Por CIRO D. YACUZZI
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Su apellido, de origen ucraniano, es difícil de memorizar, aunque se pronuncia como se escribe. Hasta hace tres meses su participación en la política doméstica era nula, si bien hace cinco años que vive junto a su esposa y tres hijos en un barrio cerrado de Loma Verde. Pero desde marzo desembarcó en el territorio con una fuerte impronta que rápidamente lo convirtió en la cara nueva de las próximas elecciones, aunque aún el kirchnerismo no haya definido ninguna candidatura.
Se llama Ariel Sujarchuk, nació en el barrio porteño de Flores, tiene 41 años y es fanático de River. De joven estudió y ejerció el periodismo, luego se volcó a la comunicación institucional en entidades públicas y privadas y en 1996 creó su propia consultora, Choice. Trabaja en el Ministerio de Desarrollo Social de la Nación como subsecretario de Comercialización de la Economía Social y también es el encargado de las relaciones públicas del Rectorado de la UBA.
Aunque no lo diga, Sujarchuk es el enviado de Alicia Kirchner a un distrito donde el rebaño oficialista está algo disperso y las señales de lealtad no registran demasiada intensidad. Por aspecto y verborragia, es imposible no encontrar en él algún aire al estilo de Sergio Massa. Pero quién es, qué piensa y qué quiere este hombre que hasta hace cinco meses era un completo desconocido y ahora sale todos los días en los medios locales y en la TV Pública.
Hace poco vive en Escobar, ¿qué lo llevó a incursionar políticamente en el distrito?
Yo empecé a hacer periodismo porque me gusta poder decir las cosas, y me incorporé a la política porque sentí que era el momento de no solo decirlas sino también de hacerlas. A fines del año pasado fui hablando con diferentes actores de la conducción política de nuestro espacio y tomamos la decisión de comenzar a trabajar, cada uno desde el lugar que más cómodo se siente y tratando de buscar un objetivo superador que no tenga un nombre propio como primera premisa sino el proyecto. Por eso elegimos el camino de mostrarnos haciendo distintas actividades, porque la manera en la que uno hace desde el llano supone la manera en la que uno va a hacer si el día de mañana es una alternativa de poder.
Usted habla de no anteponer nombres propios, pero hoy se habla de Ariel Sujarchuk, no de Kolina…
Eso es una apreciación tuya. Políticamente hay que construir representación y a espacio nacional y popular hay que dotarlo de la mayor cantidad de opciones representativas. Lo decía en La Carrera de Miguel: “Si corremos todos juntos, no importa quién llegue primero, porque lo que habrá llegado es el proyecto”. Y yo creo en los colectivos. Para todas nuestras actividades invitamos a todas las organizaciones afines y por eso trabajamos muy bien con otras expresiones del FPV como La Cámpora y JP Descamisados. Creo que quienes somos parte de la renovación política tenemos que tener valores claros y esencialmente con buenas prácticas. Las dudas se disipan con el tiempo y con el accionar.
¿Cómo ve la gestión de Sandro Guzmán? ¿Cuánto tiene de kirchnerista?
Guzmán hizo un traspaso del Paufe al FPV. Ese traspaso tuvo una decisión suya de hacerlo y una decisión del espacio de contenerlo. Y ese traspaso lo llevó a tener una elección muy buena en su reelección, con muchos más votos que la primera vez. Es el intendente votado por el pueblo, así que merece mi respeto, pero me gustaría que sea mucho más claro a veces, que profundice más las políticas del gobierno y que defina antes de la contienda electoral en dónde está, porque si no puede leerse como una especulación. Nosotros estamos acá y vamos a seguir estando acá, aunque el viento electoral no nos favorezca. En ese mismo sentido debería pronunciarse él.
¿Qué opina de Sergio Massa? ¿Lo conoce, tiene trato con él?
