El Municipio lanzó un programa para erradicar la desnutrición infantil y garantizar la seguridad alimentaria. Bajo la consigna “Tu ayuda hace la diferencia”, la iniciativa apela a involucrar a todos los sectores sociales.

Aunque duelen, dicen que los números no mienten. Y según estudios publicados recientemente, en la Argentina 1 de cada 5 chicos padece problemas de alimentación y más del 80% entra a la escuela sin haber ingerido los nutrientes esenciales. Datos tan alarmantes como insólitos, si se tiene en cuenta que el otrora “granero del mundo” es capaz de satisfacer los requerimientos calóricos de más de 400 millones de personas -esto es, diez veces su propia población-, lo que representa más que un problema de salud, un verdadero escándalo ético.

Quizás inspirado en la exitosa iniciativa impulsada en Brasil durante el mandato del entonces presidente Lula da Silva -aplaudida por la comunidad internacional-, el intendente Ariel Sujarchuk decidió tomar cartas en el asunto y presentó un proyecto de similares características: el programa integral de fortalecimiento alimentario “Escobar Hambre Cero”, cuyo objetivo es erradicar la desnutrición infantil y asegurar el acceso de todos los individuos en situación de vulnerabilidad social a una alimentación sana y nutritiva.

Una misión que desde la Comuna asumen que es difícil, pero no imposible. Y se ponen un plazo: 2019.

A grandes rasgos, el proyecto municipal se basa en tres ejes: articular los programas nacionales y provinciales existentes, promover la creación de un Banco de Alimentos y estimular el voluntariado social entre las instituciones y los vecinos. Justamente, la idea superadora es comprometer a toda la comunidad escobarense en la lucha contra la desnutrición, un flagelo sobre el que no existen estadísticas locales, pero que a nivel mundial afecta a 795 millones (2014) de personas y provoca anualmente el 45% de las muertes de niños menores de 5 años, según la ONU.

Para llevar adelante la misión se conformó un directorio multisectorial, integrado por funcionarios y representantes de distintos ámbitos de la sociedad, como educación, salud, industria, comercio, culto y ONGs.

“Creo que en este momento no somos plenamente conscientes de lo importante que es lo que podemos lograr todos juntos. Imagínense si el año que viene nos juntáramos en este mismo lugar para celebrar que terminamos con la desnutrición en el partido. Ese objetivo, de noble igualdad, sin colores políticos, sólo se propone defender la dignidad de nuestra gente. Estamos tomando un nuevo compromiso de cara a los vecinos, quizás el más trascendente de todos los que hemos asumido”, expresó el intendente durante el lanzamiento del programa, realizado el miércoles 19 en la sede del Club Boca del Tigre.

En cuanto a su ejecución, Hambre Cero será coordinado y desarrollado por el Municipio a través de sus distintas áreas en cooperación con organizaciones no gubernamentales. Sus acciones se agruparán en cuatro focos: la asistencia directa; administrar con transparencia los aportes de la sociedad civil; hacer un registro de destinatarios y entidades vinculadas con la temática y la organización comunitaria.

“Seamos todos protagonistas. Cada uno desde su lugar, aportando lo mejor que tiene para promover el desarrollo, para fomentar la justicia y la inclusión social. Colaboremos todos, porque el éxito de este programa no será de nadie en particular. Imaginamos un futuro con un Escobar sin hambre y con su gente viviendo como se merece”, concluyó Sujarchuk, con el optimismo a flor de piel.

Punto de partida

“Desde el punto de vista sanitario, el plan empieza con la detección precoz del embarazo. Este trabajo va a tener mucha importancia, porque nos va a permitir trabajar y nutrir a la embarazada: suplementarla con hierro, ácido fólico y con toda la medicación que estarán recibiendo ella y su bebé. Y trabajamos mucho con el tema de la lactancia materna, porque lo que el cerebro no crece en los dos primeros años no lo recupera nunca más”, explica a DIA 32 el subsecretario de Salud del Municipio, Ernesto Girola, uno de los integrantes del directorio de Hambre Cero.

Una de las acciones previstas en los diferentes operativos sanitarios que se llevarán a cabo en el distrito es el “precintilado de los chicos”, el primer paso para detectar un caso de desnutrición o malnutrición infantil: “Hacemos una comparación peso-talla-edad, que es una curva de crecimiento que tiene distintos valores, y de acuerdo al resultado que nos arroje podemos clasificar al paciente en problema de desnutrición leve, moderada o grave. De ahí en más, podemos comenzar con el tratamiento médico”, señala Girola.

Claro que la solución no es mágica ni repentina. De hecho, el remedio muchas veces puede ser peor que la enfermedad. “No es solo decir ‘acá hay un desnutrido, démosle de comer’, porque si no con pan y agua se terminaría el hambre. La calidad del alimento y cómo lo debe recibir son cuestiones claves, porque si no podés terminar generando un chico obeso”, advierte el profesional.

Girola asume que el objetivo de Hambre Cero no es “para nada fácil”, pero se muestra optimista y destaca el puntapié inicial del intendente para encarar el desafío: “La salud es un proceso de construcción colectivo, permanente y solidario de toda la población. No es solo responsabilidad de los médicos. Pero alguien tenía que arrancar y el resultado lo iremos viendo sobre la marcha”.

Por lo pronto, la maquinaria municipal para erradicar la desnutrición en Escobar ya se puso en marcha y ahora tendrá dos años para cumplir con una misión que no distingue raza, religión ni credo político: el hambre cero. Porque en el “granero del mundo”, hay gente que todavía se muere, literalmente, de hambre.

