Con 16 años, acaba de lograr el primer premio en la Fiesta Nacional de la Boga, entre más de 600 pescadores, y el año pasado ganó un campeonato de cadetes en Puerto Madero. Pichón de crack.

La herencia familiar muchas veces juega un rol importante a la hora de elegir un trabajo, un deporte o una actividad para pasar el tiempo libre. Los chicos van observando lo que hacen los adultos y eso les queda grabado a tal punto que empiezan a imitarlos cuando tienen más edad. Agustín Fandiño (16) absorbió la pasión por la pesca de sus abuelos, sus tíos y su padre, todos pescadores amateurs. A los 6 años ya tenía una caña en la mano, encarnaba, tiraba, recogía y sacaba alguna que otra pieza.

A los 14 empezó a competir gracias a su tío, Raúl Domenech, que lo integró a los concursos internos del Club de Pescadores de Escobar. A partir de ahí también representó a la entidad en la Federación Metropolitana de Pesca y Lanzamiento (FeMePyL), junto a su primo Julián Domenech, con quien en 2016 se consagró campeón en la categoría cadetes. Además, a nivel personal terminó en la primera posición de la temporada.

La dupla de primos, que logró el primer título del Club de Pescadores de Escobar en los certámenes de la Federación, el año pasado también se dio el gusto de quedarse con el “Concurso 20 hs de Plata”, en el muelle de la Asociación Argentina de Pesca, en Puerto Madero, una competencia de pesca variada con cañas de 3,50 metros.

“Pescábamos una hora cada uno. Fue difícil, con mucha cantidad de cadetes, pero al final pudimos remontar y levantar las copas del primer puesto. Nos dieron unos hermosos bolsos de pesca y las felicitaciones de todos”, le cuenta a DIA 32 el joven pescador, que pone a ese torneo como uno de los favoritos en el podio de sus logros.

Su vitrina también se nutre de varias copas ganadas individualmente y en parejas en los concursos del ranking local. Pero la más importante es la que obtuvo el pasado 12 de febrero en Concordia, Entre Ríos, donde se quedó con el primer premio de la Fiesta Nacional de la Boga, entre 603 competidores.

Un ejemplar de 7,800 kilogramos y 77 centímetros erigió al estudiante del Instituto General Belgrano en ganador del concurso, donde formó equipo con Eduardo Walker (Escobar) y Marcelo Pared (Chaco), quienes pescaron embarcados durante cinco horas: desde las 8 de la mañana hasta las 13.

“Era la primera vez que iba a un concurso embarcado con tantos pescadores. Para poder sacarla del agua fue una pelea de casi 20 minutos. Una vez que la subí a la embarcación, explotamos de felicidad”, explica. Haber pescado esa boga -la más grande de las 36 que salieron- le reportó un premio de $10.000 y formales invitaciones a participar en diversos concursos en el interior del país, como la Fiesta del Surubí.

Fandiño tiene especial debilidad por la pesca del dorado, su especie predilecta: “Te da mucha adrenalina ver o sentir el ataque al señuelo y la explosión que hace en el agua”, detalla. Capturar pejerreyes, aunque es muy distinto, también le gusta: “Es una pesca muy divertida, ya que tenés que estar pendiente de la boyas”, explica, fanático de la caña y el reel.

Sobre el final, deja en claro que no solo sus éxitos deportivos le dan felicidad sino el ritual que encierra un día de pesca: “Siento pasión por esto, disfruto mucho de este hobby no sólo cuando pesco, también la previa y el compartir un asado con seres queridos al lado de un río, bajo la sombra de un sauce”, confiesa el pibe de la caña de oro, mientras imagina un nuevo pique.

Comentar la noticia

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *