Por HÉCTOR O. SÁNCHEZ
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Unas cuadras antes de llegar al barrio parque El Cazador está la casa de la familia Ríos, hasta donde se dirigió DIA 32 para averiguar las razones por las que “Los Ríos de Belén” decidieron ponerle fin a una trayectoria de doce años.
El lugar es exactamente lo que uno imagina que debe ser una casa de músicos. En el aire se respira folklore. Alrededor de una mesa con partituras y letras diseminadas hay dos personas, sentadas con guitarra en mano y ensayando alguna de las tantas canciones del repertorio folklórico argentino. Son Luis Díaz, fundador de “Los Cantores del Quebrachal”, y el cantante Osvaldo Mora, quienes tienen mucho que ver en el futuro de los hermanos Ríos.
Hacen un alto en la música y comienza la entrevista. Roberto Ríos es el que toma la posta y cuenta: “Nuestros comienzos fueron con Ricardo, allá por el ‘96, en alguna peña de barrio. Quien nos incentivó en esto fue nuestro viejo, Antonio Ríos, de quien incluso hicimos algunos temas. Después tuvimos la suerte de que Jesús Macías y “Pepe” Yorio nos fueran llevando a diferentes lugares”.
Dos años después de aquel tímido comienzo, se sumó al grupo un tercer hermano: Raúl, en el bombo, quien al tiempo debió abandonar por motivos laborales. Sin embargo, desde ese entonces empezaron a llamarse “Los Ríos de Belén”.
“Así hemos andado por todas las peñas de nuestra provincia y otras, como Entre Ríos, donde fuimos a tocar a diferentes lugares. También participamos en muchos concursos, donde uno va a probar suerte. Nosotros no vivimos de esto, tenemos otros trabajos. Cuando tenemos un tiempito nos juntamos a ensayar, para tratar de hacer las cosas lo mejor posible, pero nos gustaría que fuera nuestro sustento o una ayuda”, explica Roberto.
“Los Ríos de Belén” grabaron tres discos; los dos primeros, Pago Lindo (1998) y Vale la Pena (2002), con Raúl, y luego como dúo Risa, baile y mateada (2008). Aunque trivial, una curiosidad del grupo ha sido la repetición de la ere en las iniciales de los nombres, y el apellido, de sus integrantes: Roberto Rodolfo, Ricardo Rafael y Raúl Rolando Ríos.
Para hablar de las razones de la disolución, toma la palabra Luis Díaz: “Surgió la propuesta de un empresario que anda muy bien, entonces les propuse a los chicos armar un grupo con la tendencia que proponía este hombre. Nos juntamos con él y coincidimos. Tan es así que hace dos meses me retiré de Los Cantores del Quebrachal y ya estoy con toda la fe y las ganas puestas en este proyecto”.
Se los ve muy entusiasmados. Roberto y Ricardo explican que decidieron hacer un parate en la carrera del dúo para darle prioridad a esta oportunidad que compartirán con Díaz y “El Chino” Mora. En marzo tendrían las primeras presentaciones y en abril entrarían a estudios de grabación.
A la hora de las despedidas, Roberto y Ricardo pidieron a DIA 32 un espacio para agradecer al pueblo escobarense por el apoyo brindado en estos doce años, que es de esperar se repita en este nuevo emprendimiento musical.
Nadie es profeta…
En el horizonte artístico del nuevo conjunto, Escobar no es precisamente la plaza más atractiva. “No es que no nos interese, pero a veces desmerecen tu trabajo porque pertenecés al lugar. Nosotros gastamos horas de nuestro descanso para ensayar, para acomodar los punteos, los arreglos, la organización, y el que hace el espectáculo no te lo valora y quiere que vayas por nada”, señala el ex Quebrachal Luis Díaz.
“Incluso con Cultura del Municipio, fuera de que cobres o no, pasa que por ahí ni nos conocen. Creo que ni saben que ‘Los Cantores del Quebrachal’ tienen 25 discos editados, o de los tres que tienen ‘Los Ríos’. Además, en Escobar se hace difícil conseguir lugares para hacer peñas, porque son muy caros y no se puede cubrir los costos”.
“Es una lástima, porque sería una forma de hacer que la juventud se enganche con nuestro folklore”, disparó Díaz, a modo de conclusión.