Por MARTIN POZZO
Director de revista La Negra
Después de tocar y cantar en bandas de diversos géneros, Nicolás Czaykowski (32) decidió que era hora de iniciar su propio camino en el mundo de la música. Entonces, entró en estudios para grabar Si tu entendieras…, una carta de presentación en la que nada entre las aguas del pop, el rock y el reggaeton.
Así, bajo el nombre artístico de Chayco, empezó a recorrer distintos escenarios, no sólo de Escobar sino de otras ciudades de la provincia, de Capital Federal, de la costa atlántica y del interior del país, junto a sus músicos y sus bailarines.
Hoy se encuentra concentrado en la producción de su nuevo material discográfico y en seguir creciendo artísticamente. Es, sin dudas, la gran promesa escobarense del pop.
¿Cómo y cuándo surgió tu proyecto solista?
Podría decir que en 2008, cuando empecé a grabar mi primer disco solista. Pero la cosa viene de arrastre, se fue dando solo, sin querer. Pasé como cantante de muchas bandas anteriores a esta, cantando y tocando folklore, rock nacional, boleros y demás temas del repertorio popular. Hasta que con un amigo (Dino Mereu) decidimos poner manos a nuestras propias composiciones, nuestros temas y creamos una banda fusionando varios estilos.
La banda ni siquiera tenía nombre y ya habíamos ganado un concurso de producción y grabación en un estudio. Pero fue todo muy fugaz, el mismo día que terminamos de grabar se pelearon dos de los músicos y la banda se disolvió. Por eso comencé a grabar mis propios temas, decidí no bajar los brazos y, más convencido que nunca, dije “voy solo, pero voy”. Y acá estamos.
Si bien te presentás como solista, detrás tuvo hay un staff grande…
Sí, los bailarines Giovanna Carimatio, Zaida Opatril, Erica Ortiz, Facundo Adorno, la coreógrafa y coaching Verónica Ruiz Díaz y la banda: Mario Damián Ippolito (guitarra eléctrica), Guillermo Pérez (bajo), Sebastián Tolmasky (teclados), Gustavo Amaya (DJ tracks remix) y Carolina Martinho (coros).
¿Cómo definirías tu música?
Hace algunos años definía mi estilo como pop latino, ahora realmente en este trayecto que voy recorriendo en la preparación de mi segundo disco podría decir que el estilo está mutando. Todavía no sé en qué estilo está puesto el acento, pero sí que toda la experiencia previa forma parte de ello.
¿Planteás alguna temática central en las canciones?
A veces más oculta, otras veces más evidente, pero ninguna se escapa del amor o el desamor. Sea el tema que sea, política, religión, guerra o paz, siempre se trata de eso, el amor y el desamor son los dos ingredientes principales de cualquier tema.
¿Cómo ves la escena musical a nivel local?
Siento que el empuje de las bandas locales de Escobar es más fuerte que nunca. La gran mayoría somos artistas independientes, que deseamos compartir, expresar nuestras ideas y pensamientos a través de las canciones. La solidaridad que hay entre las bandas es impresionante y me sorprenden las propuestas que se están llevando a cabo como armar el anfiteatro en Escobar. Eso es una maravilla, hay que sacarse el sombrero ante esos muchachos que ponen su tiempo y esfuerzo para aportarle cultura al pueblo.
¿Qué es lo que más rescatás después de grabar un primer disco bajo tu nombre?
Lo que voy a contar entra en el ranking de los 10 mejores momentos de mi vida. Una noche terminaba de grabar en Castelar mi primer track, No quiero perderme en otra copa. Volviendo solo a las 3 de la madrugada puse en mi estereo esa pista y te juro que sentí que algo mío quedaría ya grabado para siempre. Fue una sensación de inmortalidad, algo mágico, y en ese preciso instante supe que había elegido bien. Puedo morirme en el anonimato total, pero mi canción seguirá en algún pequeño rincón de la tierra y quizás mis palabras sirvan para inspiración, consuelo o compañía de otros.