1-¿Dónde naciste?
-En una clínica que estaba arriba de la librería Iguazú, en Tapia de Cruz y Belgrano. Los memoriosos se deben acordar.
2-¿De qué rama de los Alvarez sos?
-No tengo parentesco con ninguno de acá. Mi viejo nació en Junín, mis padres y mis abuelos vinieron en 1959. Antes vivieron en Boulogne y en El Talar. Tenían quintas de verduras y con la plata ahorrada compraron en Escobar.
3-¿Dónde estudiaste?
-El jardín y la primaria en el Santa María y la secundaria en el Belgrano. Me cambié porque éramos pocos varones, la mayoría nos fuimos. Terminé en 1985.
4-¿Seguiste alguna carrera terciaria?
-No, pero me anoté en la UBA para el ciclo básico y pensaba entrar para ser analista de sistemas, ¡grave error no haberlo hecho!
5-¿Cómo empezaste a trabajar en Charming?
-El marido de mi madrina tenía un videoclub en Capital y a mi cuñado (Charlie Ortelli) se le ocurrió poner uno. Un día pasó Alberto Peralba por la disquería, Charlie le contó del proyecto y se asociaron. Me pusieron para que lo atienda, en 25 de Mayo 1067. Abrimos en marzo del ’86. En total teníamos 85 películas. Me acuerdo hasta de los números de los estuches: la 1 era La historia oficial y la 85 La fuerza del cariño. Empezó a crecer cada vez más.
6-¿Qué recordás de aquella época de oro de los videoclubes?
-Fue terrible, la gente empezaba a comprar videocaseteras y tuvimos que agrandar el local. Después se abrió una sucursal en Tapia de Cruz, que la atendía el “Gallego” Juan Peralba. Se empezó a laburar más en ese local, pero yo seguí en mi lugar hasta el 2000. Cuando se cerró el de 25 de Mayo, pasé al de Tapia. Estuve 32 años atendiendo los videoclubes, hasta 2018.
7-¿Cuáles fueron las películas más alquiladas?
-La 1, Titanic, hasta la compraban. Estaba a precio promocional de 25 dólares. Me la reservaban una semana antes, venía con póster y un mazo de cartas. Habremos vendido 150, y para alquilar teníamos 15 copias, una cosa increíble. Después, El Rey León, extraordinario, y la saga de El Padrino, la pedían siempre.
8-¿Cuántas alquilaban en un muy buen día?
-Un sábado de lluvia, entre las dos sucursales, llegábamos a las 1.000. En Semana Santa era una locura, me iba a casa y soñaba con las películas, increíble. Llevaban cualquier cosa, más en la época de los VHS que en la de los DVD, era la novedad del cine en casa. Algunos me alquilaban 3 ó 4 por día. También alquilábamos los reproductores para los que no tenían videocaseteras.
9-¿Atendiste a clientes famosos?
-Sí, a varios: Alberto Migré con su troupe de actores; Graciela Borges, que venía con el peluquero Miguel Romano; la familia Pérez Companc, gente extraordinaria. También jugadores de equipos que entrenaban en la zona, como Ignacio Piatti, Juan Manuel Insaurralde o Iván Furios, cuando estaban en Chacarita. Hasta comíamos asado con ellos en la casa de “Puchi” Stoianoff.
10-¿Incursionaste en otros rubros?
-Sí, con Sergio Sgüiglia y Carlos Costa abrimos el boliche Walkiria (Estrada y Asborno). Estuve del ‘90 al ‘94. Después vendimos con Carlitos y compraron nuestra parte el “Fama” Claudio Retacco y Alejandro “Rabanito” Leguizamón. Casi me meto en La Mimosa, pero al final no quise.
11-¿Hoy a qué te dedicas?
-El presidente de Sportivo me propuso estar en la administración del predio de la pileta nueva, quería alguien de confianza. Abrimos a mediados de 2019 y nos agarró la pandemia. Los clubes de barrio estábamos liquidados, todo cerrado. Las piletas fue lo último que dejaron abrir. Fue un desastre, pero estamos de nuevo en funcionamiento.
12-A propósito, ¿hiciste mucho deporte de joven?
-Arranqué en Independiente, yendo a la pileta. Me críe ahí, con gente más grande. Era fanático del fútbol, andaba bien. Alto, jugaba de 10, zurdo. A los 16 años me enteré que San Lorenzo probaba jugadores, fui y me ficharon. Hice pretemporada, cambió el DT, me pusieron de 6 y un día jugué un amistoso con Ferro, entré 15´. Estuve seis meses, querían seguir viéndome y no fui más.
13-¿Cómo empezó tu relación con el básquet de Sportivo?
-Arranqué de mini, hice infantiles, cadetes, jugué varios años, hasta que dejé por el fútbol. Nos ponían en el banco de la primera, Hugo Turilli dejó de jugar, agarró como técnico y empezó a poner a los pibes. Empecé a jugar en mayores, con Gabriel Marcato en la base. En una final contra Pilar hice 39 puntos, ¡me salían todas! Era ayuda base, jugué un par de años más y dejé a principios de los ‘90.
