
En el corazón de Ingeniero Maschwitz, sobre la calle Córdoba y a la vuelta de la plaza Emilio Mitre, se encuentra Abasta, una innovadora propuesta gastronómica que combina nostalgia y platos gourmet. Este restaurante temático ambientado en las décadas de los 80 y los 90 transporta a sus visitantes a esa época musical de grandes artistas con una ambientación característica.
Inaugurado en octubre de 2024, Abasta es mucho más que un restaurante. Es el lugar donde los recuerdos y el arte culinario se fusionan para ofrecer una experiencia inigualable. Con capacidad para 70 comensales, este espacio se destaca por su decoración ochentosa y una oferta culinaria de primer nivel para deleitar a sus clientes.
Con luces de neón y una rockola personalizada, y con sus platos de nombres icónicos de las estrellas de aquel tiempo, Abasta también brinda una variada propuesta de entretenimiento que incluye shows en vivo, exposiciones de autos clásicos y catas de habanos, entre otras sorpresas.
El alma mater del proyecto es Gabriela Villodas (49), cuya idea era crear un lugar que combinara la buena comida con la cultura retro, transportando a los visitantes a una época inolvidable. “Abasta es una propuesta gastronómica con un sabor a nostalgia”, le dice a DIA 32.
El concepto de Abasta tiene sus raíces en una conversación que la protagonista compartió con su madre en los años 2000. “Pensábamos en lo linda que era la música de los 80, tan diferente a la actual. Era divertida, para bailar y cantar, sin cosificar a las personas”.
Aunque ese proyecto quedó pendiente luego del fallecimiento de su madre, la pandemia revitalizó la idea cuando la casaquinta que alquiló para escapar de las restricciones urbanas terminó transformándose en la oportunidad perfecta para concretar su deseo.
“En pandemia alquilé una quinta, que es donde hoy existe Abasta. Fue para salir un poco de nuestro hogar, del barrio donde estábamos, para distraernos y encerrarnos en un lugar donde podíamos salir a comprar a una cuadra y no tener que subir a un auto. Cuando terminó el contrato y llegó el momento de entregar la propiedad, la dueña me confesó que no quería que nos fuéramos. Porque se la habíamos cuidado y habíamos sido buenos inquilinos”, cuenta.
“Yo le dije que continuaba si me dejaba hacer esto. Y me contestó que no había ningún problema. Así que armamos un contrato comercial de más años, porque había que invertir plata en la casa, y el 1º de julio de 2023 empezamos con la obra. Terminamos en las primeras semanas de octubre de 2024 e inauguramos el 24 de ese mes”, recuerda la emprendedora, que también sabe mucho de bienes raíces porque, además, es propietaria de la inmobiliaria Mansión Propiedades, que tiene sus oficinas en Torrepueblo.

Transformar el lugar
La ejecución de la obra implicó un gran desafío: transformar aquella casaquinta en este sorprendente restaurante no fue una tarea sencilla ni muchos menos. Ella lideró el proyecto desde cero, dirigiendo la reforma personalmente. “Cada vez que avanzábamos, surgía algo nuevo. Por ejemplo, tuvimos que cambiar toda la cañería. Pero fue un proceso enriquecedor”, señala, en retrospectiva.
A su vez, destaca el apoyo que tuvo por parte de los vecinos y de la Intendencia, que fueron actores fundamentales para superar los obstáculos que se presentaban en el camino. “La Municipalidad fue bastante compañera y nos ayudó siempre. Y los vecinos también. Quisimos respetar el entorno y no molestarlos. Por ejemplo, los volquetes estaban dentro del lugar para no ensuciar la calle y el diseño se pensó para no molestar a nadie. Fue una obra larga, pero valió la pena”.
Otra particularidad es que todos los materiales y servicios utilizados durante la construcción los adquirió en comercios de Maschwitz, una decisión que también refleja su compromiso con la comunidad. “Desde la pintura hasta los sanitarios, todo lo compramos en negocios del pueblo. Queríamos generar trabajo y apoyar a los comerciantes locales”, destaca.
Llegar a Abasta es como sumergirse en un túnel del tiempo en el que los visitantes son guiados a través de una suerte de sendero de la fama, en el que resaltan estrellas con nombres de grandes figuras nacionales e internacionales de la música, desde Charly García hasta Michael Jackson y Madonna, entre otros.
Propuesta culinaria
La carta de Abasta está llena de opciones que llevan nombres icónicos de los 80 y los 90. En las entradas hay propuestas exquisitas como Cyndi Lauper (burrata con tomates secos y shot de miel), INXS (jamón serrano en vinagreta de frutos rojos), Spice Girls (langostinos al ajillo) o Whitney Houston (remolachas asadas con queso azul).
Entre los platos principales se destacan opciones con carne como Aerosmith (ojo de bife grillado con papines), John Travolta (lomo envuelto en panceta ahumada con mil hojas de papa), Tina Turner (solomillo de cerdo con puré de batatas) o Murdock (costilla de cordero con hongos patagónicos).
Para los que prefieren pastas, están AC-DC (malfatti de espinaca y ricota), Elton John (risotto con costillas de cordero) o Phil Collins (tagliatelli al huevo). Además, hay una gran variedad de pescados como Queen (salmón al whiskey), David Bowie (pesca del día con ratatouille), Bryan Adams (brótola con puré de arvejas) y Davy Jones (pulpo a la gallega).
