En el fútbol argentino actual los campos de juego pasaron a ser verdaderas alfombras verdes, casi inmaculadas. Mantener el césped en condiciones ideales, rozando la perfección, se fue transformando en una obsesión para los “cancheros” de cada club. Debido a eso, los equipos usan sus estadios solamente los días de partido, entrenando en predios alternativos para no dañar el pasto de las canchas oficiales.
Con el paso de los años, muchos clubes -los más pudientes- fueron construyendo complejos para llevar a cabo las prácticas semanales. Otros, menos fuertes económicamente, comenzaron a buscar lugares donde hacer sus trabajos físicos y futbolísticos, con las comodidades necesarias.
En Loma Verde hay dos complejos que son elegidos recurrentemente para ese propósito: Doble55inco y Mis Marías, muy buscados por instituciones tanto del ascenso como de primera división. La cercanía a la autopista, la infraestructura disponible, la atención y, por sobre todas las cosas, el entorno natural y la paz que tienen estos lugares son sus principales atributos.
El primer club que puso sus ojos sobre Loma Verde fue Racing Club de Avellaneda, en 2001, que empezó a entrenar en Mis Marías, propiedad de su entonces gerenciador, Fernando Marín. Allí se entrenó el equipo dirigido por “Mostaza” Merlo que rompió el maleficio de 35 años sin ganar un campeonato, con Campagnuolo, Ubeda, Bastía y Milito como estandartes.
Con el paso de los años esa alternativa de entrenar en otro lado se puso de moda. Con la apertura y rápida aceptación en el mundo del fútbol que tuvo Doble55inco, varios planteles adoptaron a Loma Verde como refugio para entrenamientos y pretemporadas. Algunos de primera división, como Argentinos Juniors, Platense y Talleres de Córdoba; otros de la Primera Nacional o de divisiones menores, como Tigre, Villa Dálmine, Ferro, Independiente Rivadavia de Mendoza, Mitre de Santiago del Estero, Acassuso, Deportivo Armenio, Estudiantes de Caseros, Fénix, Defensores Unidos de Zárate y Argentino de Rosario. Todos ellos hicieron uso de las instalaciones de alguno de los dos predios, ya sea para estadías cortas o como lugar diario de prácticas.
Huéspedes actuales
En la temporada 2021, distinta por la pandemia y las continuas restricciones, hay dos equipos que sacaron su estadía en la localidad más joven del partido de Escobar para ponerse a punto y preparar sus partidos: Platense, que está en la Zona A de la Copa de la Liga Profesional, y Ferro Carril Oeste, que milita en la Primera Nacional.
“Platense entrena acá desde la semana posterior a lograr el ascenso a primera. Siempre lo hace por la mañana y entre tres y cuatro veces por semana. Arma su organigrama en función al día que juega. Viene todo el plantel, se realizan el hisopado (PCR) y utilizan el comedor del complejo para desayunar antes de los entrenamientos”, le comenta a DIA 32 Leandro Roveda, coordinador de Doble55inco junto a Gustavo Rizzo.
Los directivos del Calamar conocían el predio de la calle Boote desde hace varios años, porque los fines de semana juegan torneos de fútbol entre amigos. “El equipo había hecho pretemporadas antes y los dirigentes siempre mostraron intensiones de venir a entrenar, les gustaba mucho el lugar y la atención que les dábamos. Así fue cómo decidieron trasladarse a practicar con nosotros”, explica.
“Ferro empezó a practicar en el predio Mis Marías en marzo, porque se lo recomendaron. Ellos hacen todos los entrenamientos en Loma Verde y también desayunan o meriendan. El cuerpo técnico de Diego Osella utiliza nuestros dormis para instalarse durante la semana, igual que algunos jugadores que a veces se quedan de un día para el otro y no quieren viajar tan seguido porque son del interior”, cuenta Roveda, que junto al grupo de colaboradores del complejo está al servicio de los jugadores para lo que precisen.
Ferro cuenta este año con el apoyo del empresario Daniel Bragarnik, que acercó varios jugadores para tratar de lograr la vuelta a primera y apunta a darle lo mejor al plantel. “Ellos sabían que el nivel de Mis Marías está por encima de la media de lo que podían tener y se acercaron para trabajar acá. Tienen serias aspiraciones de ascender de nuevo”, agrega el escobarense, consciente de la calidad de los establecimientos que coordina.
Definitivamente Loma Verde se convirtió en el lugar ideal para que los clubes entrenen, rodeados de naturaleza, armonía e instalaciones de primer nivel.