Por SOFIA MORAS
smoras@dia32.com.ar
Hace más de quince años, en un galpón de Martínez, empezaba a gestarse una movida cultural que no pertenecería a ningún barrio y que se animaría a adaptar y rediseñar un formato que habilite su traslado a cualquier plaza, callecita o espacio que le abra las puertas. Una forma dócil, pero con una esencia fuerte que busca involucrarse con las personas, llegar al interior de las comunidades y no pasar de largo. Esa es la consigna del grupo Sin Fronteras.
El proyecto comenzó en el año 2000. Ezequiel “el Negro” Tufro (36), uno de sus mentores, le cuenta a DIA 32 los primeros esbozos del grupo. Recuerda cuando empezaron con las fiestas culturales en el galpón, donde llevaban bandas y las combinaban con intervenciones de malabaristas y espectáculos con fuego. Conecta aquellos inicios con la crisis económica y social de entonces, que le dio marco al nacimiento de esta nueva propuesta artística.
“De algún modo se generó una explosión cultural, o más bien creativa, porque necesitábamos hacer todo con nada. La gente comenzaba a viajar por América o algunos se iban a Europa y luego volvían. Es ahí cuando empieza a gestarse una identidad sin fronteras y aparece, entre otras cosas, la cultura circense. Nos enriquecimos creativamente porque teníamos que hacer las cosas sin presupuesto”, señala Tufro.
Con el tiempo, el formato del grupo fue cambiando y se dejaron atrás las fiestas, que en ese entonces ya eran multitudinarias y quincenales. En 2003 el galpón empezó a abrirse los días de semana, ahora como centro cultural, proponiendo dejar de lado la actividad nocturna para remplazarla con el estilo varieté, que permitía que vaya toda la familia y se genere una actividad ligada a otro tipo de diversión. Así, también llegaron a abrirse 35 talleres.
Fiel a su estilo, la varieté consistía en un presentador que les daba lugar a distintos invitados, quienes exponían disciplinas tan variadas como danza, teatro, música, humor y circo. Los integrantes del grupo se fueron renovando y en 2007 el staff se juntaba todos los miércoles a escribir nuevas historias, buscando cierta continuidad en sus presentaciones.
Los guiones, que siguen creciendo hasta el día de hoy, siempre se escriben teniendo en cuenta al público y permiten la inclusión de distintas artes. “Cuando escribimos lo hacemos pensando en un espacio. Escribimos para el lugar en el que nos presentamos”, detalla.
Bajo las estrellas
Con este camino recorrido y más de 2.500 invitados de distintos lugares que han pasado por sus escenarios itinerantes, en enero Sin Fronteras llegó al espacio del Colectivo Cultural. Allí se presenta el segundo sábado de cada mes, con un espectáculo de lo más entretenido al que denominaron Varieté bajo las estrellas, en alusión al salón arbolado y sin techo del lugar. Del show participan varios artistas locales, otros de la zona y algunos de Capital Federal.
Las funciones son a la gorra y están abiertas a todos los que quieran pasar un buen rato. Las pizzas y las medialunas rellenas acompañan muy bien la noche, que tal vez sorprenda con algún número de altura, un faquir, un mago que juega con fuego o una payasa un poco atrevida que sorprende al público con burbujas gigantescas.
Donde sea que esté el escenario, sea de tierra, con o sin techo, la propuesta de este grupo es llegar al público con humor, crítica y rebeldía a través de distintas formas de expresión. “Sacar lo que cada uno tiene adentro y, sea desde disciplinas complicadas o desde la risa, tocar algo en el interior de las personas”, concluye Tufro.
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