestidos de la verosimilitud que otorgan los documentos fidedignos, que se encuentran en diversos repositorios oficiales o privados. Todas las etapas por las que pasó la historia de nuestro pago chico son importantes, por sus diversos y ricos matices.
Beliera: Yo la dividiría en cinco. La primera está relacionada con los pueblos originarios que habitaban esta zona desde tiempos inmemoriales: los guaraníes de las islas. La segunda comienza con la conquista y colonización española, a fines del siglo XVI, con la llegada de los primeros conquistadores a estas tierras, cuando Juan de Garay entregó cuatro suertes de estancia con frentes al rio Luján, una de ellas a Alonso de Escobar. Otra etapa comienza con el asentamiento efectivo de estas tierras por colonos españoles y sus descendientes, ya criollos, a comienzos del siglo XVIII, formándose las primeras estancias y chacras del lugar. La cuarta se da con el nacimiento de los cuatro primeros pueblos del partido. Y la última etapa se produjo el 8 de octubre de 1959, cuando se creó el partido de Escobar mediante la ley 6.068 de la Legislatura provincial, con tierras correspondientes al antiguo partido de Pilar y de Tigre (antes Las Conchas).
¿Cuáles son los principales cambios que experimentó el distrito en las últimas cinco décadas?
Melidore: Los cambios fundamentales comenzaron hace algo más de 50 años. Por ejemplo, con el primer colegio secundario, que nació en 1953. Otra parte de la evolución y el progreso, sin duda, llegó luego de la creación del distrito: el primer banco, las empresas fabriles, las instituciones educativas estatales y privadas, los diversos loteos, algunos de los cuales han sido de una singular importancia.
Beliera: La creación de la ruta Panamericana, la instalación del parque industrial Oks en Garín, las diversas industrias asentadas en el contorno de la ciudad de Belén de Escobar y el asentamiento de la gran cantidad y diversidad de barrios privados.
¿En qué aspectos se progresó y en cuáles se involucionó especialmente en este tiempo?
Beliera: El partido de Escobar tuvo un crecimiento exponencial desde el punto de vista demográfico, partiendo de una población de 28.386 habitantes en 1960, para llegar en el censo del año 2000 a los 180.000 habitantes. Y si hacemos una proyección aproximada hasta nuestros días, es probable que estemos llegando a las 250.000 almas. Ese gran crecimiento cuantitativo se deteriora en lo cualitativo, porque en una ecuación obras y servicios públicos versus crecimiento poblacional se produce una problemática difícil de cubrir en lo inmediato, que se hace más sensible en las áreas de salud, educación y seguridad.
Melidore: Creo que hay que tener en cuenta que a esa explosión de las últimas décadas, relacionada con la construcción de barrios cerrados y de los grandes edificios, se contrapone algo muy triste como es el crecimiento de la pobreza. Como consecuencia de ello, en todo el distrito vemos la proliferación de numerosos asentamientos carecientes donde habitan los grandes sectores que integran las familias más humildes y, por ende, olvidadas por los gobiernos de turno.