Por JAVIER RUBINSTEIN
Jorge Stigliani siempre tuvo un estilo diferente. Sagaz, picante y frontal, durante los años ‘90 fue artífice del exitoso programa radial La mañana con todo, que conducía de lunes a viernes de 9 a 12 por La Voz de Escobar. Después se alejó de los micrófonos, en desacuerdo con los manejos políticos que se daban en el distrito. En 2001, la letal crisis económica del país terminó de hundir a la señera emisora fundada por su padre en 1960.
Desde entonces se dedica a la actividad comercial, pero aún sigue a cargo de la FM 91.1, cuya programación es netamente musical. Con ganas de volver al aire para hacer oír su voz, Stigliani habló con DIA 32 y analizó el rol de los medios locales, cuestionó la falta de crítica de sus colegas a la actual situación de Escobar y recordó los sinsabores de su relación con Luis Patti.
Tanto tiempo alejado de los medios, ¿andás con ganas de volver?
Desde el día que me fui de la radio la intención de volver está siempre. Me fui del micrófono y no de la radio, la sostuvimos siempre hasta la muerte de mi padre (Mario) y seguimos con música y algunas etapas donde se le alquiló a iglesias evangélicas. Estamos con un proyecto de querer arrancar, pero internet nos pasó por arriba; entonces tenemos que abocarnos a ese tema y después empezar con una programación digna.
¿La idea es que sea una radio por internet?
En internet ya estamos a prueba, pero buscamos armar una página con una dinámica nacional, que no es fácil. Hoy en día si no estás en Twitter, Facebook y no tenés un streaming como la gente, no existís. Convengamos que, además, en los últimos 15 años los medios locales han descendido. Y no lo digo porque yo no esté al aire, eh.
¿Cuál fue tu último año en La Voz de Escobar?
Creo que en 2001, fue en pleno desastre económico del país. Se hacía insostenible. Y más para nosotros, que teníamos por costumbre pagarle a los empleados (risas).
Pero estás con ganas de volver…
Siempre tuve ganas. Pasa que me terminó de cansar la etapa del pattismo, en la cual participé para que suceda y me arrepentí a los seis meses de gobierno de (Luis) Patti.
¿Por qué?
Porque veía que él iba por un camino que no era el correcto y no había posibilidades de sentarse a marcarle esas diferencias que uno tenía. Era un tipo totalitario. Y no lo digo ahora porque está preso, fui el primero que me alejé del sistema. Y eso que nunca participé de ningún cargo en la política con él… Todos queríamos un cambio de lo que fue (Fernando) Valle. Y si bien hoy hablamos con el diario del lunes, por ahí era preferible seguir con la Era Valle. Lo del pattismo fue bueno y fue malo a la vez.
Entonces, ¿cuán cerca está tu vuelta como periodista?
Está complicado. Hay que hacer un relevamiento de cómo está parado Escobar frente a los medios locales y cómo están los medios frente a Escobar. No los veo bien parados. Yo me dedico al comercio y no hay gente que venga a levantarte publicidad, salvo raras excepciones, entonces algo está pasando. Los porcentajes de audiencia son bajísimos. A La Voz de Escobar la están escuchando porque solo hay música, y me parece fantástico, pero quiero saber qué va a pasar cuando hable yo… ¿O la gente no quiere escuchar a nadie y solo quiere música? Es muy difícil competir con los medios nacionales.
Sí, pero el medio local habla de temas que los nacionales no…
Sí, debe abocarse íntegramente al ámbito local y lo que ocurre es que si decimos que todo está bien, ¡bingo!
¿Falta que los periodistas tengan más crítica sobre la actualidad escobarense?
Lo que pasa es que Escobar es un desastre, es el peor momento del partido de Escobar desde todo punto de vista. Está destruido, en todo sentido. Quienes se hicieron cargo del Municipio todos estos años fueron todos acompañantes del pattismo y no hicieron nada. O lo hicieron mal. Volver a la radio implica una responsabilidad muy grande de nuestra parte para que las cosas se hagan bien y marcar las cosas malas.
¿Si volvieras sería para eso?
La gente está necesitando poder expresarse libremente y decir las cosas sin miedo. Hubo mucho temor durante mucho tiempo en Escobar. Hay que empezar a expresarse otra vez e ir poniendo de vuelta las cosas en su lugar.
¿Consumís medios locales?
En la gráfica veo revistas, no leo el diario local ni escucho radios locales. Las revistas tienen la característica que mantienen un formato, como El Deportivo Magazine, que es algo exclusivo. Otro tipo de revista me entretiene porque es pasatista y tiene un grado de incidencia publicitaria importante.
¿Qué opinás de DIA 32?
Yo me siento orgulloso de que Ciro (Yacuzzi) o vos hayan empezado a trabajar desde muy chicos en La Voz de Escobar, aunque no en forma directa a través mío. Es un orgullo que sigan con los medios. Es muy bueno porque es muy duro pasar tantos años trabajando de esto exclusivamente. Pero sí, el formato de DIA 32 me gusta, puedo no coincidir en algunas cosas, lógicamente, pero me parece interesante y moderno, acompañado por el tema de estar en internet.
¿Crees que la gente dejó de escuchar las radios locales?
Yo camino por un montón de lugares y no escucho que la gente escuche medios locales. No es por hacer una crítica, pero es así, los porcentajes son mínimos y me vería incluido yo mismo.
En un hipotético retorno, ¿con quiénes te gustaría trabajar?
Volver a formar un equipo estaría complicado. Haría una convocatoria y vería a chicos que estén con ganas de trabajar en el periodismo, igual que con las locutoras, teniendo la dependencia del ISER en Maschwitz. La operación técnica lo tendría resuelto. Hay que renovar planteles y arrancar con gente nueva. Por La Voz de Escobar pasaron todos, hasta los que hoy están por otros medios. Pasaron chicos y también gente grande que se creyó más de lo que era y por ahí se equivocó y no siguió abocado al proyecto de un medio.
¿Podrías hacer resurgir a los medios locales?
No sé si resurgir, pero si lo hago es con ese objetivo. El de revertir la situación para que se vuelva a escuchar el medio local, ponerlo en el lugar que estuvo en algún momento. Si no, no tendría sentido.
Hablame del boom que fue La Voz de Escobar en el radio cable…
Arranca con mi padre, en mi casa paterna. Yo nazco con la radio, en 1960. Empieza con la red de altavoces en dos o tres calles. En el ‘69 se enteró de que había un mecanismo alternativo en San Pedro, con un circuito cerrado que lo hacían con un cable. Así nació el radio cable. Para los que no saben, era con un aparato que sintonizaba solamente una radio y tenía una perilla para bajar o subir el volumen. Mi padre vivió una etapa de esplendor, nadie creía que vivía solamente de eso. En los ‘80 empezaron a aparecer las ondas radiales y las radios. Por el ‘87/88 trabajábamos en paralelo con circuito cerrado y la FM, hasta que después quedó solo la FM, que hoy seguimos conservando en el 91.1. Mirá como cambian las cosas, ¿no? ¡Quién se iba a imaginar que en un teléfono celular hoy ibas a poder escuchar la radio!