No tenemos una relación, pero en general tengo una buena opinión de él. Está haciendo una gestión interesante, es un emergente de este proyecto, porque Néstor le dio la posibilidad de conducir el ANSES y a partir de ahí mostrar todo lo que se hizo, que fue muy bueno, el proyecto lo apoyó para que sea el intendente de Tigre y cambie el signo político de ese distrito, y la Presidenta lo honró con el cargo más alto que puede ofrecer, de jefe de gabinete, en un período muy difícil. Sería bueno que también diga dónde está y qué va a hacer, porque los dichos que hay sobre Guzmán tienen que ver con algunas lecturas oscilantes que se hacen en cuanto al comportamiento que puede a llegar a tener él.
El año pasado fue parte de la delegación que participó de la misión comercial en Angola, ¿cómo fue esa experiencia?
Fue fantástica. En primer lugar porque fue una oportunidad importantísima para emprendedores, cooperativas y autogestionados de la economía social de exportar sus productos. Además, vendimos todo, fue una fiesta. Pero como periodista me dio tristeza por la burla y el destrato que hubo de ciertos medios. Incluso se criticaba lo que en realidad se debería valorar, que es la habilidad de buscar nuevos mercados para llevar nuestros productos.
Cristina es brillante. Compartan o no los argentinos las políticas que se están llevando adelante, todos tenemos que estar orgullosos de la calidad de presidente que tenemos. Tiene una capacidad intelectual y de conceptualización enorme.
Allí estuvo con la Presidenta, ¿cómo es en persona, en vivo?
Es brillante. Compartan o no los argentinos las políticas que se están llevando adelante, todos tenemos que estar orgullosos de la calidad de presidente que tenemos. Tiene una capacidad intelectual y de conceptualización enorme. Es muy gratificante formar parte de un gobierno donde tu presidente sabe todo, pero de todo en serio.
Y también estuvo Guillermo Moreno, ¿cómo es él?
Es un trabajador incansable. Cuando uno se levantaba, Moreno ya se había levantado; cuando uno se iba a dormir, él todavía seguía. Tiene una capacidad de trabajo gigante. Así como tiene convicciones muy fuertes y una manera también muy fuerte de expresarlas, también es un gran compañero y con mucho sentido de humor.
Como periodista y hombre de la comunicación, ¿qué opina de la forma de comunicar del gobierno nacional? Cadenas nacionales, una nueva camada de medios afines, saturación de publicidad oficial en Fútbol para Todos…
Pero Fútbol para Todos no es el único lugar donde se comunica, además es lícito y es parte de las políticas públicas. Este gobierno no comunica solo a través de los medios sino también de las bases, y eso es lo más importante. A los que venimos de la comunicación con una formación tradicional y más bien conservadora a veces nos cuesta entenderla, pero decir que este gobierno no comunica bien es subestimar a la sociedad. La mejor política de comunicación es hacer. Uno enseña mucho más por lo que hace que por lo que dice.
¿Ve 6,7,8 o Lanata?
No, a esa hora ceno con mi familia. Si estamos todos en la mesa, o no hay tele, que es lo más común, o están los dibujitos que miran mis hijas. Además, no veo demasiados programas de política rutinariamente.
¿Cree que la gente que participa de las manifestaciones contra el gobierno lo hace con convicciones propias o influida por el discurso de los medios de comunicación dominantes?
Creo que pasan las dos cosas. Hay gente que sale con sus convicciones y hay otra que es más susceptible a influencias externas. Pero, yendo más allá, lo que nosotros vamos a estar eligiendo tanto a nivel nacional como en el distrito es si lo que nos importa es el otro o uno mismo. Para mí, esa es la elección que los argentinos tenemos por delante, y en Escobar, potenciado. Este es un distrito geográfica y socialmente desintegrado. Entonces tiene que haber una política pública muy fuerte para construir un modelo de integración que genere una identidad colectiva.
¿Le gustaría ser intendente?
Sí, me gustaría. Bajo un marco político claro, abierto y con una conformación sana. Creo que los que tenemos responsabilidades especiales tenemos la obligación de tratar de modificar la realidad del lugar donde vivimos. Si me toca ser la representación de esa transformación, será un gran honor. Pero si no, que sea el compañero que mejor represente y defienda estos ideales.
