Por DAMIAN FERNANDEZ
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Psicodélico, surrealista, nocturno… son tan sólo algunos de los calificativos que se pueden utilizar para intentar describir a Espiral, el flamante videoclip del artista escobarense de rock pop/electrónico Toni Robot, que acaba de presentarse en sociedad a través de la web.
“Intentamos grabar un EP con nuevas canciones, pero quedó trunco por problemas personales y porque la sala donde íbamos dejó de funcionar. Entonces volví al segundo disco para moverlo de vuelta, pero con imágenes. Y Espiral es uno de los temas que había quedado sin video”, explica a DIA 32 el compositor y cantante Leandro Ranne (41) sobre la génesis del nuevo audiovisual.
La producción estuvo a cargo de un amigo suyo de toda la vida, Ariel Corradini, quien está radicado en Capital Federal y por puro gusto ofreció sumarle su arte a Toni Robot. Así surgieron los videos de Piel de Hierba, en 2014, y ahora el de Espiral, ambos temas de Al borde de la tempestad (2011), el segundo y -hasta ahora- último disco de Toni Robot.
“Fue todo muy improvisado. Son videos con imágenes extraídas por él de vaya a saber dónde. No hay imágenes mías ni de la banda. Yo le pasé los temas y le di libertad para que hiciera lo que crea conveniente. Es un poco la idea de Toni Robot, que cada uno aporte lo suyo”, cuenta Ranne sobre el proceso de producción y edición realizado por Corradini.
Al ser consultado por el sentido del video y la letra propiamente dicha, el músico emana algunas sonrisas: “Es a libre interpretación. Cuando escribo es como que entro en una nube de cosas y no tienen una idea fija. Lo que escribo es muy metafórico. No cuento historias y no tengo una explicación en concreto de qué estoy hablando en Espiral, como tampoco la tengo en otras canciones”, responde quien encarna en primera persona a “un robot casi humano, o a un humano casi robot”.
Ranne dio vida al “concepto” Toni Robot en 2005, luego de un extenso paso por diversas bandas de punk rock y otros géneros y como resultado de un curso de música electrónica y composición por computadora que lo atrapó por completo. Fue tal su incursión en nuevas aguas que ese mismo año editó Casi humano, su primer disco solista y sin instrumento alguno.
Finalmente, tras estudiar canto durante cuatro años, decidió relanzar su carrera pero bajo otro paradigma: más pop rock que máquinas y acompañado. Es así que en 2011 grabó junto al productor y arreglador Rocko Rainoldi su segundo álbum, donde sí utilizó instrumentos. Y desde entonces decidió formar un grupo para hacer más atractivas sus presentaciones en vivo.
Actualmente, en los shows lo acompañan Hernán Carrique (batería) y Marcos de Vedia (bajo), mientras que él pone voz y guitarra. “Ahora quiero grabar otro disco, o un EP con cuatro, cinco canciones. Pero estoy en una etapa en la que me está costando escribir. Porque para hacerlo necesito estar desequilibrado y ahora estoy en una etapa de mi vida muy equilibrada”, revela Toni Robot, más vivo que nunca y sonando a pleno.