El Municipio analiza iniciar una demanda para quedarse con el emblemático predio abandonado de la avenida San Martín. El proyecto, que está en elaboración, contemplaría resarcir a los inversores damnificados y construir un plan de viviendas.

Entre los muchos anuncios que hizo durante la apertura de las sesiones ordinarias del Concejo Deliberante, el pasado jueves 17, Ariel Sujarchuk sorprendió al revelar su intención de expropiar el predio abandonado de Floreal del Sol, al que definió como “un monumento a la estafa”.

El intendente en uso de licencia dedicó un pasaje de su extenso discurso ante los concejales a la temática habitacional y, en ese marco, sostuvo que “hay que programar el crecimiento del hábitat, que tiene que ser justo y repartido”.

“Escobar vive en este momento un fenómeno inmobiliario que tienen pocos lugares de la Argentina, sobre todo en los sectores empoderados, pero acá tienen que acceder a la vivienda todos y todas”, remarcó. Ahondando sobre esa premisa, señaló que “gobernar es ocuparse de los temas de la gente, no solamente de la agenda que es estrictamente de incumbencia municipal”.

Esos conceptos fueron la introducción para el anuncio sobre la posibilidad de expropiar el predio abandonado de la avenida San Martín al 500, donde supuestamente se iban a construir cuatro torres de 14 pisos y un hotel de lujo. “En el corazón de Belén de Escobar tenemos un esqueleto que es el monumento a la estafa. Se llama Floreal del Sol”, enfatizó Sujarchuk, antes de adelantar el trazo grueso de su plan.

“Le hemos dado instrucciones al subsecretario de Legal y Técnica para que intervengamos en la causa, recuperemos ese edificio, busquemos la forma de resarcir a los vecinos damnificados y generar más viviendas con inclusión”, proclamó.

La audaz iniciativa está por ahora en una etapa preliminar. Se descuenta que el litigio no será fácil de destrabar, algo que decenas de damnificados llevan años intentando con acciones individuales y colectivas ante distintos estrados judiciales. Se dice que llegarían a 300 las personas estafadas por este fraudulento proyecto inmobiliario, un cuento del tío a gran escala cuyos responsables aún siguen sin condena.

“Donde hay una necesidad, hay un derecho. Y donde hay un problema, el Estado municipal se mete, interviene y lo soluciona”, cerró Sujarchuk sobre este anuncio, que fue recibido con aplausos por los concejales oficialistas y un prudente silencio de la bancada opositora.

Una mentira de lujo

El proyecto Floreal del Sol fue anunciado en 2010 con bombos, platillos y un entusiasmo exagerado. Sería una construcción de seis torres inmensas, de 14 pisos cada una. Cuatro de esos edificios albergarían 48 departamentos de 2 y 3 ambiente para uso profesional y de vivienda, mientras que los otros dos se destinarían para un prestigioso hotel, de 168 amplias habitaciones en suite.

El complejo contaría con todas las prestaciones: shopping center, gigantescos salones para conferencias, microcines, gimnasio con todos los chiches, spa, cava de vinos, golf, restaurants de cinco tenedores y piscinas climatizadas, entre otras ostentaciones.

El gerenciamiento y la administración correrían por cuenta de Mantra Resort, un grupo hotelero australiano con presencia en su país de origen, Nueva Zelanda, Hawái, Tasmania e Indonesia, que también estuvo más de una década en Punta del Este.

Mantra Resort se caracteriza por ubicar sus hoteles en destinos maravillosos, playas de ensueño, en ciudades como Melbourne, Sydney, Honolulu y una cantidad enorme de destinos exóticos. Era lógico preguntarse por qué una empresa hotelera de tamaña envergadura y con un concepto tan claro querría hacer una excepción e involucrarse en Escobar, cambiando el océano Pacífico por media manzana a quince kilómetros del río Paraná.

Estaban acertados quienes desconfiaban de entrada. Era un engaño millonario, orquestado y planificado minuciosamente, que DIA 32 describió en detalle en su edición de diciembre de 2018 bajo el título: La gran estafa. Ese artículo tuvo amplia repercusión y logró que otros medios -incluso nacionales- también dieran visibilidad a esta historia.

