Por DAMIAN FERNANDEZ
dfernandez@dia32.com.ar
Frente a esas caritas lindas y ojos suplicantes es imposible no detenerse a mirar, aunque sea por unos breves minutos. Cachorros, perros viejos, gatos y gatitos enjaulados que parecen saber que están en exhibición para seducir a alguien que los quiera, que los alimente, los lleve al veterinario y les dé un lugar en la familia.
La postal se repite cada sábado de 9 a 13 en la esquina de Tapia de Cruz y Colón, sobre la plazoleta de las Américas, donde se dan en adopción animales rescatados de la calle. Por eso es que la gente que está buscando a un nuevo compañero se acerca allí para elegir al que más le guste y llevárselo. Grandes y chicos que han decidido no pagar por tener una mascota sino darle una mejor vida a las que nacieron con mala suerte.
Desde hace tres años un grupo de mujeres se organizó para llevar adelante esta noble tarea. Recogen tanto a los animales que la gente abandona en el Centro Antirrábico como a otros que levantan de la calle. Cada una de ellas los cuida en su casa de la mejor manera posible hasta que encuentran quien se haga cargo de ellos definitivamente.
Tanto canes de raza como ordinarios aunque simpáticos mestizos se exhiben en la céntrica plazoleta, pero no cualquiera puede llevarse a su dulce mascota bajo el brazo. “Después de que la persona elige al animal le hacemos un cuestionario preguntándole dónde vive, cómo está cerrada la casa, si tiene otros animales, si los que ya tienen están castrados”, relata a DIA 32 Claudia Zárate, una de las voluntarias.
El segundo paso es el contrato de adopción, donde se intercambian datos para que el adoptante pueda comunicarse con las responsables si llegara a tener algún problema o quisiera hacer una consulta. Algunos de ellos se entregan vacunados, pero otros solamente desparasitados. Por eso es que otro de los requerimientos es que la persona se comprometa a llevar al animal al veterinario para ir completando el calendario de vacunación.
Además, cada responsable se encarga de informarse por teléfono y periódicamente sobre el estado de la mascota y de recordarle al adoptante que tiene que castrarla. “A la gente que tiene 3 ó 4 animales y no castró a ninguno no le damos, porque quién nos asegura que a esos perritos que se llevan ahora sí los van a castrar. Sino nunca terminamos la cadena y la idea es cortar con la reproducción innecesaria”, remarca la mujer, haciendo énfasis en que la premisa de la campaña es realizar una tenencia responsable.
La adopción es totalmente gratuita. En cuanto a la entrega de mascotas, su fluidez depende de la época del año. “En verano, que mucha gente se va de vacaciones y no quiere tener la responsabilidad de una mascota, son menos: 5, 6 adopciones por día. Ahora, que ya empezaron las clases y se reactiva todo, entregamos entre 10 y 14, más que nada gatitos”.
La cruzada es un acto de amor y también educativo: concientizar a la población sobre la tenencia responsable de mascotas y la importancia de esterilizarlas, ya que es la única respuesta a la problemática de los animales abandonados en la vía pública.
Cifras contundentes
Por cada perra sin castrar, en cinco años nacerán 5.000 cachorros; y por cada gata, 28.812 gatitos. Al cabo de un lustro, una gata y una perra son capaces de producir 33.812 animales, de los que se calcula que un 90%, es decir, 30.430, habrán muerto en perreras, peleas callejeras, envenenados, mutilados, atropellados, o que estarán vagando enfermos y comiendo de la basura.
A partir de estos datos se han conformado infinidad de asociaciones, en su mayoría civiles, porque los Estados no suelen hacerse cargo de estas cosas, que se dedican a ubicar en hogares responsables a los animales abandonados y a concientizar a la gente sobre la importancia de castrarlos.
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