La relación entre Jorge Jadur (51) y el fitness arrancó en 2000. Después de haber sido Director de Deportes del Municipio durante varios años, tomó horas en el Centro de Educación Física (CEF) N°37 para dar clases de aeromix latino, una especie de zumba actual. Después empezó a enseñar en el salón parroquial, pasó por el Club Italiano y por la Mutual Bomberos, hasta que abrió su propio espacio en la calle Estrada al 800, donde estuvo hasta hace algunos meses.
“Cuando estaba en el parroquial tenía muchísima gente, era como un furor la actividad de latino. En esa época me entero lo del kangoo jump y ahí empiezo a dar clases. Hasta me hicieron una nota en el canal TN, por la novedad, presentando la actividad. Esto fue en el año 2010. Yo me enteré a través de una alumna que venía de Campana y allá había. Me contó, fui a ver la clase e hice el curso en Capital”, explica a DIA 32 acerca de su acercamiento con esta disciplina, de la que es instructor y que lo llevó a varios eventos dentro y fuera del distrito.
El kangoo jump se practica sobre un par de botas que tienen resortes circulares en su suela, lo que facilita el rebote de la persona al moverse, saltar o bailar. Cada bota pesa un kilo y medio, algo que además estiliza las piernas, endurece los glúteos y ejercita los músculos de los miembros inferiores de gran modo. Hoy Jadur es el máximo referente de esta actividad en Escobar, sus años de experiencia y la gran cantidad de alumnas que tiene lo avalan, además de su carisma y entusiasmo a la hora de calzarse las botas.
“La gente conmigo se divierte, los profes de Educación Física tenemos la parte lúdica y eso es una ventaja, hago juegos y prendas. El secreto es que en mi clase las mujeres se olviden los problemas por una hora”, explica el experimentado instructor, que desde julio empezó a dar clases en el Club Italiano de Escobar, donde ya tiene medio centenar de alumnas.
Junto a él trabajan su hija Salomé y la profe Paula Albarracín. “Nos dividimos las clases, porque yo también estoy en el Club Raver de Los Cardales. La verdad que a mí el trabajo nunca me aflojó, más allá de que ahora hay otros lugares donde se puede practicar”, señala.
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Importado de Suiza
Al kangoo jump lo inventó el suizo Denis Naville, que después se radicó en España. Nació como una actividad de rehabilitación para lesiones de rodillas, tobillos, cadera y columna. Lo creó pensando en las personas que no podían salir a trotar o correr, pero después se fue haciendo más popular y se convirtió en una disciplina del mundo fitness.
Es muy buscado por las mujeres porque también ayuda a prevenir dos enemigos acérrimos: la celulitis y las várices. “Y si ya tenés, te ayuda a que no avancen, porque al no tener impacto te favorece. También lo recomiendo a los maratonistas porque ellos entrenan en asfalto y así se resienten las rodillas, algo que no pasa con las botas”, explica Jadur, dando más puntos favorables para saltar al compás de la música y rebotar como canguros.
Aunque lo parezca, el kangoo jump no es netamente femenino, más allá de que el 95% de quienes lo practican son mujeres. “Pasa esto como en todas las actividades fitness. Ellas son mayoría, pero también hay algunos hombres. El kangoo es libertad, podés salir y hacerlo en la calle. Yo me he llevado las botas a Brasil y andaba allá en la playa, la gente me miraba y preguntaba qué hacía, me querían alquilar las botas”, recuerda sonriente.
Jadur se autodefine como una persona sin inhibiciones, que no para nunca, que le gusta bailar y que aprovecha su trabajo para estar impecable a nivel físico: “Estoy mejor que hace 20 años, sin dudas. Ojalá el cuerpo me dé, porque quiero seguir en esto mucho tiempo más”, concluye.