Por CIRO D. YACUZZI
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Pese a su salto del Paufe al PJ, al término de su mandato Sandro Guzmán podrá jactarse de no haberles mentido a quienes lo votaron en las elecciones de 2007. “Pocas palabras, grandes obras”, prometía su eslogan de campaña. Y está a pasos de lograrlo con todas las letras.
El leit motiv proselitista no era antojadizo y sí claro en la síntesis del perfil del entonces candidato. Hace tres años no se pensaba en que alguien pudiera pelearle la corona a Luis Patti, “el intendente que más hizo” en el imaginario escobarense. Sin embargo, su otrora colaborador va en camino de cumplir la ley natural del alumno.
Con una inmensa ayuda del gobierno nacional -ya muy superior a la que recibía el ex comisario-, Guzmán está consiguiendo que lleguen al distrito obras largamente esperadas. Aún sin terminar, la repavimentación de las rutas 26 y 9 son un primer ejemplo, así como el hospital del Bicentenario en Garín, que recién está en etapa de preadjudicación.
Una serie de convenios firmados el viernes 23 por el ministro de Planificación Federal de la Nación, Julio de Vido, prometen redoblar la asistencia del kirchnerismo a Escobar: un camino de circunvalación que conectará el puerto de regasificación de YPF en el Paraná de las Palmas con la autopista Panamericana, a la altura del futuro parque industrial de Loma Verde; la repavimentación de la avenida San Martín y de la ruta 25 desde las barrancas de El Cazador hasta la ribera, y la construcción del cruce ferroviario bajo vías en la calle Los Lazaristas son las obras que ya están en condiciones de ponerse a licitación. Además, 300 cuadras de pavimento urbano para todo el distrito.
Si se cumplen estos anuncios -así como las 274 viviendas sociales prometidas en 2009 para Maquinista Savio-, las ventajas de haberse alineado serán indiscutibles. Y el candidato no habrá fallado en sus afiches: habrá grandes obras, aunque falten las palabras.