Por DAMIAN FERNANDEZ
dfernandez@dia32.com.ar
Pase lo que pase, su vida ya cambió para siempre. Es que gracias a un carisma y una voz única, el garinense Sebastián Villalba (32) fue una de las figuras de Elegidos, la música en tus manos, y en tan solo tres meses pasó de trabajar doce horas por día como empleado de seguridad a colmar el Gran Rex y llevar su arte por doquier. Una historia de película.
Fueron tiempos de nervios, excitación y decenas de letras. Por eso, recién ahora, más calmo, puede parar la pelota y analizar con DIA 32 lo que dejó su rutilante participación en el show de talentos musicales conducido por Marley, que entre abril y julio causó furor en el prime time argentino y coronó como ganador al rapero Matías Carrica entre 17.000 aspirantes.
“Fue una gran oportunidad para mostrar lo que uno hace y ante mucha gente. Pasó todo muy rápido y yo tomó dimensión ahora: recién caminé siete cuadras y la gente te saca fotos, se para, te grita. Es loco y uno nunca termina de caer en eso”, cuenta el compositor y productor musical, pero ya no en Garín, donde vivió desde los 20 años, sino en un pequeño departamento del barrio porteño de Palermo al que se mudó durante su explosión mediática.
Aunque el muchacho oriundo de Ciudad Evita confiesa que “esta exposición te puede llegar a marear un poco”, afirma no creerse “la del rock star”. “Esto es muy relativo, porque es lo que vos durás en la pantalla y después ya depende de la capacidad que tengas y de ir armándote”, argumenta semanas después de haber brindado tres funciones a sala llena en la calle Corrientes junto a los otros finalistas. Pero su realismo va más allá.
“Yo viví en una de las zonas más jodidas de La Matanza, donde los chicos se exponen a diferentes situaciones de violencia. A mí la música me fue llevando por otro lado y eso es fundamental. Mucha gente puede sentirse atrapada por un mundo oscuro y esto de verme a mí, teniendo la posibilidad de salir de eso, los apasionó a todos. Esa era mi intención: si yo podía lograr que la gente se identifique con mi historia, era feliz. Y pasó”, asegura Villalba, quien fue recibido con honores en el barrio que lo vio crecer tras sus presentaciones en la pantalla de Telefe.
Además de probar suerte en cuanto concurso televisivo apareciese -“desde Popstars (2001) en adelante”, apunta-, siempre hizo “cosas” con la música. Trabajó en estudios de grabación, compuso un tema para Fundamind y dirigió un espacio cultural en el barrio La Antena de Garín, pero jamás llegó a vivir de su pasión. De hecho, reconoce que ingresó a Elegidos “sin muchas expectativas”, tras enviar una interpretación de Fever grabada en el baño del trabajo. Sin embargo, fue este ciclo el que le abrió las puertas para acercarlo al sueño de tantos miles.
“El programa me dio una gran ayuda para poder definirme y dedicarme a esto. Ahora estoy saliendo a cantar y tocar en shows y eventos privados todos los fines de semana, algo que antes no hacía. Además, estoy con muchos ensayos, produciendo y armando un montón de cosas, como mi disco”, afirma el músico sobre lo que pareciera ser una incipiente carrera.
Por lo pronto, ya firmó un contrato (derecho de imagen y voz) de seis años con Telefe. Después, la vida dirá qué le depara, pero está claro que con humildad y condiciones todo se puede. Sebastián Villalba, la voz elegida, da fe de eso.