Un directorio para “transformar la vida de los escobarenses”

Contando al intendente, quien lo encabeza, el heterogéneo directorio del programa “Hambre Cero” está conformado por diecisiete personas, entre funcionarios, concejales y representantes de distintos sectores de la comunidad.

Por el Ejecutivo están el secretario de Desarrollo Territorial, Carlos Ramil; el subsecretario de Salud, Ernesto Girola; el director de Defensa Civil, Juan Carlos Toledo; y la coordinadora de Abordaje Territorial, Patricia Durán. Por su parte, el Concejo Deliberante está representado por la concejal Gabriela Garrone, quien es presidenta de la comisión de Políticas Sociales del Legislativo.

También integran la mesa de Hambre Cero la Defensora del Pueblo, Rocío Fernández; la directora del hospital provincial Enrique Erill, María Fernanda Bigliani; el director honorífico del Polo de Educación Superior de Escobar y ex rector de la UBA, Ruben Hallú; el presidente de la Cámara de Comercio de Escobar, Hernán González; el presidente de la Unión Industrial de Escobar, Marcos Villar; el presidente del Consejo Escolar, Andrés Russo; y la inspectora distrital de Educación, Patricia Froy.

Otros miembros del directorio son: monseñor Santiago Herrera, asesor espiritual en representación del culto católico; el pastor Carlos Purat, asesor espiritual de iglesias evangélicas; Patricia de la Cruz, representante del Consejo de los Derechos del Niño; y Ángel Dovico, representante de organizaciones sociales.

“Le quiero agradecer a cada uno de los que aceptaron ser parte del directorio, porque lo hicieron de manera generosa y sin mezquindades. Entendiendo que de verdad, si todos tiramos para el mismo lado, somos capaces de transformar la vida de los escobarenses”, enfatizó Sujarchuk en el lanzamiento del programa.

MARCOS VILLAR:
“Lo que hay que hacer es redistribuir el alimento”

Por fuera del ámbito público, otro de los miembros del directorio de Hambre Cero es el presidente de la Unión Industrial de Escobar (UIDE), Marcos Villar. “Como dijo el Intendente, pobre es el que no aporta ni siquiera ideas. Y en ese sentido la UIDE va a ser uno de los 260.000 voluntarios que va a tener este proyecto. Entre todos tenemos que sacar este problema adelante”, expresó.

En cuanto al rol que cumplirá la entidad en esta misión, adelantó: “Hablaremos con las industrias que produzcan alimentos o que tengan la posibilidad de hacer cadenas de valor de alimentos. Porque acá no se trata de poner dinero sino de aportar conocimiento y redistribuir el alimento, que es lo que se está haciendo mal”.

“Los supermercados y las verdulerías hoy están tirando mercadería. Sabemos que hay alimentos que tienen algún tipo de falla y se tiran. Eso hay que aprovecharlo, porque que la empaquetadura tenga algún problema no quiere decir que la mercadería esté mal. Toda esa comida y los sobrantes de producción podrían llegar a nutrir a muchísimas personas. Y eso es lo que hay que hacer”, apuntó Villar.

ROCIO FERNANDEZ: 
“Es fundamental que aunemos esfuerzos”

Aunque no hay estadísticas oficiales sobre desnutrición -de hecho, uno de los objetivos de Hambre Cero es sentar los primeros registros-, la defensora del Pueblo de Escobar, Rocío Fernández, no dudó en afirmar que en los últimos meses “hubo un notable crecimiento de demanda en el área de asuntos sociales de la Defensoría”.

La funcionaria, además, destacó la iniciativa del intendente y la convocatoria a distintos sectores sociales en esta cruzada: “Es la complementariedad de los órganos del Estado lo que permite un mejor ejercicio y una mejor respuesta a la demanda de la sociedad. La demanda es tan importante que los recursos son insuficientes, por lo tanto, es fundamental que aunemos esfuerzos”.

“Cuando la sociedad dijo ‘que se vayan todos’, colocó a todos los dirigentes y funcionarios en el mismo lado. El pueblo ve al Estado como uno sólo, no sabe de competencias, requiere la vigencia de los derechos fundamentales que la Constitución Nacional les garantiza y esperan de todos nosotros que trabajemos sin mezquindades y atendamos las problemáticas que nos requieren”, analizó Fernández, quien también integra el directorio de Hambre Cero.

GABRIELA GARRONE: 
“Hay que dejar de lado la burocracia”

En la mesa del directorio de Hambre Cero, la única silla del Concejo Deliberante la ocupa la concejal Gabriela Garrone, presidenta del bloque (Unidos por Escobar) que reporta al ex intendente y actual diputado nacional Sandro Guzmán.

“Mi rol es colaborar con el programa desde mi función en el directorio, pero en realidad no varía con lo vengo haciendo desde toda mi vida. Mi lema es que al político que no le corre por las venas la necesidad de ayudar cuando ve que otro necesita, que se dedique a otra cosa. Yo esto lo hago de corazón y no me importa el espacio político. Y en este caso siento que este es el grupo en el que quiero estar para colaborar con la gente”, expresó a DIA 32.

La ex secretaria de Desarrollo Social del Municipio señaló que es hora de “dejar de lado la burocracia” por el bien de los más necesitados: “Este programa es para que se puedan diagnosticar los casos de forma inmediata y se pueda asistir con un amplio abanico de posibilidades. Hay demandas que no pueden esperar, que las respuestas tienen que ser ya. Y esta es una de ellas”.

“Yo recorro mucho las calles y me doy cuenta de que la situación actual es crítica para los que menos tienen. Ya sea por la falta de trabajo o de recursos necesarios, muchos vecinos hoy no llegan a satisfacer la canasta básica familiar ni por las tapas. Por eso hay chicos que no están bien alimentados”, afirmó.

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