Fuertemente respaldado en Garín y Savio, Sandro Guzmán llegó al 41% y triunfó por un margen que le garantiza su reelección en octubre. Incluso podría quedarse con las diez bancas legislativas si sus principales adversarios no logran mejorar los porcentajes. La oposición, esparcida en nueve listas, le prende velas al “voto útil”.