14-¿Cuál fue el mejor equipo de básquet de Sportivo que viste?
-El de 2001 que ascendió al TNA, no tiene parangón. Fui a todos los partidos, se definió en Zárate y llevamos 1.200 personas. Fue como una miniserie. Fer Bruckner era una fiera marcando; Germán Género, el cerebro del equipo; Rubén Runke, un toro impresionante; Leo Roca y Hernán Salvador, muy buenos jugadores; y el as de espadas, Andrés Lopresti, un loco que hacía cosas impresionantes.
15-¿Y el jugador que más te deslumbró?
-Nacido en Escobar: Hugo Turilli, un monstruo. Lo más grande que hubo.
16-Yendo a tus gustos, ¿Tele o Netflix?
-Las dos cosas, me engancho con programas de preguntas y respuestas.
17-¿Series preferidas?
-De deportes: vi la de Vilas, la de Jordan… La serie de Pablo Escobar la miré tres veces.
18-¿Tres bebidas?
-Champagne, fernet y vino tinto.
19-¿Una comida?
-El asado.
20-¿Una pasión?
-San Lorenzo. Cuando se fue a la B dejé de jugar al básquet porque los partidos eran los sábados e iba a verlos. Hoy voy poco y nada, ya no es lo mismo.
21-¿El mejor San Lorenzo de la historia?
-El de 2001, con Manuel Pellegrini como DT. Iba a la cancha sabiendo que ganaría, tuvo un récord de 12 seguidos.
22-¿A qué le tenés miedo?
-A alguna enfermedad cruel.
23-¿Algún talento oculto?
-Tengo mucha memoria. Me acuerdo de todo, con fechas, historias, cantos de la cancha en determinado partido, lo que sea. Mis amigos siempre me cargan por eso.
24-¿Cómo te llevás con el paso del tiempo?
-Se complica. Antes jugaba torneos de fútbol con amigos, pero dejé todo y no hago nada desde los 50. Hasta aumenté de peso, cosa que nunca me pasaba. Necesito entrenar.
25-¿Cuántas horas dormís por día?
-Las que puedo, me gusta dormir. Me cuesta dormirme a la noche, soy muy noctámbulo.
26-¿Asignaturas pendientes?
-Viajar, es la plata mejor invertida. Y ver un partido de NBA.
27-¿Un gran gusto que te hayas dado?
-Ir al Mundial del ´94 a Estados Unidos, época dorada de 1 peso, 1 dólar. Lástima cómo terminó todo, con el doping de Diego.
28-¿Ídolos?
-Maradona. Tuve el privilegio de ver su debut en la Selección, contra Hungría en cancha de Boca en 1977, y el último partido suyo en el Mundial ´94, ante Nigeria. No creo que haya uno igual jugando al fútbol.
29-¿El hecho histórico que más te marcó?
-La vuelta a la democracia, para mí (Raúl) Alfonsín fue un fenómeno.
30-¿Qué te enseñó la pandemia?
-A hacer asados.
31-¿Qué te gusta de Escobar?
-Mucho no rescato. El tránsito un desastre, cada vez peor. Pero se hicieron cosas también. Lo del Teatro Seminari es espectacular, traen muchos espectáculos, cultura, eso me gusta.
32-¿Cómo ves al país?
-Muy complicado. Le metieron en la cabeza a la gente que pueden vivir mantenidos por el Estado. No se puede creer. Te cortan las calles los extranjeros, algo que pasa acá nada más. Se perdió la cultura del esfuerzo y el trabajo, se perdieron los valores, la educación.
FICHA PERSONAL
“Torpe” y lleno de amigos
Gustavo Alfredo Alvarez nació en Belén de Escobar el 19 de enero de 1968. Hermano menor de Analía y Mirta y cuñado del recordado “Charlie” Ortelli. No tiene hijos y está en pareja con Sandra Blanco desde hace 12 años. El “Torpe”, para la mayoría de los escobarenses, apodo que le puso Hugo Turilli en un partido de básquet “cuando una pelota me picó mal en la tapa de un mosaico y de esa jugada vino el tanto de ellos”, explica.
Cuando era dueño de un boliche también incursionó en shows musicales. Así trajo a Pappo, Los Auténticos Decadentes y Divididos: “Metimos 600 personas en Sportivo, 500 eran de afuera y el resto de Escobar, es una plaza muy difícil”.
En los últimos años perdió a seres muy queridos, por la pandemia y otras circunstancias de salud. “Se fueron el “Gallego” Peralba, Fausto Matricardi, “Puchi” Stoianoff, Charlie… Una locura”, se lamenta, muy emocionado. Comerciante de toda la vida, fana de San Lorenzo y Sportivo Escobar, memorioso, amiguero y bien de barrio.