El presidente de la Sociedad Cosmopolita se deshace en elogios al jefe comunal: “Está haciendo el Escobar que siempre soñé”, afirma. Y lo compara con el ex subcomisario. Además, su desencanto con la UCR.

Guillermo Ferrari (57) es, entre otras muchas cosas, uno de los primeros escobarenses que conoció a Ariel Sujarchuk. Fue en febrero de 2013, cuando se reunieron en la sede de la Sociedad Cosmopolita, de la que es presidente. A los pocos días volvieron a verse en el Ministerio de Desarrollo Social. Allí, el entonces funcionario de Alicia Kirchner le confesó que quería empezar a militar políticamente en el distrito y ser el próximo intendente.

“Le contesté que no tenía la menor idea de lo que estaba diciendo”, recuerda Ferrari, admitiendo a DIA 32 el comprensible arrebato de desconfianza que tuvo en esa charla. El tiempo no le daría la razón. Sí, en cambio, a aquel desconocido: “Vos quedate tranquilo, que las cosas van a salir bien”, le replicó el hombre que desde diciembre de 2015 ocupa el sillón de Lambertuchi, a quien hoy confiesa admirar.

“Cuando salí de esa oficina me fui con muchas dudas, pero ahora puedo asegurar que estoy sorprendido”, afirma Ferrari, que de entrada aceptó sumarse al equipo de Sujarchuk y es el coordinador de la Unidad de Gestión Comunitaria (UGC) Nº1, sin dejar de lado los asuntos de la Cosmopolita ni la Fiesta Popular del Pollo al Barro, de cuya comisión también es presidente.

-¿Cómo te definís políticamente hoy? ¿Ex radical? ¿Radical K?
-No, porque en primer lugar soy radical e yrigoyenista de toda la vida. Siempre fui un militante del campo nacional y popular. Lo que pasa es que el radicalismo ha abandonado sus banderas históricas, salvo alguna expresión que puede representar Leopoldo Moreau. El radicalismo nació a fines del siglo XIX como una reacción a la oligarquía que manejaba el país y esto es lo que estamos viendo hoy con las grandes corporaciones y los sectores concentrados. Es una situación que a los movimientos populares les suele ocurrir. También le pasó al peronismo en la época de (Carlos) Menem.

-Desde tu experiencia en los ‘90 como secretario legislativo del bloque radical a este presente de funcionario municipal, ¿qué cambios sustanciales notás en la forma de hacer política?
-La política, al igual que la sociedad, está cambiando a una gran velocidad, de la mano de la tecnología y de las nuevas costumbres. Pasó de hacer una cosa artesanal a una cosa que se tiene que hacer de forma profesional, se perdió el romanticismo. Además, hoy la incidencia de los medios de comunicación es fundamental. Lo que está pasando con los grupos monopólicos de información es terrible, porque te colonizan el pensamiento. Hoy los sectores dominantes, cuyo brazo mediático son las corporaciones de medios, son los que ponen los candidatos. Y ese es un tema muy grave y peligroso para los partidos y el sistema político.

-¿Te costó aceptar el ofrecimiento de sumarte a este gobierno, teniendo en cuenta la negativa percepción social que existe sobre la clase política?
-El tema de las implicancias que tiene estar en política no es de ahora. Personalmente, siempre tuve vocación política, trabajé en entidades para darle una mano a la gente y me pareció que esta era una oportunidad para hacerlo desde el Municipio. Así que no me costó tomar la decisión.

-Hay una crítica generalizada al actual gobierno en cuanto a que todos los secretarios del gabinete son de otros distritos. Vos que sos de acá, ¿cómo ves ese tema?
-Uno de los mayores méritos del intendente es haber desembarcado con un equipo de profesionales de primera línea. No solamente son gente capaz, sino que son buena gente. Por eso yo le agradezco mucho participar de este equipo, donde también hay muchísimos escobarenses. Las críticas a veces son bienintencionadas y otras veces no. Haciendo un análisis histórico, esto es algo que pasa del ‘83 a la fecha. Inclusive (Fernando) Valle, que ya había sido intendente, tuvo que recurrir a figuras de otros partidos para cubrir los lugares de más importancia. Ni que hablar de (Luis) Patti, que vino con un equipo de afuera. El problema no es que seas de Escobar o de afuera, sino que es si trabajás y si tenés capacidad o no. Y el equipo de Ariel trabaja y es muy capaz.

