En una rama del deporte que quizás no arrastra a tantos espectadores pero crece en protagonistas y competitividad, el escobarense Oscar Luis Giroto -en realidad nació en Capital, pero vive en Loma Verde desde 1991- se ha erigido en un exponente notable, porque sostiene una extensa y regular carrera como maratonista y triatleta al mismo tiempo que diariamente lleva adelante su actividad profesional en un estudio contable. “Desde chico me gustó el deporte. A los 17, cuando terminaba el secundario, dejé un poco los deportes grupales y empecé a trotar por mi cuenta y a sentir el deporte aeróbico”, repasa. Al año siguiente “le tomé el gusto a correr”, agrega, y empezó a entrenar en ciclismo y natación. Así, en abril de 1987, cuando tenía 19, realizó su primer triatlón, en San Isidro.
A veintidós años de sus comienzos, Giroto acumula un historial de doscientas competencias de duatlón (pedestrismo y ciclismo) y triatlón, una ultramaratón (100 kilómetros), veintidós maratones (42 kilómetros), tres “Iron Man” (3.800 metros en el agua, 180 kilómetros en bicicleta y 42 de trote), -“uno no lo pude completar”, aclara-, doce medios “Iron Man” y arriba de cien pruebas de calle y medias maratones.
Las estadísticas de sus marcas como corredor también son interesantes: 5 kilómetros en 17 minutos y 20 segundos-, 10 en 35 minutos; 21 en 1 hora, 16 minutos y 44 segundos; y 42 kilómetros en 2:44.15 (su mejor nivel, en Rosario 2005, a razón de 3,52 minutos en promedio los mil metros). “Me considero un corredor de fondo, cuanto más larga la carrera, mejor», afirma al definirse.
Giroto, además, reconoce que la natación es su costado menos desarrollado y asegura haber mejorado con los pedales. Como referencia de sus tiempos como triatleta, en el último “Iron Man”, en 2007, en Brasil, tuvo un registro de 10 horas y 27 minutos.
“Lo destacado del triatlón como deporte individual es que podés salir último pero estar contento porque bajaste tu tiempo. Fundamentalmente, el desafío es con uno mismo”, plantea.
Para más ilustración sobre su trayectoria, este año se consagró campeón sudamericano de su categoría (40/44 años), ganó dos veces el triatlón de La Paz -el más importante del país en distancia olímpica-, se impuso en tres maratones de Rosario (entre 250 atletas) y el año pasado salió campeón argentino de duatlón olímpico. A nivel nacional está posicionado entre los cinco mejores maratonistas de su franja. Fuera del país compitió en 2000 en la maratón de Montevideo (Uruguay), en 2007 en el “Iron Man” de Florianópolis (Brasil) y el año pasado en la impresionante ultramaratón de Roma (Italia). Como objetivos cercanos, Giroto se fijó participar el 26 de junio en la maratón de Rio de Janeiro (Brasil) y en el campeonato argentino de 100 kilómetros que se hace en San Miguel del Monte entre agosto y septiembre. Para 2010, prevé ir en junio al mundial de España y en noviembre al “Iron Man” de Kosumé (México).
Desde 2006, Giroto comenzó a entrenar en la escuela de triatlón del complejo “Aquàtica”, de Alejandro Zucarelli, bajo las indicaciones de Luciano Drovetto. Su rutina semanal consiste en 3 ó 4 horas de natación (de 10 a 12 kilómetros), otras tantas de pedestrismo (60 a 70 kilómetros) y tres horas de ciclismo (150 a 200 kilómetros).
Para compatibilizar esa exigencia con su profesión de contador -se recibió en diciembre de 1990-, todos los días arranca la actividad física a las siete de la mañana, se aboca al estudio a partir de las 10 y dedica las últimas horas a la pileta. “Pero sin el apoyo de mi familia -está casado con Adriana Blasich y tiene tres hijos- y de mis compañeros de estudio, sería imposible”, admite agradecido este gran deportista local, que explica su crecimiento individual con una paráfrasis que bien encaja con su rol de atleta: «Siempre fui paso a paso”. Y vale de consejo.