En octubre de 2007 aceptó tomar la posta y reemplazar a Edgardo Pacentrilli en la conducción de la Cámara de Comercio, Industria y Servicios de Escobar (CCISE). Probablemente no pensaría quedarse más que un par de períodos, pero lo cierto es que ya va por su quinto mandato.
Un poco por haberle tomado el gusto y otro poco por la falta de nuevos voluntarios, Hernán Javier González (49) sigue a cargo de una de las instituciones más antiguas de la ciudad y se ha convertido en un dirigente representativo del sector. Desde que está en la Cámara tuvo trato con tres intendentes: Silvio González, Sandro Guzmán y, ahora, Ariel Sujarchuk, a quien le reconoce el mérito de escuchar y darle participación a las entidades intermedias, aunque le exige más.
Ese fue uno de los temas sobre los que habló en esta entrevista con DIA 32, además de la situación económica del país, el apogeo de los manteros en Escobar y el rol de las instituciones para contribuir al desarrollo del distrito.
-¿Cómo está atravesando este momento económico el comercio minorista?
-Es un momento muy difícil. Claramente ha bajado mucho el poder adquisitivo y eso hace que haya una caída fuerte de las ventas, de la mano con el aumento de las tarifas, las tasas y los impuestos. La situación es muy complicada. Se ve en la calle, es real y tangible.
-¿Cuál es tu mirada política sobre esta situación? ¿A qué la atribuís?
-En todo cambio de ciclo se producen cambios. Acá hubo algunos que se necesitaban hacer, pero volvió a pasar lo que ocurre históricamente: salen a recaudar sin tener una estrategia para que no haya una caída tan fuerte del consumo. Me parece que esto tendría que haber sido más gradual y midiendo las consecuencias.
-Hasta no hace mucho los reclamos del sector eran por inseguridad, presión tributaria y comercio ilegal… ¿La recesión y el tarifazo son males peores?
-Lo que pasa es que en el ABC del comercio la recesión es lo peor que te puede pasar. Teniendo ventas y si, mal o bien, el negocio sigue funcionando y tenés recaudación, el resto lo podés ir manejando. Cuando se te juntan el aumento de los impuestos, el tarifazo, la caída de las ventas y una inflación que es también complicada, se te hace un cuello de botella grande. Eso hace que haya consecuencias muy difíciles, como la toma de créditos que no se pueden pagar; el descubierto en un banco, que es muy caro; el dinero por fuera del circuito, que comúnmente es la usura. Todo eso es real. Hay que tener en cuenta algo: la mayoría de los comerciantes no pide dinero para beneficio propio sino para sostener el comercio, cubrir la temporada que viene o pagar el descubierto. Estamos acostumbrados, pero también siempre somos los primeros y los más golpeados.
-¿Qué creés que va a pasar? ¿Confiás en que va a haber una mejoría?
-Tengo varias crisis sobre el lomo, pero esta es la primera en la que me cuesta muchísimo hacer una lectura de lo que va a pasar. El gobierno marcó un norte y no creo que se salga, porque este era su plan. Por ahí agregará algunos cambios estructurales, pero me parece que tendrá que ver con el año electoral.
-Hablemos de Escobar… ¿Cómo ves a la gestión de Sujarchuk? ¿Menos de lo que esperabas o a la altura de las expectativas?
-Creo que a su gestión la afecta la situación económica, como a cualquiera, y viene agarrada de lo nacional y provincial. Ser de otra extracción política siempre cuesta un poco más, aunque Ariel ha mostrado un acercamiento con el gobierno provincial en cuanto a la solución de las problemáticas locales. Valoro los cambios en la obra pública, que se empieza a ver: ahora no se tapan los baches así nomás. Por otro lado, los argentinos tenemos un ADN muy particular, que es el de los extremos. Eso hace que el 50% aplauda y el otro 50% critique. Es la famosa grieta, que si está presente nos cuesta mucho avanzar y salir de una crisis. Escobar tiene una riqueza muy propia, que es la gente. En las instituciones hay mucha gente de calidad y creo que es momento de empezar a convocarla.
-Pero, aunque los que están en las instituciones ya tienen cierta gimnasia por su vocación, es difícil lograr que la gente se involucre…
-A veces hay que entender que se llega a estos puntos por esta situación: acá se critica muchísimo, se aporta poco en ideas y se deja hacer lo que sea. Nos quejamos mucho de lo mal que hacen los políticos las cosas, pero es la sociedad la que los deja hacer. Hay un aporte mayor de crítica que de ideas. A la crítica hay que transformarla en reclamo y al reclamo hay que acompañarlo con ideas o soluciones. Hace falta la participación, aunque sea, con el aporte de ideas. Pero es muy difícil hacer política, porque también hoy al que quiera hacerlo se le pone de entrada el mote de corrupto antes de empezar. Entonces, al tipo bueno o capaz lo limita la propia familia o el entorno. Al tener la calidad de instituciones que tiene hoy Escobar, es fundamental crear un Consejo Consultivo o una Agencia de Desarrollo como la que tiene Campana, que la ayudó mucho. Es una opinión mía, creo que el Intendente sabe lo que tiene que hacer, pero me parece que sería una buena estrategia para este momento.
-¿Le marcarías como déficit a Sujarchuk no haber convocado de esta manera a las instituciones?
-No, porque Ariel es el intendente que ha hecho participar a las instituciones. Tiene diálogo constante con la mayoría de ellas y nosotros veníamos de un hermetismo total con el poder político. Me parece que recoge lo que las instituciones le dicen, pero también lleva un proceso implementar eso. Hay muchísimos cambios para hacer y no es todo color de rosa. Pero uno hoy puede aportar una idea y tratar de concretarla.
-A nivel personal, ¿te frustra que durante tu gestión en la Cámara haya crecido tanto el comercio ilegal en Escobar?
-No me frustra, pero no me gusta. Si bien Escobar está sexto en el ranking nacional de CAME, esto fue un avance general en todo el país, una avalancha. Siempre hablamos con la comisión directiva de que es una deuda pendiente que tiene la Cámara.
-¿Qué sensación te produce pasar por la plaza de la estación y verla atestada de manteros, que incluso en muchos casos son revendedores?
-Me molesta mucho y me da tristeza. Me resulta injusto, sobre todo, porque los comerciantes que están enfrente están pagando los impuestos y tributando.
-¿Qué solución propondrías?
-En primer lugar, hay que dignificar la forma de trabajar, regularizarla y ordenarla. Pasa que es distinto hacerlo cuando recién empieza que cuando ya está todo desordenado. Acá no hay que meter presa a la gente o dejarla sin trabajo. Sí hay que ver lo que se vende y organizarlo. Las cámaras a nivel local, las federaciones a nivel provincial y las confederaciones a nivel nacional pueden elevar el reclamo, que es lo que venimos haciendo. Pero el poder político es el que tiene que tomar el reclamo y hacer cumplir la ley.
-Hace diez años que estás en la Cámara y estoy al tanto de que desechaste más de un ofrecimiento… ¿Te interesaría ingresar a la política o es algo que descartás definitivamente?
-Hoy no está en mi cabeza un cargo político. Soy un hombre de instituciones, me encanta trabajar en ellas de la forma en que se hace. Sueño con una gran red solidaria y una unión entre todas las instituciones de Escobar, creo que necesitamos una institución de instituciones. Admiro a Juan Carr y pienso que una red solidaria chiquitita, pero imitando ese tipo de acción, sería maravillosa.
«La mayoría de los comerciantes no pide dinero para beneficio propio sino para sostener el comercio, cubrir la temporada que viene o pagar el descubierto».