LUJO FALSO. El emprendimiento prometía contar con dos hoteles de alta gama del grupo Mantra Resort.

“El placer de invertir”

La trama detrás de la estafa es digna de Netflix. Entre copas de champagne y bocaditos de copetín con caviar, los invitados eran tentados a participar de un fideicomiso en el que les ofrecían desde cocheras a 16 mil dólares hasta unidades de suite de hotel por 102 mil. La rentabilidad estimada era irresistible: de 10 a 15% anual en dólares. Un 6% de ese porcentaje se percibiría desde el minuto uno, es decir, al mes siguiente de firmar el contrato.

Por si fuera poco, los inversores accedían a otro beneficio más que seductor: pertenecer a la red Interval International. De esta forma, tendrían más de tres mil hoteles y resorts en el mundo para disfrutar durante quince días al año intercambiándolo por su suite en Floreal del Sol.

La cara visible de todo el circo fue Daniel Fontanini, un hombre que dice ser ingeniero y es yerno de Nicolás Pantoff, uno de los socios del estudio de arquitectura Pantoff & Fracchia, encargado de la realización integral de la obra, desde el diseño hasta la entrega de llave en mano. Son profesionales muy reconocidos en Argentina por la construcción de edificios emblemáticos, sobre todo entre la década del ‘60 y el ‘70.

El carisma de Fontanini, quien aparecía explicando las bondades del emprendimiento y sus virtudes económicas hasta en canales de televisión y en los principales diarios del país, más la presencia y el aval de empresas de renombre como Mantra y Pantoff & Fracchia, fueron una trampa perfecta para decenas y decenas de personas.

La pantomima fue montada con tanta precisión que lograron timar a jubilados, motoqueros, empleados, profesionales, recién casados, hombres, mujeres, jóvenes y ancianos, quienes desembolsaron todos sus dólares para convertirse en víctimas de un engaño que era promocionado como “el placer de invertir”.

A paso de hormiga

La primera torre comenzó a levantarse en julio de 2011. Once años después, apenas es un esqueleto. La obra está completamente paralizada desde enero de 2015. En el predio de la avenida San Martín donde tiempo atrás funcionó la fábrica de refractarios Abraxas, todo está detenido. Ahora, la pelea pasa por tribunales.

Fontanini y Floreal del Sol están desaparecidos de la faz de la Tierra, al igual que las empresas que se conformaron para la ocasión: Consol Ventures International, Consol Global Developers & Real Estate, Herrepucz, Repdoney Refractarios, Doro Florida S.A y ELABU S.A.

Nadie responde los teléfonos y en las direcciones declaradas no están; por ende, las cartas documento son devueltas porque no hay quien las reciba. Las causas judiciales, en tanto, se tramitan en el Juzgado Nacional en lo Criminal y Correccional Nº18 y en el Juzgado Nacional Penal Económico Nº2, con sede en Capital Federal.

ABANDONO. De las seis torres promocionadas sólo se inició una. La construcción está frenada desde 2015.

En 2018, la entonces subsecretaria de Legal y Técnica del Municipio, Laura Guazzaroni, explicaba a DIA 32 que la obra permanecía clausurada porque las infracciones de la empresa eran permanentes, sobre todo en cuanto a cuestiones de seguridad. “Tenemos una carpeta bien gorda de contravenciones aplicadas a Consol S.A. Incluso, hacen planes para pagarlas en cuotas y tampoco cumplen con ese pago”, contaba la actual presidenta del Concejo Deliberante de Escobar.

A mediados del año pasado se conoció que el proyecto pretendía ser reflotado con una nueva denominación: Condominio Vista Delta. De hecho, hay un sitio web con ese nombre donde se promociona el mismo ardid. Desde el Municipio, al enterarse, mandaron inspectores a colocar nuevos carteles y fajas de clausura en el perímetro. Además, agregaron nuevas fojas al expediente contravencional iniciado en 2016 con el número de registro 159.550.

Ahora, el anuncio de Sujarchuk abre un nuevo capítulo y enciende una tenue luz de esperanza para las víctimas de una de las estafas más grandes de todos los tiempos en la historia escobarense.

CONTRAVENCIÓN. La Municipalidad reforzó la clausura en 2021 tras el presunto relanzamiento del proyecto.

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