Sin dudas, una de las actividades más golpeadas, y con severas consecuencias laborales y económicas, es la relacionada al mundo de la música, que no sólo tiene al artista como sujeto de la crisis que la pandemia está causando en el rubro. Managers, seguridad, agentes de prensa, personal relacionado a la técnica (sonido, luces) de un show, etcétera, es una mínima porción dentro de la comunidad global de la música, totalmente afectada.
Apenas iniciado el aislamiento social, preventivo y obligatorio, los músicos escobarenses, tanto bandas como solistas de todos los géneros, comenzaron a utilizar sus redes sociales y plataformas digitales para amenizar el encierro, seguir en contacto con sus seguidores, ampliar su público e incluso lanzar nuevas composiciones o videoclips.
Federico Pecchia, referente del folklore joven, fue uno de los que dio el puntapié inicial entre la diversidad de propuestas. Su caso es particular, ya que se encontraba en Europa para iniciar una nueva gira por el viejo continente, que finalmente se canceló, teniendo que volver y cumplir con los protocolos correspondientes a raíz de su viaje. A partir de allí comenzó con shows desde su casa, en Garín, de manera constante e incluso publicando un ebook titulado Refugio de otoño.
Leandro Barreto, compositor y percusionista de Matheu, aprovechó la ocasión para lanzar videoclips e idear el ciclo “Rompiendo la red” (por su Instagram) sobre charlas, música y danza invitando artistas de diferentes latitudes.
Los hermanos Leonardo y Sebastián Ubiedo, junto a Federico Schneider, se pusieron al hombro la maratónica tarea de lograr el #EscobarCanta. Símil al #ArgentinaCanta, el trío convocó a cuarenta artistas locales para interpretar el clásico Como la cigarra, de María Elena Walsh, con resultados sorprendentes.
El mundo del rock escobarense también le hace frente a la pandemia con mucha producción. Héctor “El Mono” Díaz, cantante de Hermanos de la Calle lanzó el Rock del coronavirus para concientizar a todos de quedarse en sus casas.
Acostadetodo, proyecto musical de Mariano Acosta, lanzó su nuevo EP titulado Ilegal, que incluye el videoclip del tema homónimo. Otros lanzamientos discográficos en cuarentena fueron los de Sonrosado (Plácidamente), Ana de Río (Ana de Río), Energy Roots (Identidad), Aliento de Perro (Lo peor de Aliento), Rebelión del Inca (Seres) y Bikini Open (Desplegar).
Desde la Secretaría de Cultura del Municipio proponen los ciclos “En vivo desde casa” con shows de artistas locales (ya pasaron Brujos de Merlín, Rocío Beth, Alejandro Villalba, Facundo Mocoroa, Reyes de la noche, Toni Robot, Gustavo Tribulo, Martín Balbuena, entre muchísimos más), “Difusión urbana” (dedicada a los géneros del hip hop, donde mostraron lo suyo Alkimista, Kos, entre otros) y “Perfil Personal Cultura”, de entrevistas.
Combinar las imágenes y los sonidos de los integrantes de las bandas, cada uno desde sus casas, no es una tarea sencilla. Muchos se animaron a esta manera de edición, logrando emular la química que se logra comúnmente en el escenario. Así mostraron sus collages musicales La Santita del Barrio, Dulce Natural, Maxi Escobar, Maestro Reggae y Gran Desorden.
Subir nuevas composiciones a manera de simples o adelantos de nuevos discos es una de las opciones más frecuentes en esta situación inédita. Martín Melidore, Mosco, Animales del Norte, León Jilguero y Barbarita Palacios son algunos de los ejemplos más significantes de mantener entretenido al púbico hogareño.
El Coro Rinascere tampoco paró sus actividades. La tecnología les juega a su favor para que el equipo pueda cantar en simultáneo, cada uno desde su domicilio. Queda en claro que la cantidad de integrantes no es un límite a la hora de sortear los problemas.
Y cuando la familia es musical, el disfrute es mayor. Es el caso de Mariano Colly, bajista de Bufones Dementes, que junto a su esposa Cintia Rosada -formó parte de los comienzos de la banda- y sus hijos realizaron excelentes (y producidas) versiones de La excepción (Gustavo Cerati) y Shallow (Lady Gaga, Bradley Cooper), con sus respectivos videos. Diversión familiar y con calidad.
¿Cuándo volverán los shows? ¿De qué manera? ¿Cómo será el reencuentro con los públicos? ¿Cómo se afrontará la crisis económica del sector? Todos interrogantes que al día de hoy siguen sin respuestas concretas.