Un testimonio exclusivo a DIA 32 deja al descubierto el accionar clandestino de un grupo de mujeres ultracatólicas que luchan contra la interrupción de embarazos sin importar los medios. Publicidades engañosas y métodos coercitivos son algunas de las armas de las que se vale esta red, que somete a sus circunstanciales pacientes a violentas sesiones de imágenes y duras prédicas. ¿Vale todo por la religión?