Por CIRO D. YACUZZI
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En la apertura de las sesiones ordinarias del Concejo Deliberante -el miércoles 11 de abril-, el intendente Sandro Guzmán dedicó uno de los pasajes más enérgicos de su discurso a la empresa encargada de la recolección de residuos y el barrido de calles en Belén de Escobar, Garín e Ingeniero Maschwitz. Acusó a sus directivos de “cuasimafiosos” y sugirió una posibilidad que semanas después está a punto de materializarse: la rescisión del contrato con Covelia y el llamado a una nueva licitación para el servicio de higiene urbana.
En su alocución ante los concejales, el alcalde escobarense se quejó de “actitudes un tanto mafiosas” y “aprietes” de la empresa para sacarle al Municipio “un aumento totalmente injusto”. No aportó muchas precisiones en ese aspecto, aunque habló de un 50% y señaló que en otros distritos llegaron a plantear una readecuación del 110% en los costos de su servicio. Ante este panorama, adelantó que enviaría al Concejo Deliberante un expediente para que los ediles analicen el camino a seguir.
En efecto, dicho expediente (14.035/12, iniciado el 4 de abril) ingresó al Legislativo a la semana siguiente. Sin embargo, en su frondosa documentación no hay una sola foja sobre el incremento exigido por Covelia al que aludió Guzmán. Sí, en cambio, abundan decenas de actas de contravención y reclamos vecinales por distintas falencias de la empresa. Una de ellas: no haber prestado el servicio el lunes 2 de abril.
En una carta documento, Covelia se excusó 12diciendo que no puede obligar a sus empleados a trabajar un feriado. Sin embargo, a eso se había comprometido al firmar el contrato de la concesión por ocho años que se le otorgó el año pasado. En su artículo 28º, el pliego de especificaciones particulares señala expresamente que el servicio “deberá prestarse inclusive los feriados”.
La comisión de Obras y Servicios Públicos del Concejo Deliberante no dilató el tratamiento del expediente y el lunes 23, casi en tiempo record, emitió un dictamen donde da luz verde al Ejecutivo para “iniciar el procedimiento de rescisión” en virtud de sus “sistemáticos incumplimientos”.
El expediente volvió inmediatamente al Palacio Municipal, donde permanecía al cierre de esta edición.
La mano viene brava
La empresa cuyo directorio preside Ricardo Depresbiteris trabaja en una docena de municipios bonaerenses y sabe hacer sentir su rigor a la hora de negociar sus intereses. En San Miguel, por caso, los trabajadores de Covelia arrojaron y prendieron fuego montañas de residuos en pleno centro de la ciudad para presionar al intendente Joaquín de la Torre.
En Escobar la situación, al menos por ahora, no pasó a mayores. Pero la mano podría cambiar de un momento a otro. El Municipio tiene el as bajo la manga con la posibilidad de dejar sin efecto el contrato. Incluso cuenta a favor que la empresa admitió por escrito su incumplimiento a la cláusula referente a los feriados, lo que daría lugar a una rescisión “por culpa del concesionario” sin correr riesgos de consecuencias legales ni pecuniarias.
Sin embargo, el final de esta historia está abierto. Puede pasar que las partes se sienten a conversar, lleguen a un acuerdo y todo siga igual. Como puede darse, también, que el Ejecutivo arremeta con la rescisión, de manera consensuada o unilateral. Para ese supuesto, deberá conseguir urgente a otra empresa interesada en el distrito y que esté en condiciones de brindar un servicio mejor al de Covelia a un precio igual.
Entrelíneas, el conflicto muestra un reflejo de lo que pasa a nivel nacional con el líder de la CGT, Hugo Moyano, siempre vinculado a Covelia, quien tras su ruptura con el kirchnerismo podría perder en Escobar un negocio de 30 millones de pesos anuales.
