Por DAMIAN FERNANDEZ
dfernandez@dia32.com.ar
En 1920, los Locos de la azotea realizaron la primera transmisión radial del mundo desde el techo del teatro Coliseo de Buenos Aires. Noventa años después, pero esta vez desde el altillo del antiguo cine Gloria de Ingeniero Maschwitz, un grupo de jóvenes soñadores imitó la proeza y, “sin querer queriendo”, terminó dando a luz a Radio Activa (96.9 MHz), una FM comunitaria con auténtico compromiso social y sentido de la pluralidad.
Su nacimiento no fue casual, todo lo contrario. Hace unos años, la Red Nacional de Medios Alternativos brindó un curso sobre armado de transmisores, al que asistieron dos integrantes de la ONG Colectivo Cultural. A la vuelta, embalados con lo aprendido, crearon su propio aparato, lo conectaron y probaron. Aunque la antena que tenían era muy corta, la suerte estuvo de su lado y funcionó. A partir de eso, comenzó a construirse una obra que pareciera no tener techo.
“La radio siempre estuvo en el altillo, pero era toda entera. Después, gracias a festivales y a la colaboración de la gente, inclusive con cosas de la casa, alfombras, mesas, lo que sea, fuimos armando el piso y lo dividimos: control de un lado y estudio del otro. Ahora tenemos todo acustizado, buenos micrófonos y usamos la tercera consola que compramos”, apunta a DIA 32 Yasmin Sagle, una de las pioneras de la emisora, que fue creciendo hasta llegar con su señal a casi todos los hogares del distrito.
“Primero se escuchaba veinte cuadras a la redonda y te emocionabas si la oías en algún comercio del pueblo. Ahora, la radio tiene un área de cobertura que abarca 150 mil habitantes entre Maschwitz, Garín, Maquinista Savio y, parcialmente, Escobar, Dique Luján y Benavídez”, señala orgullosa la locutora principal de Radio Activa. Desde hace un tiempo la FM también se puede escuchar online a través del sitio web del Colectivo Cultural y en los teléfonos celulares descargando una aplicación.
Dicen que la receta del éxito no existe, pero pasar buena música, promover la pluralidad de voces, difundir y concientizar sobre Derechos Humanos y abrir los micrófonos a las organizaciones sociales, instituciones y vecinos de todas las edades pareciera ser una buena fórmula para intentar alcanzarlo. Al menos, bajo ese paradigma de comunicación popular salen al aire los diez programas de una grilla tan surtida como homogénea en su finalidad: el desarrollo de la comunidad.
“Hay de todo: cultura general tipo magazine, entrevistas, presentaciones de bandas y deportes. Incluso, tuvimos el ciclo Somos Armenio, que transmitió los partidos del club, algo que nunca había pasado en Escobar”, remarca Sagle. Y aclara sobre la línea editorial del medio: “Todos tenemos una ideología, pero no hacemos programas políticos partidarios ni de religión”.
Como todo medio alternativo y autogestivo, la emisora maschwitenze se administra de forma horizontal y no persigue fines lucrativos. Aunque para subsistir, claro está, cobra la hora de aire de cada programa y se vale de patrocinios de pequeños comerciantes. “Los precios son muy accesibles y todo lo que recaudamos va para mejoras en la radio”, apunta la joven.
Así, mientras que el espectro radioeléctrico está saturado, pero en muchos casos de contenidos frívolos, que poco y nada aportan al progreso de una comunidad, con rebeldía, compromiso y un estilo propio, Radio Activa abre el juego y se propone ser la voz del pueblo. Con más de cuatro años en el éter, ya lo está consiguiendo.
