Por FLORENCIA ALVAREZ
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Adonde vaya, su pasado lo persigue a Luis Patti y no lo deja en paz ni aún estando condenado a cadena perpetua por participar en crímenes de lesa humanidad cometidos durante la última dictadura militar. En un mes de noviembre donde el ex policía y otrora líder político de Escobar se enteró de dos nuevos procesamientos, su figura fue objeto de estudio por parte de varias escuelas secundarias del distrito.
Del 13 al 15 de noviembre, 160 alumnos de 13 colegios escobarenses participaron en Chapadmalal del “X Encuentro Nacional de Jóvenes y Memoria”. El programa promueve el tratamiento del nefasto “Proceso de Reorganización Nacional” en las escuelas secundarias bonaerenses a través de exhibiciones de trabajos de investigación sobre casos de represión. Un tema del cual Escobar, claro está, tiene mucha tela para cortar a partir de la actuación de Patti en el distrito.
Este año su sentencia destapó la olla y la mayoría de las escuelas locales que participaron del programa trabajaron en temas en los que intervino el nativo de Baigorrita. En muchos casos se dio la paradoja de que algunos de los alumnos que investigaron sobre él sean hijos de padres que lo votaron tanto para intendente como para su incumplido sueño de gobernador. Para ellos era un como un héroe, pero para sus chicos no hay dudas de que es un represor asesino.
“Algunos chicos vienen de hogares donde lo votaron y al principio fue muy incómodo que ellos cuestionaran lo que yo estaba diciendo. Pero cuando empezamos a investigar se dieron cuenta de que alrededor de Patti se había construido una figura de temor, miedo y respeto. Había maestras que le decían a sus alumnos: ‘Portáte bien o lo llamo a Patti’. Además, descubrimos que todos tienen alguna historia en la que habían sido víctimas de prepotencia o de personas cercanas desaparecidas en la que Patti estuvo involucrado”, explica la docente Irma Juárez, de la Escuela 10. Su grupo de alumnos contó la desaparición de Gastón Gonçalvez con un video documental.
En Chapadmalal, los chicos ya habían entendido la historia y se refirieron a Patti como el genocida, el represor y el torturador, con total naturalidad.
Causas acumuladas
Parecería que al ex intendente no le va a alcanzar con una sola vida para pagar por todos los crímenes que cometió. En abril pasado, el Tribunal Oral Federal Nº 1 de San Martín lo condenó a cadena perpetua por delitos de lesa humanidad. Entre otras cosas, lo encontró culpable del asesinato de Gonçalvez y del secuestro y asesinato del ex diputado nacional Diego Muñiz Barreto. Desde aquel momento quedó detenido en el hospital de la cárcel de Ezeiza por las secuelas que padece tras un accidente cerebrovascular.
Pero las aberraciones cometidas por el ex subcomisario son innumerables. Hace algunas semanas, la Justicia de San Nicolás anunció que lo citará a declarar por el secuestro y homicidio de los militantes peronistas Osvaldo Cambiaso y Eduardo Pereyra Rossi, ocurrido el 14 de mayo de 1985, época en la que Patti integraba una patrulla de la Unidad Regional de Tigre.
A esto se le suma la prisión preventiva que acaba de dictarle el juez federal de Campana, Adrián González Charvay, quien lo acusa del secuestro y asesinato del periodista del diario El Actual, Ricardo Giménez. El hecho ocurrió en enero de 1976, antes del golpe militar, y fue la primera desaparición que se registró en Escobar, cuando Patti era oficial de calle.
Su defensa pretende conseguirle el beneficio de la prisión domiciliaria. El tribunal que lo condenó denegó la petición de lleno, pero la sala II de la Cámara Nacional de Casación ordenó que se le practiquen nuevos exámenes para considerar su estado antes de emitir un fallo. La decisión de si cumplirá sus penas desde una cárcel de verdad o desde la comodidad de su casa de Escobar se conocerá en las próximas semanas.
Patti se creyó un valiente a la hora torturar, matar y hacer desaparecer, pero su valentía se acabó de sólo pensar en pasar el resto de su vida tras las rejas.