-La repregunta es siempre la misma: ¿No hay en Escobar gente suficiente que tenga la misma materia gris o incluso más?
-Los equipos no se forman de la noche a la mañana. Se forman con gente que uno conoce, con la que uno ha trabajado y tiene empatía. Todo el partido de Escobar tuvo la posibilidad de acercarse a Ariel Sujarchuk cuando estábamos haciendo la campaña. Por ejemplo, en el sector que se llama Usina, donde muchos escobarenses que hoy están ocupando un puesto pudieron demostrar su capacidad. Yo estoy seguro de que, poco a poco, se va a seguir incorporando gente de Escobar.

-¿Te gusta esta gestión? ¿Es lo que esperabas?
-Te puedo asegurar que estoy sorprendido con Ariel Sujarchuk: no solamente de su capacidad de trabajo, sino de la visión estratégica y táctica que tiene para hacer un Escobar como el que yo soñé toda mi vida. Ha superado mis expectativas, ha hecho mucho más de lo que yo pensaba. Eso no quiere decir que estemos de acuerdo en todo, pero sí concuerdo en la línea gruesa, la estrategia final y en muchas cosas que está haciendo. Por eso lo acompaño aportando mi granito de arena.

-¿Cómo lo ves en comparación con otros intendentes de Escobar que viviste y conociste?
-Para mí es el mejor intendente de Escobar, sin lugar a dudas. Se lo suele comparar con Patti, por la cantidad de obras y la dinámica de la gestión, pero creo que es una comparación que va a lo exterior y no a lo interior. Ariel tiene una visión política en favor de los que menos tienen y trabaja para integrar las localidades, los barrios y terminar con viejas y ridículas rivalidades, cosa que Patti no hacía. Lo que sí hacía, con plata que le mandaba Menem, fueron un montón de obras que transformaron Escobar y, obviamente, cambiaron el escenario. Además, la política cultural que está desarrollando Ariel es una bisagra para el partido de Escobar. Todo esto, por supuesto, dejando de lado los antecedentes de uno y otro.

-Otra coincidencia con Patti es la predilección de ambos por la estética urbana. En ese sentido, la remodelación de la plaza San Martín generó opiniones encontradas en los escobarenses. ¿Cuál es la tuya?
-En principio, hay que aclarar que la visión del intendente no es simplemente arreglar una plaza sino que quiere mejorar los centros comerciales de las localidades y en todas se están haciendo obras. Ariel sabe muy bien que cuando se inauguren las obras de Nordelta 2, con sus shoppings y centros comerciales, va a ser un duro golpe para el comercio local, porque va a producir una migración. Es lo que ocurrió en Pilar cuando el centro se murió con la creación del Village. La idea es hacer un paseo para que los vecinos vengan al centro, compren y disfruten. Dentro de esa planificación, está la plaza. Por eso, si la tomamos en forma individual puede que no sea una prioridad, pero sí lo es impulsar los centros comerciales de las localidades con una visión estratégica.

-¿Hay “grieta” en la política local? ¿Existe una oposición constructiva y otra que solo tira piedras?
-Hay grupos políticos que están colaborando con el gobierno, por encima de mezquindades. Un caso es el de Miguel Jobe, que es un amigo de toda la vida, un referente político que supo representar diferentes administraciones y está colaborando de buena leche. Lo mismo que Luis Carranza y su bloque. Grietas siempre hay, desde Mariano Moreno hasta acá.

FICHA PERSONAL

Un boina blanca activo

Nació el 11 de julio de 1959 en una clínica de Caballito. Pero siempre vivió en Belén de Escobar, donde había nacido su madre, Nicolasa Florencia Lalli; y adonde su padre, Juan Alberto Ferrari, llegó cuando tenía un año. Tiene una hermana, Ana Luisa, con quien tuvo un comercio de materiales eléctricos. Cursó la primaria en la actual escuela 14 y el secundario en el San Vicente. Desde 1985 hasta 1991 fue secretario de la Sociedad Cosmopolita, a la que regresó en 2001 con el mismo cargo y de la que es presidente desde 2009. En 1983 empezó a militar en la UCR y fue secretario legislativo del bloque de concejales entre 1994 y 1999. Tres años después se desafilió. También tuvo un fugaz paso por los medios de comunicación: fue director del quincenario local Cartelera, que circuló entre 1984 y 1986. Desde 2001 hasta fines de 2015 fue inspector en la ANSES. Desde entonces es coordinador de la UGC Nº1 (Escobar centro) y también es presidente de la Fiesta Popular del Pollo al Barro, fundada en 2014 por iniciativa de la Cámara de Turismo de Escobar.

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