El sexteto de rock escobarense presenta su primer disco, titulado Acecho. Grandes experiencias en apenas un lustro de escenarios. “El aplauso de la gente es algo muy gratificante”, afirman.

La banda nacida en octubre de 2012 y conformada por Gastón “Toto” Martínez (voz y guitarra), Flavio “Flacho” Durán (saxo), Leo Velázquez (armónica), Ariel Ruiz Díaz (batería), Pablo Telles (teclados, guitarra acústica, coros) y Lautaro “Lauti” Lopez (bajo) editó su primer disco, llamado Acecho.

Durante cinco años, Mentes Calientes llevó su rock vintage de los 70 y 80 mixturado con sonidos nuevos de la época actual por diversos festivales y bares. Ya compartieron escenario con La Renga, Lovorne, Viticus, Vox Dei y Almafuerte y recorrieron la provincia de Buenos Aires.

Meses de trabajo y composición consiguieron definir el estilo de la banda, mezclando la potencia del hard rock con el blues, incorporando sonidos de diferentes estilos como el punk y el rock and roll y ciertos tintes alternativos.

¿La música que generan es la que les gusta o la que les sale?

Durán: La música sale por una mezcla de nuestras limitaciones y de nuestras ganas. También es la posición que estás como músico en ese momento. A medida que vas componiendo te vas soltando más, sumado a la experiencia que vas adquiriendo. Empezamos a incorporar más cosas, a escuchar más.

Entonces, ¿queda algo del Mentes Calientes de octubre de 2012?

Martínez: Muchos de los primeros temas que compusimos quedaron en el camino porque no tenían ese feeling cuando los tocás o no tienen algo que te llega. Esto nos pasó con cuatro o cinco temas en la primera etapa de la banda, desde que nos juntamos hasta la realización del primer disco. Al principio éramos un power trío con saxo, después fuimos trabajando e hilando más fino. Va en las ganas. Este es el momento de la banda que todos tiramos para el mismo lado, con la camiseta puesta.

¿Cómo fue la realización de la primera producción discográfica?

Martínez: Estuvimos un poco más de un año. Corregimos muchas cosas sobre la marcha, desprolijidades. Terminado el disco, nos dimos cuenta que en el vivo habíamos profesionalizado muchas cosas gracias al paso por el estudio. Además, tuvimos la participación de Ernesto Romeo en piano y teclas, Lucas Bianchini en congas, Lucas Colamusi (de la banda de Dread Mar I) en trompeta, Fanny Campanelli en coros, Nicolás Lysyi en batería y Lucas Osorio en bajo.

Durán: Lo grabamos en el estudio Meghaterium (El Cazador), con Leandro Tomaselli como técnico de grabación, mezcla y mastering.

¿Cuáles son las motivaciones que tiene una banda para seguir tocando después de media década?

Durán: En este último tiempo, cuando salimos a tocar vemos una respuesta muy buena de parte de la gente. Así toquemos para cinco o quinientas personas, que te aplaudan es algo muy gratificante. Es la energía que te brindan. Te das cuenta de que no estamos tan errados y nos da ganas de seguir.

Martínez: Tocamos con La Renga. Eso te saca el miedo escénico, te sube la adrenalina, imagínate, ante veinte mil personas. Estábamos nerviosos, pero una vez que arrancás… Tuve la suerte de hablar con Chizzo (cantante de La Renga), una charla muy sincera que me reconfortó. Le pregunté si era largo el camino. Me dijo que si hacíamos temas propios se nos cerrarían todas las puertas y que ahí teníamos que insistir. Pero que estaba perfecto, que esa era el camino.

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