En los fondos del barrio Amancay, a poco más de un kilómetro de la ruta 26, vive Juan Manuel Torres. Es pintor de obra, cobra un plan social y no le sobra nada. Mucho menos para andar haciendo donaciones a candidatos que no le despiertan demasiada simpatía. Sin embargo, su nombre aparece en el listado de aportantes de la última campaña electoral de Cambiemos.
“No tenía idea. Yo no puse un peso y menos a esta gente”, se sorprende el vecino ante un periodista de Alternativa en Papel que fue hasta su casa para consultarlo sobre la contribución que le adjudica la escandalosa rendición de fondos presentada por el macrismo.
Que la cifra sea menor -$2.200- no hace a la cuestión: su identidad le fue sustraída y los fines son por demás sospechosos: por lo pronto, la investigación judicial deberá establecer si se está ante una burda operación de lavado de dinero y falsificación de documento público de la coalición que llegó al poder prometiendo -entre tantísimas cosas que no cumplió- ser ejemplo de transparencia.
También en Maquinista Savio, a unas cuadras de la casa de Torres, vive Verónica Fernández, una joven madre que atiende un kiosco familiar y es beneficiaria de la AUH. “Estoy sorprendida. No puse plata y no pondría porque no tengo”, exclama cuando le cuentan que ella aparece en el registro de aportantes de Cambiemos con $2.100.
Al menos otros tres vecinos del partido de Escobar están en las planillas de benefactores de las campañas que encabezaron el presidente Mauricio Macri, la gobernadora María Eugenia Vidal y el concejal Leandro Costa: Daniel Vázquez, con $45.000; Claudia Pinto, con $42.000 y Esteban Graisaro, con $2.250.
La investigación que reveló el periodista Juan Amorín a través de El Destape y que la ONG La Alameda llevó a los tribunales depara cada día una novedad.
Aportes políticos
Entre los aportantes a las campañas de 2015 y 2017 hay, por supuesto, varios candidatos. En Escobar, a diferencia de lo que sucedió en otros distritos, ninguno de ellos salió a desmentir los datos de los registros presentados en la Cámara Nacional Electoral.
Las planillas indican que Leandro Costa aportó $50.000 para la campaña en la que se postuló para intendente y bastante menos en la de 2017, donde renovó su banca: $22.500. Aún así, fue la principal contribución del año pasado. La segunda estuvo a cargo del arquitecto Adrián Lobato, que invirtió en la causa $20.200.
Los aportes de 2015 fueron más jugosos. Es curioso si se piensa en la galopante devaluación que experimentó el peso, aunque se puede entender que era una campaña donde había más en juego y la apuesta debía ser mayor. Quizás eso explique las donaciones que hicieron Raúl Urbano, Miriam Pierotti y Pablo Palomino, todos ellos candidatos a concejales. Casualmente o no, cada uno se anotó con el mismo importe: $38.000. Las suspicacias corren por cuenta del lector.
Mal parado: La insólita defensa de Roberto Costa
El jefe del bloque de senadores provinciales de Cambiemos, Roberto Costa, quedó en ridículo al tratar de minimizar el escándalo cuando la denuncia explotó en los medios: «Gastamos 86 millones de pesos en la campaña y el inconveniente planteado es solamente por menos de un millón”, dijo. Además, el legislador escobarense radicado en Junín deslizó que “los que formaron parte de una lista y no llegaron a entrar son capaces de negar que formaron parte de esa nómina”, sugiriendo que podría tratarse de denuncias falsas.