Para acompañar estas delicias, hay una destacada selección de vinos y una extensa carta de tragos. Y antes de la sobremesa, llega una decisión difícil por la gran variedad de opciones de postres: Pierre Nodoyuna (capelina de chocolate amargo con frutos rojos), Mujer Maravilla (crumble de manzana), Thundercats (flan casero de coco), Patán (flan casero con crema y ron) o Pitufina (crema de leche y huevo).
Sin embargo, esta excelente carta llena de propuestas de alta cocina se verá enriquecida próximamente con la llegada de Sebastián Palau, un chef que estuvo trabajando en varios restaurantes europeos galardonados con estrellas Michelin. “Sebastián se incorporó porque le gustó mucho el proyecto. Le encantó que hayamos invertido en su pueblo, porque él es de Maschwitz. Y para mí es un orgullo tener un chef de tanta categoría”, sostiene Villodas, entusiasmada.
Continuando con este sentido de pertenencia, todos los empleados de Abasta son de Maschwitz. Y como un gesto de agradecimiento hacia los vecinos, el restaurante ofrece un 15% de descuento a quienes acrediten tener domicilio en la localidad.
Propuesta estética
La estética de Abasta combina elegancia con elementos retro. “La propuesta estética es el diferencial, porque juntamos lo mejor de los ochenta con la buena comida. Queremos que cada plato sea una experiencia, desde su apariencia hasta la combinación con vinos, chocolates, habanos y whisky”, afirma Villodas.
El establecimiento cuenta con varios espacios innovadores, curiosidades y propuestas adicionales. Por ejemplo, una mini discoteca para 4 personas con una rockola adaptada, una cabina telefónica, un fogón central al aire libre y autos de colección exhibidos. Próximamente incluirá catas de café, de té y de habanos, además de un espacio de reuniones privadas para socios que combinará exclusividad y confort.
“Nuestra idea para ese lugar es que, por una módica suma mensual, tengas una caja de seguridad para guardar tus habanos y tres horas mensuales para que puedas usarlo para tus reuniones o para lo que necesites, sin cargo. Y desde una aplicación o desde la página, reservar el ambiente para hacer una reunión o lo que fuera, mientras tomás un café y fumás un habano. Después, cerrás la caja de seguridad y te vas”.
Como el lector ya se habrá dado cuenta, “cada rincón fue pensado para ofrecer algo especial”, explica la dueña de Abasta. Y agrega: “Queremos que la gente viva una experiencia integral, desde el ingreso hasta el final de la velada”.
Los shows en vivo otro sello distintivo de Abasta. Por eso, la selección de las bandas y de los artistas para los conciertos es muy rigurosa. “Tienen que ser profesionales, sonar bien y ofrecer un show de calidad”, explica. Los espectáculos son íntimos y están incluidos en la propuesta gastronómica, lo que agrega un valor adicional para los comensales.
En este aspecto, Abasta también comenzó a funcionar como una plataforma para nuevos talentos. “Queremos dar oportunidades a artistas emergentes de la zona, pero siempre manteniendo el nivel que los comensales esperan”, enfatiza.
Vivir la experiencia
Abasta está en Córdoba 1233, entre Villanueva y Maipú, y abre de martes a domingo a partir de las 20.30. Debido a la exclusividad del lugar, las reservas son indispensables y pueden realizarse a través de sus canales digitales: la cuenta de Instagram, su sitio web o vía WhatsApp al 11-5873-2263. Este sistema permite garantizar una atención personalizada y mantener la experiencia premium que caracteriza al restaurante.
El balance de los primeros meses es muy positivo para su creadora, quien asegura que el éxito fue inmediato. “Esperábamos un crecimiento paulatino y fue muy de golpe, nos sorprendió la respuesta del público. Por eso estamos todo el tiempo ajustando detalles para ofrecer una experiencia única y que la gente se sienta muy bien atendida”, señala.
En cuanto a la difusión inicial, Gabriela Villodas menciona el impulso que le dio una publicación en un sitio web local, que atrajo a visitantes de diferentes lugares. “Quiero destacar que llegamos a muchísimas personas gracias El Día de Escobar. Cuando la gente viene a Abasta, siempre les pregunto cómo llegaron. Y muchos destacan que vieron la nota en el diario. Los primeros días, el 80% era por El Día de Escobar. Así que estamos agradecidos eternamente”, reconoce.
En definitiva, el futuro es prometedor para Abasta, que con tan solo unos meses de vida ya se posiciona como un nuevo y atractivo referente gastronómico en la zona. Su combinación de arte culinario, de nostalgia festiva y de entretenimiento integral, promete seguir atrayendo a quienes buscan vivir un momento fuera de lo habitual. Su alma mater lo resume de la mejor manera: “Abasta es un sueño hecho realidad, es un lugar para revivir gratos recuerdos mientras se crean otros nuevos”.

JUEGO DE PALABRAS
El significado detrás del nombre
El nombre del restaurante tiene un origen curioso. En una charla en la inmobiliaria de Gabriela Villodas, un vendedor propuso el término como un juego de palabras. “Estábamos en la oficina pensando qué nombre podíamos ponerle. La idea era algo que identifique que hay música divertida de los ochenta y que te muestre que ‘basta de cumbia y basta de reguetón’. Y uno de los empleados dice ‘pinta ir a una basta hoy a la noche’. Y quedó Abasta todo junto”.
“Me gustó porque tiene un mensaje claro. Algo tan sencillo como eso, algo que tiene que ver con un ‘basta’. Además, yo hago reiki y la reikista me dijo ‘lindo, me encanta, muchas letras A, muchas aperturas y energía positiva’”, afirma su dueña.