Por CIRO D. YACUZZI
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Hacia finales del año pasado -octubre, más precisamente-, en una conversación sobre actualidad política e hipotéticos escenarios electorales, dos altos dirigentes del Frente para la Victoria de Escobar, avezados en el mundo de la rosca, le revelaron a quien escribe algo que lo sorprendió, bastante: “No hay que descartar que Sandro vuelva”.
Por entonces, para un mero espectador parecía inimaginable, por no decir descabellado, que aquello tuviera asidero. No solo que el intendente de Escobar regrese al kirchnerismo, después de haberse ido en junio de 2013, con duras críticas a la gestión de la Presidenta y el Gobernador, sino también que se distancie de Sergio Massa, con quien tan a gusto se lo veía y a quien acompañó desde la primera hora en la fundación del Frente Renovador.
Más aún teniendo en cuenta que aquella determinación del jefe comunal había sido recompensada generosamente por el tigrense con un octavo lugar en la lista de candidatos a diputados nacionales de las últimas elecciones legislativas, lo que le permitió ingresar como parlamentario a la Cámara Baja de la Nación.
De hecho, el pedido de licencia de Guzmán a su escaño para retomar las riendas de la Intendencia, en diciembre, tras el interinato de Walter Blanco, se entendió como una estrategia que obedecía a recuperar presencia territorial en el distrito de cara a una eventual postulación para un tercer mandato al frente del Ejecutivo local.
Sin embargo, lo que al principio sonaba disparatado terminó siendo realidad.
#18M: El Día D
Muy poco después de haber escuchado aquella confesión de los dirigentes del FPV, este periodista corroboró que, en efecto, la versión era 100% real. Se lo reconocieron fuentes del kirchnerismo muy calificadas, quienes indicaron que, pese a las apariencias y tras bambalinas, la relación con Guzmán no solo se mantenía sino que era cordial, buena. “La decisión de volver depende de él”, fue la respuesta, concluyente, de uno de los consultados.
Durante el verano los rumores se fortalecieron y en los primeros días de marzo tomaron estado público cuando diversos portales de noticias dieron cuenta de que Guzmán, a la vez que seguía mostrándose con Massa, mantenía encuentros paralelos con operadores políticos del sciolismo y la Casa Rosada. Hasta que el miércoles 18 las especulaciones terminaron por consumarse, de una manera tan singular como sincronizada.
A primera hora, Massa, en diálogo con el periodista Marcelo Longobardi por Radio Mitre, afirmó que su candidato a intendente en Escobar será el concejal vecinalista Leandro Costa. Lo dijo como al pasar, pero con toda intencionalidad, y fue suficiente para que el mensaje llegue a destino y se expanda.
Por la tarde, la agencia estatal de noticias Télam anunció el regreso de Guzmán con una imagen que valió más que mil palabras: la foto de una reunión que acababa de tener con el secretario general de la Presidencia, Wado de Pedro, y el jefe de Gabinete de la Nación, Aníbal Fernández.
A partir del día siguiente, en el massismo empezaron a sacar turno para darle como al peor enemigo, acusándolo de personalista, de mal intendente y de tener asuntos delicados por resolver. El primero en salir con los tapones de punta fue el jefe de los senadores del Frente Renovador, Jorge D’Onofrio: “Guzmán es intendente, diputado en uso de licencia y quiere ser candidato otra vez teniendo una pésima gestión. No se puede estar todo el tiempo pensando en la eternidad de los cargos”.
“Hoy mide 14 puntos en intención de voto. Claramente los ciudadanos de Escobar le están dando la espalda. ¿Cómo Massa va a cargar con la mochila de tenerlo dentro del Frente Renovador? Además, no nos olvidemos de las denuncias que caen sobre Guzmán”, sostuvo D’Onofrio.
En la misma sintonía, el senador José Luis Pallares expresó que “algunos pretenden que Massa los lleve en sus hombros como una mochila de plomo de sus errores y que él se haga cargo. ¿Por qué pensar todo el tiempo en los cargos? ¿Será que tiene muchas cuentas pendientes y tiene miedo de rendirlas y pagar por las malas gestiones?”, lanzó, sugerente.
Felipe Solá también aportó lo suyo: “Algunos compañeros intendentes por un bizcocho matan a la vieja”, disparó con su particular dialéctica y sin ponerse colorado, justo él, que de idas y vueltas puede escribir un libro.
Del otro lado, nada. Guzmán se llamó a un riguroso silencio.
Secretos y no tanto
Pasando el tamiz y sin embarullarse en cuestiones periféricas, quedan dos grandes interrogantes por despejar. El primero: ¿Por qué Guzmán desistió de las filas del Frente Renovador? La respuesta varía según el interlocutor, pero las hipótesis se reducen a dos.
