Desde muy chiquita que Camila Duaip Parrilli (10) quería ser futbolista, solo que por su corta edad no conseguía un club que la reciba en Escobar ni alrededores. Le faltaba crecer, le decían a su papá, cuando quería anotarla. Y aunque solo tenía 6 años, ella se conformaba pateando con amiguitos en el patio de su casa.
En 2015 su familia se instaló en la ciudad de Madrid. Sus padres, Horacio y Natalia, vivían en Caballito, después se mudaron a Escobar. Buscaron más tranquilidad para la crianza de la nena, que después de terminar primer grado en la Escuela Dante Alighieri cambió de país y se le abrieron las posibilidades que tanto buscó.
Su madre es diplomática, concursó y le asignaron como destino la Embajada Argentina en España. Allí fueron los tres junto a Joaquín (6), el hijo menor del matrimonio.
“Cuando vinimos, en las extracurriculares del colegio Cami se anotó en fútbol, algo que ella ya quería hacer y en Escobar no conseguimos. Así que empezó en fútbol mixto en Madrid, pero con más varones que nenas”, le cuenta su papá a DIA 32, que lo entrevistó a la distancia para conocer más sobre la historia de la pequeña escobarense que juega en el “Aleti” y sueña con ser futbolista profesional.
El Atlético Madrid y el Rayo Vallecano son los clubes españoles más importantes en la formación de jugadoras. Horacio mandó un mail al Atlético y se presentó. El día de la prueba había otras 50 chicas. “Me sorprendió el profesionalismo de la prueba, analizaron cómo corría, cómo le pegaba, cómo cabeceaba. Hicieron un partido y me dijeron que me llamarían. Camila jugó otro partido y a los 15 días me llamaron para que la anotara en la academia, había quedado”, comenta, feliz por el buen presente de su hija.
Mi deseo más grande es poder debutar en la selección argentina femenina, llevar puesta esa camiseta y jugar con el corazón”.
Presente y desafíos
Camila ya lleva tres temporadas en el “Colchonero”: jugó en las categorías Benjamín 1° y 2° año y ahora está en Alevín. Así se dividen los equipos de menores en España; después le siguen infantiles, cadetes y juveniles. El conjunto albirrojo de mayores es el actual campeón de la Liga Femenina.
“Este es un camino muy largo, recién tiene 10 años pero es lo que ella quiere hacer. Su equipo es muy competitivo, todas tienen un gran nivel y lo demuestran todos los sábados”, explica Horacio, que la sigue a todos lados junto al resto de la familia.
Ella es defensora y puede desempeñarse como zaguera central o lateral por la derecha, le sobra actitud y además es la capitana de su equipo -elegida por sus compañeras-, que marcha puntero en el torneo de Alevines.
El fútbol es mi vida. Es lo que más feliz me pone, lo más divertido que hago. Jugar es muy importante para mí, muy significativo en mi vida”, afirma Camila -hincha de Boca-, que el 3 de abril cumplirá 11 años y se expresa con una madurez y claridad dignas de destacar.
Varias veces ha sido elegida por el club para salir con el equipo de primera división de hombres en la previa de partidos de Liga o Champions League, algo que le encanta. Además, puede ir cuando quiera a ver al equipo y estuvo junto a su padre en la victoria del “Aleti” 2 a 0 sobre la Juventus, el pasado miércoles 20, por la Champions.
“Mi deseo más grande es poder debutar en la selección argentina femenina, llevar puesta esa camiseta y jugar con el corazón. Ese es el sueño de mi vida”, confiesa, ilusionada. ¿Será la nueva “Cholita” del Atlético? Como Simeone, pero mujer. Pura garra, sacrificio y coraje, una fórmula que suele dar grandes resultados en el fútbol.