Pese a los obstáculos que le fueron apareciendo en medio del camino, Ariel Sujarchuk consiguió una de las consignas que se había propuesto al iniciar su mandato: poner a la atención primaria en un lugar central de la gestión. Y aunque en apenas dos meses la Secretaría de Salud Pública ya cambió de manos tres veces, el intendente logró avanzar con el diseño de un plan de reformas que vio la luz el lunes 15 en Garín.
En un pasaje del lanzamiento del Plan Integral de Salud del Municipio, Sujarchuk refutó las versiones sobre una supuesta intención de arancelar el servicio, como llegó a trascender tras el alejamiento del primer secretario del área, Ricardo Julio. Lo único remotamente cercano a eso es que, ahora, con los pacientes que tengan cobertura médica se facturará la atención a sus obras sociales o prepagas. “Estamos muy lejos de privatizar, todo lo contrario. La salud no tiene precio, pero sí un costo muy grande”, analizó el intendente.
Se estima que, para 2017, con este mecanismo de “recupero” el Municipio obtendría ingresos cercanos a los 100 millones de pesos -de acuerdo al índice de consultas proyectado-, que se reinvertirían en el sistema y le darían sustentabilidad presupuestaria.
Cuadro de situación
Uno de los problemas detectados por la nueva gestión es que las consultas no eran registradas ni informadas adecuadamente a la Provincia, lo que derivó en un perjuicio económico directo para la Comuna. “Encontramos un subregistro enorme, en los últimos tres año se registraron 200 mil consultas menos, lo que hizo que baje nuestra coparticipación en el Plan Remediar. Se perdieron 60 millones de pesos y una cantidad muy importante de botiquines”, reveló Sujarchuk.
La composición de la planta de personal fue otro aspecto que se analizó con lupa y arrojó datos de lo más incongruentes: por cada médico había cuatro agentes administrativos. “Se supone que debería ser al revés y es una situación que hay que revertir. Hoy a la Municipalidad le falta gente en muchos lugares y en otros le sobra”, señaló. Además, reconoció que de algunos empleados aún no está claro “qué funciones cumplían ni en dónde”.
En ese mismo ítem, también dijo que existía un sistema “compensatorio” mediante el cual había médicos que cobraban el doble de las horas que trabajaban. “Esto no lo voy a seguir sosteniendo. Hay que pagar lo que corresponde, aunque sea poco. Yo prefiero la verdad, decir las cosas como son y que paguemos lo que hay que pagar”, enfatizó.
Medidas de fondo
La descentralización será una de las apuestas principales de Sujarchuk para revitalizar la estructura sanitaria local. En ese plano, se prevé potenciar la atención de los hospitales Oftalmológico (Garín) y Odontológico (Maschwitz) desdoblando estos servicios en otras localidades para aumentar su alcance.
También se pondrán en marcha Unidades de Detección Precoz (UDP). La primera se construirá en Garín, sobre el boulevard Perón. Tendrá guardia médica, consultorios externos, 30 camas de observación temporaria y laboratorio de análisis clínicos, radiología, mamografía, ecografía y un tomógrafo. Su apertura está prevista para fines de este año. Otras dos UDP similares serán emplazadas en Maquinista Savio y Matheu entre 2017 y 2018.
Además, la Secretaría de Salud se trasladará a un espacio más reducido en la sala Resio y en su edificio se abrirán dos centros especializados: uno de Salud Mental y Adicciones y otro de Diabetes. Asimismo, se contratarán especialistas para los consultorios y la guardia médica del Centro Pediátrico de Maquinista Savio.
Eficientizar el gasto en las partidas de medicamentos y otros insumos también será una prioridad. “Por cada licitación se realizaban cinco compras directas. Entonces, en un año se gastó en remedios la mitad de lo que gasta un hospital provincial como el Erill. Son cosas que no pueden pasar más”, planteó Sujarchuk. Otras metas son la recuperación edilicia de las salas y la relocalización de la flota de ambulancias con dos y no una sola base de emergencias.
“Esto no es magia, es método y responsabilidad”, concluyó Sujarchuk.