1) Ante la caída de Massa en las encuestas -la mayoría lo da tercero, lejos de Macri y Scioli y con una proyección negativa-, Guzmán decidió sacar los pies del plato y saltar del barco antes de que se hunda. Por eso activó el operativo retorno.
2) Massa, ante la alta imagen negativa que diversos sondeos le dan a Guzmán, apostó por una figura nueva y en crecimiento como Leandro Costa para no dejar votos en el camino de las PASO. Al bajarle el pulgar, porque la idea es no tener internas en los municipios, dejó al alcalde escobarense sin más opción que buscar otro refugio, que encontró bajo el amplio paraguas del kirchnerismo.
La segunda pregunta, por añadidura, es: ¿Por qué volvió al FPV? Y, también, a la inversa: ¿Por qué el FPV volvió a abrirle las puertas?
Hasta el miércoles 19 se especulaba con que Guzmán, en caso de concretar su retirada del massismo, barajaría varias cartas. Una, calzarse la remera del PRO. Pero esa jugada no sería personal sino que dependía de que lo haga Jesús Cariglino, quien hasta ahora venía siendo una especie de padrino político del escobarense. Sin embargo, al cierre de esta edición el intendente de Malvinas Argentinas se mantenía en el Frente Renovador, pese a las versiones sobre sus contactos con operadores del partido amarillo.
La segunda opción de Guzmán era la que finalmente terminó tomando: dejar a un lado todo lo dicho en los últimos dos años y volver al rebaño del oficialismo, donde lo recibieron con los brazos abiertos. De hecho, se comenta que en la reunión que mantuvo con De Pedro y Fernández también participaron otros funcionarios de primera línea del gobierno nacional, como el ministro de Planificación, Julio De Vido; el secretario de Seguridad, Sergio Berni; y el diputado Andrés Larroque, de La Cámpora.
A nivel nacional, la vuelta de Guzmán para el kirchnerismo implicó un valor simbólico que va mucho más allá de lo local. Fue mojarle la oreja a Massa al dejarlo sin uno de sus alfiles en la estratégica primera sección electoral, donde el FPV apenas hizo pie en los comicios de 2013.
Que Guzmán haya dado sus primeros pasos de la mano de Luis Patti y que hasta hace poco estuviera en la vereda de enfrente, es algo sin ninguna relevancia en la mesa de negociaciones. Conveniencia mata lealtad. Hay otra frase muy acuñada para estas ocasiones: “No importa de dónde viene sino adónde va”.
Internas abiertas
Pese a todo lo que pasó en marzo, aún queda mucha agua más por correr bajo el puente y pueden darse varias sorpresas. Por caso, no habría que descartar que Massa decline su postulación presidencial y arregle para ser el candidato a gobernador del PRO. De darse, seguramente Leandro Costa pasaría a ser el candidato a intendente de ese espacio -en detrimento de Miguel Jobe- y los comicios de octubre a nivel local quedarían polarizados entre él y quien gane la interna del Frente para la Victoria.
Por lo pronto, lo concreto es que el kirchnerismo cuenta con cuatro aspirantes a la Intendencia. El que más mide es Ariel Sujarchuk, pero las encuestas que se hicieron no contemplaban el escenario de Guzmán en las PASO del FPV. También está “Acero” Cali, que encima de no levantar cabeza fue el más afectado por los últimos acontecimientos. Y en los últimos días se anotó Hugo Cantero.
Con todo, es imposible saber a estas alturas si en el kirchnerismo escobarense habrá internas o, por imposición superior, se conformará una lista de unidad, a como dé lugar. Aunque estemos en época de definiciones, este tipo de asuntos suelen resolverse a último momento y con todas las cartas en la mesa.
Vale decir, hasta el 20 de junio, cuando tengan que presentarse las listas de precandidatos para las elecciones primarias, lo único seguro es que nada es seguro.
ARIEL SUJARCHUK
“Algunos solo hacen política para sostenerse”
“El proyecto siempre tiene que ser nacional, porque un distrito crece si el país va para adelante. Y en ese sentido hay que saber actuar en momentos de crisis y contener cuando se da la posibilidad de crecer. Esa es la historia de la política, más allá de los gustos personales. En cuanto a las idas y vueltas de Guzmán y todo su grupo, es un tema que ellos tendrán que explicar por qué en tan poco tiempo cambiaron tantas veces de espacio. Algunos solo hacen política para sostenerse”.
HUGO CANTERO
“Su regreso es una buena noticia”
“Su regreso y el de cualquier otro intendente será una buena noticia. Si hemos incorporado radicales y liberales, si hace unos meses afiliamos a personas que aspiran a ser candidatos sin preguntarles cuáles fueron sus orígenes, que muchos sabemos que no tienen que ver con el peronismo, ¿cómo no lo vamos a hacer con alguien que fue presidente del Partido Justicialista? Hay que mirar el bosque y no el árbol: primero la Patria, después el Movimiento y, por último, los hombres”.